Desde 2020, la ONU estableció el 18 de septiembre como El Día Internacional de la Igualdad Salarial para visibilizar la brecha salarial que existe entre varones y mujeres. Además, insta a los Estados a impulsar acciones que garanticen condiciones de igualdad. ¿Qué sucede en Argentina al respecto?
La brecha salarial es la diferencia que existe entre el ingreso que perciben los varones y las mujeres en general, no sólo si realizan el mismo trabajo. A nivel mundial, las mujeres reciben el 77 por ciento de lo que es el promedio de ingreso de los varones. Esa injusticia se profundiza en el acceso y condiciones laborales de la población LGTBI+.
En el marco del Día Internacional de la Igualdad Salarial, el Ministerio de Mujeres, Género y Diversidad retomó algunos datos de la última Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del INDEC - Primer trimestre de 2022 para hablar de la desigualdad salarial en Argentina.
En nuestro país, 2,5 millones de mujeres se dedican a trabajos domésticos y de cuidado de forma no remunerada alcanzando el 84 por ciento del total tomado como referencia. El hecho de que las mujeres aporten el 76 por ciento del total de las horas destinadas a estas tareas, reduce sus posibilidades de insertarse en el mercado laboral remunerado y de poder dedicarse plenamente a éste. El informe indica que la tasa de actividad de las mujeres es del 50,2 por ciento mientras que el 68,6 por ciento de los varones se encuentra en actividad. La brecha se acentúa en 18,4 puntos porcentuales.
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Esto sucede, en gran parte, por la división sexual del trabajo que feminiza cierto tipo de tareas y las jerarquiza de manera que se les resta valor y prestigio cuando son centrales en la sociedad, mientras que se masculinizan profesiones mejor pagas y de prestigio. Esta desigualdad se acentúa en la población LGBTIQ+ y les expone a realizar trabajos informales.
A partir de esta exclusión del mercado laboral a que se ven expuestas las mujeres, el 53 por ciento de los hogares monomarentales (los sostenidos por mujeres) se encuentran bajo la línea de pobreza.
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¿A igual trabajo, igual remuneración?
En Argentina, según datos de la última EPH, las mujeres ganan casi un 30 por ciento menos que los varones por la misma tarea. En el ámbito profesional, los varones ganan un 28,6 por ciento más. En el trabajo no calificado, un 35,7 por ciento más y en el asalariado, un 23 por ciento más.
¿A qué se debe esta situación? En parte a la discriminación que sufren las mujeres en variables como la maternidad, la etnia, el color de la piel, la orientación de género, entre otras. Y por otro lado, a la ausencia, hasta el momento, de políticas regulatorias que supervisen y accionen en contra de que se comentan estas discriminaciones.
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En ese sentido, se vuelve urgente la ampliación de licencias por paternidad y maternidad que a su vez sean igualitarias y un cambio educacional y social que permita repartir equitativamente las tareas domésticas y de cuidado. Sumado a ello, deberían tener valor remunerado para que se visibilicen.
Otra de las barreras invisibles que atraviesa de forma transversal a todos los sectores de la economía es que las mujeres se enfrentan a barreras invisibles como el techo de cristal que cohesiona que ocupen cargos de alta dirección y por ende, mejor remunerados.
La finalidad de visibilizar este día es que los Estados accionen en la búsqueda de garantías de igualdad. En Argentina, el Programa Igualar, llevado adelante por el Ministerio de Mujeres, Género y Diversidad, brinda asistencia técnica a organizaciones, sindicatos y empresas para promover el desarrollo económico y productivo del país de forma que se reduzca la brecha salarial.