Mi Carrito

La boca amordazada

Compartí esta nota en redes

Me aterra el dolor... Desde pequeña lloraba durante los castigos...

¿Podré soportar el tormento con decoro?

La boca amordazada

Una mujer se mueve en silencio sobre el escenario, la mirada perdida, los movimientos lentos y pesados, camina de un lado hacia otro, mientras suena una música de fondo que nos sitúa en alguna parte del mundo. De pronto, se detiene en su andar y logra ubicarse en el centro de la escena. Ahí mismo, cubierta de retazos de tela que no llegan a cubrir del todo su cuerpo, se anima a pronunciar sus primeras palabras: “Tengo cuarenta años. Mi nombre prefiero no decirlo”. Así comienza La boca amordazada, obra teatral a cargo de la dramaturga argentina Patricia Zángaro, interpretada por Éstel Gómez y dirigida por Gustavo Insaurralde.

Desposada a los 14 años, aún siendo una niña, sin posibilidad de elección, se dio cuenta desde muy temprana edad que su deseo no le pertenecía.  Si bien no hay un tiempo ni tampoco un espacio definido en el que discurre la trama, el mensaje puede leerse en clave contemporánea. ¿Cuántas mujeres tienen anulada la posibilidad de descubrir su propio goce? ¿Cuál es el lugar que ocupan la culpa y la vergüenza en la construcción de los vínculos? ¿Quiénes se arrogan el derecho  de disciplinar este deseo manifiesto?

La atmósfera que genera la presencia de Éstel Gómez en el escenario es magnética, capaz de trasmitir la asfixia en la que se vio envuelta durante tantos años. La actriz será la encargada de ponerle el cuerpo a esta mujer deseante, cuyo único error fue atreverse a haberle sido infiel a su marido. A través de su relato en primera persona, conoceremos su historia, la que le fue arrancada.  

En palabras de la propia protagonista, “este personaje es sujeta de deseo, ella ansía, ama y a pesar de los efectos destructivos de su elección, no renuncia a su voluntad. Está tan adherido a su piel que nada más le importa, que  gozar del cuerpo de ese hombre que supo descubrir en la penumbra, a escondidas del mundo”.

Una obra necesaria para estos tiempos feministas, en los que ya no nos callamos más, no pedimos permiso para hablar y transformamos la propia historia en bandera de lucha.

El sábado 23 de octubre se podrá ver la última función en el teatro ÁreA 623 (Pasco 623, CABA) a las 21 hs. El próximo año volverá a estar en cartelera. Para adquirir las entradas, hacer click acá.


Compartí esta nota en redes