Britney Spears tiene 39 años y está bajo la tutela legal de su padre desde hace 12. A pesar de haber hecho público su rechazo a que Jamie Spears tenga control sobre su vida y sus finanzas, la justicia estadounidense continúa fallando en su contra. En febrero se estrenó el documental Framing Britney Spears, como parte de la serie The New York Times Presents, en el que se hace un recorrido por la vida de la cantante y se muestra la misoginia de la industria musical durante el cambio de milenio, los vínculos turbulentos con sus parejas, la profunda tristeza personal de Spears y el conflicto legal con su padre.
La trayectoria profesional de Britney Spears comenzó con algunas apariciones en programas de talentos y con su memorable participación en el Club de Mickey Mouse. Es a partir de 1999, con el estreno de su primer álbum …Baby One More Time, que la artista lanzó su carrera musical y alcanzó renombre internacional. El documental, además de abordar sus conflictos con la ley, realiza un recorrido por los sucesos más importantes de su vida para entender cómo la chica del body de látex rojo de Oops!... I Did It Again fue declarada una incompetente en los tribunales.
La sexualización de una adolescente de 15 años vestida de colegiala en su primer sencillo se volvió escandalosa y fue el comienzo de muchos años en los que cada uno de sus pasos estaría monitoreado por los medios de comunicación. Esto la convirtió en el centro de prejuicios y críticas de todo tipo: como mujer, como cantante, como novia y más tarde como madre. En un principio se mostraba amable con la prensa pero, poco a poco, las fotos infragantis, tomadas por paparazzis en los peores momentos de su vida y sin su consentimiento, pasarían a ser las mejores pagas del mercado.
De novia perfecta a infiel e imprudente: la mirada sexista de los medios
En cada entrevista Spears fue hostigada e interrogada sobre sus tetas, su llanto, sus presuntos descuidos y sus letras. Las tapas de las revistas de celebrities no hicieron una excepción cuando se separó de su novio Justin Timberlake y, por supuesto, se regocijaron con un rumor según el cual ella lo habría engañado. Pero la prensa no fue la única encargada en demonizar a Spears: el codiciado cantante de NSYNC sacó el video de su single Cry me a river protagonizado por una mujer rubia muy similar a ella a la que le canta: “ahora es tu turno de llorar”. A su vez, cuando se le preguntó por la ídola pop, dijo que le "quitó la virginidad". Estos episodios aparecen en el documental y generaron, además de un amplio repudio de los espectadores, la primera disculpa pública de Timberlake -casi 20 años después-.
La artista siempre dio entrevistas en las que solía mostrarse arrepentida de las acciones por las que se la criticaba para apaciguar la persecución mediática que la hostigaba continuamente. También fue cuestionada como madre cuando se publicaron imágenes de ella manejando con su bebé en su regazo. En 2007 los episodios de estrés, ansiedad y depresión, sobre todo luego del parto de su segundo hijo y la separación con el padre de éstos, se volvieron más frecuentes y públicos. La peor época de su vida se coronó con la mítica escena que empapeló los diarios y revistas y que hoy hasta se convirtió en meme: una Britney Spears rapada golpeando con un paraguas la camioneta de un fotógrafo. El trabajador de prensa es entrevistado en el documental y se justifica diciendo que Spears nunca fue explícita con su fastidio porque "le gustaba la atención".
La disputa legal y el movimiento Free Britney
La persona que estuvo a cargo de Britney Spears durante sus primeros años de carrera, y que la acompañó en todos sus contratos y presentaciones, fue su madre Lynne Spears. Su padre es retratado por este documental como una persona muy interesada en los beneficios económicos de la fama de su hija. En medio de la disputa por la tutela legal de los bienes y decisiones a futuro, la cantante lo denunció por un "episodio violento" con uno de sus hijos. No trascendieron más detalles pero sí muchos rumores que emergieron nuevamente en 2020 cuando, gracias a una nueva disposición judicial, Jamie Spears reivindicó su tutela legal bajo la figura de conservator.
Este concepto se asemeja a la de tutor en español y remite al rol de guardián social. Es dispuesto por un tribunal y otorga la responsabilidad a unx tercerx de proteger los intereses y el bienestar de unx “incompetente”. Pero, ¿es Britney Spears una persona que no puede tomar decisiones por sí misma? Si bien ha sido internada en varias oportunidades, la cantante ha hecho público su deseo de manejar su propia vida. En el documental Britney: For The Record de 2008, propuesto y gestionado por su padre, aparece un primer plano de la artista diciendo que está cansada del control con el que lleva adelante todo aspecto de su vida y dice sentir que sin toda esa presión y monitoreo continuo ella se sentiría más libre.
Free Britney es un movimiento iniciado por algunxs fans para lograr revocar el poder que Jamie compartía, hasta el año pasado, con un abogado de la familia. Si bien en un principio Spears no dio declaraciones al respecto existen numerosas teorías sobre la forma en la que la artista pediría ayuda: muchas veces, con algunos crípticos mensajes en redes sociales. El problema radica en que un tutor legal puede, además de elegir firmar un contrato musical con una discográfica, disponer quién entra o no a su casa, con quién habla y hasta puede internarla.
Las personas a cargo de Britney Spears cobran un sueldo además del rédito económico de cada contrato o acción legal que firmen en nombre de la artista. La producción de The New York Times agrega hacia el final del documental el texto en el cual uno de los abogados que comparte tutela con Jamie Spears solicita un aumento de salario refiriéndose a la carrera de la cantante como "un modelo de negocio que está siendo cada vez más lucrativo". Si la artista no está en condiciones de tomar decisiones elementales, ¿por qué sí puede dar tours y seguir siendo parte de un sistema que no cesa de explotarla?
Framing Britney Spears concluye con el último fallo judicial -de hace solo unos meses- en el que se extiende por cuarta vez la tutela del padre. La cantante agradeció, luego de la sentencia y por primera vez de manera pública, a sus fans y sobre todo al movimiento Free Britney por todo el apoyo. Y fue determinante: no quiere volver a trabajar con su padre hasta que éste deje de controlar su carrera.