La ministra de Educación de la Ciudad de Buenos Aires, Soledad Acuña, arremetió nuevamente contra madres y padres de aquelles estudiantes que participaron en las tomas de los colegios: les exige que paguen multas de 50 millones de pesos. En total, el Gobierno porteño denunció a 366 familias.
Durante las tomas, la Policía se presentó en las escuelas para identificar a quienes estaban allí, con el objetivo de poder realizar denuncias penales contra sus tutores. Incluso circularon videos de oficiales ingresando al Colegio Nacional de Buenos Aires e intentando pedirle los datos a personas en la Escuela de Educación Media Federico García Lorca.
Días atrás fue noticia la suspensión de excursiones y festivales estudiantiles a modo de castigo por la toma de escuelas. La Escuela Superior de Enseñanza Artística en Artes Visuales Rogelio Yrurtia fue la primera en recibir la "penitencia". Las intimidaciones no cesan.
Arami Belous es alumne del nivel terciario del Yrurtia. Fue entrevistade por Feminacida a principios de octubre, cuando estudiantes de diferentes colegios de la Ciudad de Buenos Aires se organizaron en tomas para hacer visible una serie de reclamos que aglutina a la comunidad educativa de escuelas secundarias.
Las escuelas tomadas en la Ciudad de Buenos Aires fueron tan solo la punta del iceberg. Lo que los medios masivos de comunicación mostraron, con una tendencia a criminalizar a adolescentes y jóvenes en lucha, fue la reacción ante haber sido desoídos en los innumerables pedidos de diálogo. Si bien las escuelas fueron levantando las tomas, las medidas de fuerza siguieron: asambleas permanentes, cortes, pernoctes. “Hay que seguir con la lucha. Levantar la toma no significa que esto haya terminado”, insistió Arami.
Sobre la persecución policial, le estudiante relató: “En el Yrurtia se entendió que era una táctica para meter miedo. Tanto les alumnes como las familias lo tomaron con bastante calma, lo entendieron bastante bien. Siempre cuidándonos entre nosotres. La policía cayó a la escuela y nadie abrió la puerta, nadie salió. Como vieron que nadie les abría, que nadie iba a darles ningún nombre, se fueron. Sí una una cuestión de bastante tensión porque el gobierno estaba usando tácticas bastante peligrosas. Te hacen acordar a la dictadura, a persecuciones políticas que terminaron en cosas muy serias, como la Noche de los Lápices”. Además, les pibis cuentan que se siente el peso de la policía en las movilizaciones.
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En este contexto, madres, padres y diferentes integrantes de la familia se organizaban para acompañar a les adolescentes en la toma. "Se juntó plata para comprar comida y hacer ollas populares. Hay padres que se quedan cuidando la toma con les pibis. Se turnan para pasar la noche. Hubo una respuesta muy positiva de las familias, de les docentes en general. Algo que no siempre ha pasado en las tomas", aclaró Arami sobre el sentido colectivo de las últimas medidas. "Con el aval de las familias se puede lograr mucho más. Les pibis tienen comida, tienen seguridad, tienen vehículos para movilizarse", continuó.
La Defensoría del Pueblo intervino y coordinó reuniones entre Soledad Acuña y la comunidad educativa. Sin embargo, la ministra sólo recibió de manera individual a estudiantes que ya habían levantado las tomas, desoyendo el pedido de una mesa amplia con todas las instituciones y sin profundizar en cuestiones centrales del reclamo.
"La ministra nunca se presenta a las reuniones que pacta. En general, une pide una reunión o te dice que no, o no te contesta, o te dice que sí pero no aparece. Esto es histórico. Desde que estoy en el centro, fui a reuniones que se suponía que eran con la ministra y al final ella nunca apareció. Estamos acostumbrades. De todas maneras seguimos pensando maneras porque nuestra idea es siempre ir al diálogo", enfatizó Arami sobre lo difícil que resulta conversar con la máxima autoridad de la cartera educativa.
Las demandas de la Escuela Superior de Enseñanza Artística en Artes Visuales Rogelio Yrurtia son las mismas que las de toda la comunidad educativa de CABA. "Las viandas son chicas, vienen podridas, son poco nutritivas, no alcanzan. Se supone que hay una vianda por pibi, pero les pibis de media están once o doce horas adentro de la escuela. No tienen un comedor donde comer algo más. Se tienen que bancar todo el día con un sanguchito, que viene bastate feo, y una fruta, que suelen venir podridas", detalló le estudiante del nivel terciario.
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El reclamo por el edificio tiene especial importancia en el Yrurtia: "Tenemos condiciones edilicias pobres en un edificio que tiene apenas cuatro años. Después de una lucha de casi 20 años para que lo construyan. Ni bien lo entregaron, hubo problemas. Se inundó el segundo subsuelo, cae agua de las luces y hay una parte que está clausurada por este motivo. Los caños y las luces se suelen romper. Es un edificio que no está preparado para ser una escuela de Bellas Artes, no lo hicieron pensando en eso".
Con respecto a las pasantías laborales gratuitas y obligatorias, Arami manifestó que les pibis no están de acuerdo con hacerlas cuando benefician más a las empresas que a elles mismes: "No les sirve para aprender. Les sirve a las empresas para tener trabajo gratuito y no perder un mango".
"Hay una muy buena conexión entre toda la comunidad. Son pedidos de les pibis para tener una educación decente y son pedidos de les docentes para poder enseñar y vivir bien, en condiciones dignas", concluye Arami sobre la coordinación y la unión de los reclamos.