Es Ley es una aplicación móvil que reúne todos los hospitales y centros de salud del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) que garantizan el acceso a la Interrupción Voluntaria del Embarazo. Disponible para Android, la app es una herramienta útil, rápida y confiable para quienes tengan que practicarse un aborto. En esta nota, su creadora cuenta cómo fue el proceso de diseño y creación y cómo se usa.
Noelia Velázquez es estudiante de la carrera de Ciencia Política de la Universidad de Buenos Aires (UBA). Cuando este verano cursó el seminario de "Gestión y Desarrollo Tecnológico", sus profesores le propusieron que pensara en un problema social que pudiera resolverse mediante la tecnología. Así fue que tuvo la idea de crear una aplicación que brinda información sobre cuáles son los centros de salud públicos y privados que cumplen con la Ley N°27.610 de Interrupción Voluntaria del Embarazo.
“Una puede buscar en Google Maps centros de estética o pedicuras y rápidamente obtenés miles de resultados. Saber a dónde acudir para acceder a un aborto no era tan fácil de encontrar. Pensé en que acceder a la información rápidamente podía colaborar con que nuestro derecho se respete”, cuenta en diálogo con Feminacida.
Es Ley es el nombre de la aplicación que permite buscar por centros de salud privados y públicos que deben cumplir con la Ley IVE dentro del Área Metropolitana de Buenos Aires. También cuenta con información útil sobre los distintos métodos anticonceptivos con información oficial del Ministerio de Salud de la Nación. “Sé que es un poco ambicioso pero la idea es, en un futuro, conseguir financiamiento para hacer más extensivo este proyecto y que la aplicación pueda funcionar con datos de toda la Argentina. En el norte de nuestro país, por ejemplo, es más difícil la aplicación de la ley y el problema se inicia con que hay muy pocos datos públicos publicados. Entonces es muy difícil saber cuáles son los centros privados que trabajan con obras sociales y que deberían cubrir la IVE", aclara la entrevistada.
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Noelia explica que cuando comenzó a armar los mapas, el trabajo fue artesanal: “Busqué la información municipio por municipio y también a través de datos públicos del Ministerio de Salud de Nación, de CABA y de Provincia de Buenos Aires. Constaté que fueran centros que aún están en funcionamiento y también cuáles brindan el servicio de ginecología”.
La aplicación es la primera creada por una estudiante mujer de la carrera de Ciencia Política que está en funcionamiento en este momento y que se propone armar un red entre personas con capacidad de gestar donde puedan, no sólo acceder de forma rápida y sencilla a la información, sino también a dónde contar la experiencia y el trato que recibieron para ir generando espacios seguros.
“Me impactó la noticia de la niña de Santa Fe cooptada por una red religiosa para impedirle que abortara. Así que en cuanto surgió esta posibilidad a partir de la propuesta del seminario, empecé este proyecto sin dudarlo. Creo que es una manera de evitar que los tiempos se dilaten cuando, en estos casos, cada día cuenta”, relata la creadora de esta aplicación quien, en un mes, usando otras aplicaciones sencillas como Canva, App Inventor y algunos de sus conocimientos sobre programación, logró poner en funcionamiento lo que espera sea una herramienta útil y segura para quien necesite tener a mano información confiable.
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La aplicación cuenta, además, con un acceso directo a la lectura completa de la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo y un otro para denunciar el no cumplimiento. Hay también un formulario para completar de forma anónima donde se puede dar cuenta de la atención y del trato recibido, así como expresar si efectivamente se cumplió con el proceso debidamente y si se dio lugar a la cobertura mediante obra social o prepaga en caso de corresponder.
“Con este formulario pretendo conocer las experiencias de las mujeres, los motivos que las llevan a necesitar la prestación, las edades, si estaban usando algún método anticonceptivo previamente, si estudian, si trabajan, de qué zonas son, si las trataron bien, si se sintieron acompañadas en el proceso. Incluso hay un apartado donde pueden compartir, más allá de todas estas preguntas, algún descargo más personal o algún tipo de catarsis para sentirse escuchadas también”, concluye Noelia.