āEn unas horas, si todo sale segĆŗn lo planeado, estas reclusas -y las que estĆ”n mirando televisiĆ³n, y las que preparan la cena, y las que rondan las habitaciones fingiendo actividades de rutina- correrĆ”n la alfombra y la tabla y se escurrirĆ”n por el boquete hasta perderse por las cloacas...