Felicitas salió agitada, corriendo, del locutorio del barrio. Acababa de cerrar la ventanita del chat y se dirigía a un teléfono público. Marcó el número que tenía anotado en un papel y la atendió una voz femenina. - Buenas tardes, Besótico Records - Hola, sí, ¿está Cristian Aldana? - ¿Por...