Vos te merecés
mucho más
que compartir
un rato
en el que yo solo
te miro a los ojos
un mate
y silencio.
Pero es lo mejor que tengo
de verdad.
Amor Millennial es un libro de poemas que interroga a toda generación aunque le habla a un público puntual. Invita a pensar y repensar en cada palabra. Siempre aguarda un mimo para quien lee hasta el final de cada estrofa. El texto demuestra la juventud de la autora, una identidad que la define hoja a hoja. A la vez, sus escritos hablan en un lenguaje común para cualquiera que arribe allí: interpelan al amor. ¿Amor de qué tipo? Todo aquel que pase por el cuerpo, a otre y al propio también.
“Tan taurina que duele”. Así se define Vir Sammartino en sus redes sociales, un nicho en el que se siente cómoda para expresarse en la plenitud de sus emociones. Además de ser escritora, es actriz y da talleres de poesía. “Hoy siento que puedo todo porque me siento libre. Y de ser libre me gusta todo -menos- que no estés para acariciarme las alas y decirme cuánto me gusta verte volar”, concluye el libro editado por Peces de Ciudad.
El espíritu en el que se anclan las historias que suceden a lo largo de las páginas es el de aquella persona que pasó por las exigencias de las nuevas tecnologías. Les millennials, esos espectadores nacidos entre 1980 y 1999, son la primera camada que pasa por este novato mapa del amor. Estas nuevas formas de vincularse, siempre cuestionadas, encuentran un sonido armónico dentro de los cuatro apartados que contiene el libro.
La lectura de Amor Millennial se hace breve si se consume con la adicción devoradora que siempre genera la poesía feminista. Aunque, un mate y el silencio son la mejor compañía para su lección.
“Y entre tantas mujeres, las que me habitan y las que me rodean, mi favorita para siempre, es la mujer que sueña”. Así los poemas Entre Mujeres, Idealizándote Valentín y Un Superpoder completan el círculo vicioso que gesta Sammartino en cada verso. Para coronar, #MartínALaDistancia, una historia contada a través de intercambios de mails por una pareja que deja de serlo, no permite desprenderse de su tinta.
En diálogo con Feminacida, la autora del libro contó cómo se creó Amor Millennial:
¿Por qué decidiste ese título?
Cuando empecé a escribir y a compartirlo, me pareció que la mejor manera de hacerlo era a través de un blog al que le puse el mismo nombre. En ese momento, yo leía a muchas poetas españolas como, por ejemplo, Elvira Sastre. Cada vez que leía una nota sobre ellas hablaban de "las poetas millennial". Entonces, me pareció interesante ir por ahí y sentirme parte. Al blog le fue bien, empecé a subir los textos a Instagram con el hashtag amor millennial y así también se dio el título del libro.
¿Cómo creés que vive el amor esta generación?
Creo que hay tantas maneras de vivir el amor como personas en el mundo. Pero a nivel generacional siento que nos permitimos hacer muchas más preguntas que en otras épocas. Qué es el amor para toda la vida, por qué la mujer debe complacer al hombre, por qué no me puede gustar otra mujer. Y eso está buenísimo.
¿Qué opinás de esta nueva camada de de poesía que se expresa a través de las redes sociales?
Me encanta escuchar nuevas voces. Ayer, en clase, hablaba con mis alumnes de este tema. Ya no hace falta tener un libro publicado, ahora es mucho más fácil. Siempre hubo un montón de gente escribiendo y capaz lo anotaban en un cuaderno y se lo guardaban para elles mismes. Tener las redes a mano, ya sea Instagram, Twitter o WhatsApp, te permite compartir lo que tenés ganas de decir en ese mismo momento. Esto pluraliza las voces porque aunque hay personalidades de autoridad con textos muy premiados, a veces no me gustan tanto y, por lo contrario, me gusta más lo que escribe mi hermano o mi prima. Lo que cada une escriba es único porque cada perspectiva es singular. Todos tenemos algo para contar.
¿De dónde surge la historia final del libro?
#MartinALaDistancia surgió de un ejercicio en el taller de escritura de Samantha San Romé. La propuesta era escribir una carta con algunos elementos que ella me asignaba. Hice la carta, la compartí por Instagram y me empezaron a responder "Y, ¿cómo sigue?". Yo no sabía cómo seguía, pero continué escribiendo el ida y vuelta de esos mails que relata la historia. Así se convirtió en una novela epistolar. Personalmente, está inspirada en un viaje que hice a Europa después de separarme, en donde realmente hice ese recorrido y me tomé el atrevimiento de jugar a pensar qué hubiera pasado si me quedaba más tiempo de viaje, si volvía rápido, si me quedaba con esa pareja. Algunos personajes, como el de la gata Fiona, no existían en ese momento. Luego tuve una gata y le puse ese nombre. Sentí que algunas cosas de la historia se hacían realidad.
¿Tus seguidores siguieron leyendo las cartas?
Yo subía las cartas al mismo tiempo que las escribía. No sabía qué final iba a tener la historia. En se momento se generaba mucho feedback con mis seguidores, entonces aproveché ese ida y vuelta para hablar de las cosas que tenía ganas. Hice foco en el amor a la distancia, en las relaciones libres y generé largos debates con las temáticas que elegí.