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¿Quién mandó a matar a Marielle Franco?

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Foto de portada: Mídia Ninja

A lo largo de 1095 días, periodistas, ONGs y activistas alrededor del mundo han exigido claridad y certezas respecto al Caso Marielle Franco.

“¿Quién mandó a matar a Marielle y Anderson? ¿Por qué?”. Desde el 15 de marzo de 2018 -un día después del asesinato de Marielle Franco y su conductor, Anderson Gomes-, la periodista Eliane Brum inaugura su actividad diaria en Twitter con esas preguntas.

¿Cuáles han sido las respuestas? Ex policías encarcelados, un testimonio modificado, medios de comunicación amenazados, un Ministro de “Justicia” retirado de su cargo y movilizaciones en las que se reivindican los motivos de la creación del Instituto Marielle Franco: defender la memoria de una de las figuras políticas más votadas en la historia de Brasil.

Mujer, negra, lesbiana, favelada y defensora de los Derechos Humanos. Mari, como la llamaban quienes trabajaban con ella, representaba necesidades, demandas, sueños y luchas de sectores que históricamente han  sido ignorados y silenciados por los gobiernos de su país.

La investigación

Como uno de los primeros hallazgos, las autoridades dieron a conocer que los casquillos de bala pertenecían al mismo lote empleado en un asesinato de 17 personas en Barueri y Osasco en 2015. Por ese ataque fueron condenados tres policías militares y un guardia-civil. 

A su vez, se señaló que el crimen fue planeado durante al menos tres meses. El asesinato de Marielle Franco no fue una casualidad ni un evento aislado.

De acuerdo con la ministra del Tribunal Superior de Justicia de Brasil, Laurita Vaz, el 15 de marzo de 2018 se integró un grupo de cinco procuradores para dar seguimiento al caso. Pese a las protestas multitudinarias en Río de Janeiro y São Paulo y las reiteradas consignas en redes sociales (como #MariellePresente y #SayHerName), la investigación fue pausada hasta diciembre de dicho año.

Para enero de 2019, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y Amnistía Internacional (AI) hicieron un llamado a las autoridades judiciales del país para esclarecer el feminicidio político de Marielle. Hasta entonces, se había detenido a Marcello Moraes Siciliano y dos ex agentes policiales señalados por formar parte del “Escritorio del Crimen” (Escritório do Crime), una organización criminal que —conforme a declaraciones de la Fiscalía de Brasil— “está diseñada para la realización de homicidios mediante pago”.

Pedido de justicia por el asesinato de Marielle Franco
Pedido de justicia por el asesinato de Marielle Franco
Crédito: Mídia Ninja

A partir de estos hallazgos, gran parte de las investigaciones sobre el asesinato de Marielle y Anderson han girado en torno a la denuncia de los nexos de la familia Bolsonaro con los miembros de dicha organización. Algunos de los nombres que han salido a la luz son: Adriano Magalhães da Nóbrega, Ronnie Lessa y Élcio Queiroz.

A finales de 2019, medios como Mídia Ninja, Marcha Noticias y Emergentes dieron cobertura a la relación entre Jair Bolsonaro, su hijo (Flavio) y la denominada “Familicia”. Durante una transmisión televisiva, O’Globo circuló el testimonio de uno de los porteros del condominio perteneciente al mandatario. “Lessa vivía en el número 65 y Bolsonaro en el 58 (...) El 14 de marzo de 2018, Queiroz estaba en el mismo inmueble”, sostuvo. Días después, el testigo modificó la declaratoria y argumentó que “había sentido una presión mediática”.

En paralelo, O’Globo notificó haber recibido amenazas por parte del presidente. Señalaron que Bolsonaro los acusó de orquestar una estrategia con el gobernador de Río de Janeiro, Wilson Witzel, para destruir su reputación e interferir en los avances sobre el caso Marielle Franco. Acto seguido, el Ministro de Justicia, Sergio Moro, fue destituido de su cargo por entregar audios que comprometían a Bolsonaro con miembros de la policía de Río de Janeiro.

A la fecha, colectivos coordinados con el Instituto Marielle Franco continúan exigiendo justicia para Marielle, Anderson y sus familias. Es cierto: los avances se han visto permeados y condicionados por la impunidad, el racismo, la misoginia y el discurso de odio hacia la comunidad LGBT+. No obstante, Anielle Franco (hermana) y Mónica Benicio (pareja) aseguran que lograr la permanencia de la investigación en Río es hacer frente a quienes buscan difuminar la memoria y el legado de Marielle: las rosas de la resistencia nacen (y naceremos) del asfalto. Seguimos (y seguiremos) moviendo estructuras.

A tres años de su asesinato, el pedido de justicia persiste: ¿quién mandó a matar a Marielle y por qué?


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