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El acceso a la jornada completa en las escuelas de CABA y las desigualdades entre el norte y el sur

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Solo 3 de cada 10 niñes acceden hoy a escuelas primarias de jornada completa en el sur de la Ciudad de Buenos Aires. El dato evidencia, una vez más, las desigualdades de estos distritos en relación a los del norte, donde el número asciende a hasta 7 de cada 10. Además, da cuenta de que esta brecha se ha profundizado en los últimos 10 años.

Mientras que el promedio de ampliación de la jornada completa en los distritos del norte (barrios como Villa Urquiza, Agronomía, Paternal, Chacarita y Almagro) entre 2010 y 2020 fue del 7 por ciento, en los distritos del sur (Barracas, Parque Patricios, Pompeya, Villa Soldati y Lugano) fue solo un 4,5 por ciento. Es decir, no se priorizaron los barrios en los que existe mayor demanda, condiciones socioeconómicas más desfavorables y donde la oferta era menor.

“Se puede concluir que el acotado crecimiento de la jornada completa en términos porcentuales implica un nulo incremento en la cantidad total de niños y niñas que acceden a dicha jornada”, sostiene el informe publicado por la legisladora porteña por el Frente de Todos Maru Bielli, que actualizó una investigación realizada por la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ) en 2012.

¿Es lo mismo “jornada completa” y “jornada extendida”?

En los últimos años, la respuesta del Gobierno de la Ciudad consistió en la implementación de la llamada “jornada extendida”, que funciona a contraturno. Este programa permite que les estudiantes de las escuelas de gestión estatal de sexto y séptimo grado tengan tres horas más de clase, tres veces por semana. En los primeros dos años, esto sucede únicamente dos veces por semana.

Desde el despacho de Bielli advierten sobre la necesidad de no equiparar la jornada extendida a la completa. En el primer caso, no solo no se incluye a todos los años del nivel primario y secundario —lo cual repercute negativamente en la rutina diaria de las familias, y particularmente sobre las mujeres a cargo de las tareas de cuidado—, sino que les trabajadores del programa desempeñan sus tareas en condiciones de precariedad. A diferencia del resto les docentes, elles son contratades del gobierno. Es decir, que se encuentran fuera de los derechos y obligaciones establecidos en el estatuto docente, y en muchos casos no poseen título habilitante para estar al frente de un curso.


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“La implementación de Jornada Extendida puede ser transicional pero no exime al Gobierno de la Ciudad de responsabilidad de implementar políticas tendientes a garantizar el acceso equitativo a la jornada completa a todos los y las niñas de la ciudad. Es responsabilidad del Estado que los y las estudiantes puedan transitar más tiempo en la escuela y generar en ese acto una mayor justicia educativa”, subraya el informe.


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