Sin lugar a dudas el mes de marzo se vuelve un mes de reflexión y concientización para los feminismos: los reclamos por igualdad de derechos están más que nunca en agenda, aunque la realidad es que no descansan. Entre las deudas pendientes en materia de violencias de género, aquellas que se ejercen en el ámbito digital y de las TIC están bajo un halo de espera. En 2022 se presentaron dos proyectos al respecto, Ley Olimpia y Ley Belén, pero ninguno fue tratado en el Congreso. Entonces, vale preguntarse: ¿Qué pasó? ¿Qué falta? ¿Por qué aún seguimos esperando las leyes que contemplen que lo virtual también es real y que la violencia que se da en las TIC también es violencia de género?
En relación al estado parlamentario de las leyes, la diputada Mónica Macha comenta a Feminacida que “el proyecto de Ley Belén está en la comisión de Legislación Penal. Hubo acuerdo en relación a un texto consensuado y la idea es que este año se pueda trabajar y avanzar”. Todo indica entonces que al menos un paso en el juego de la oca legislativo se ha podido avanzar. Por otro lado, continúa Macha: “La Ley Olimpia está en la comisión de Mujeres y Diversidad que me toca presidir a mí, de modo que la idea es construir los consensos para poder tratarla rápidamente”.
La búsqueda de estos consensos es entonces la parte más compleja, ya que distintas fuerzas políticas, con intereses muchas veces contrapuestos deben entenderse para llegar a la meta y que las leyes entren a tratamiento en el recinto del Congreso. La diputada explica: “Para avanzar necesitamos los acuerdos políticos para poner ambos proyectos en tratamiento lo más rápido posible. Poder tratar estos proyectos depende de lograr un acuerdo con Juntos por el Cambio”.
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Sin embargo, a pesar de entender los procesos que conlleva sancionar leyes, hay una realidad que avanza, muchas veces invisibilizada, y es la que tiene como protagonistas a las víctimas de violencia de género digital.
Laura Balbastro es psicóloga y miembro de la organización Gentic. Consultada por Feminacida, considera que “a partir de la sanción de estas leyes las víctimas van a encontrar un lugar de referencia, van a encontrar soporte, sosten, mayor seguridad, van a tener un entramado social en donde apoyarse y no van a tener la indefensión que se vive ahora”.
Hoy en día quién sufre una situación violenta dentro de las TIC no tiene espacios formales, legales ni administrativos a dónde recurrir. Por este motivo, continúa la licenciada Balbastro: “Si no normalizamos estas cuestiones se va a incrementar cada vez más esta situación de violencia, entonces necesitamos que el estado intervenga y que ponga un coto, que limite y ponga un encuadre. Además esto permitirá que las víctimas sepan a dónde recurrir, dónde denunciar y qué medidas pueden pedir en caso de sufrir estas violencias”
Las lógicas patriarcales de dominación, donde los varones cis ejercen su poder simbólico y se creen con la potestad de enviar contenido sexual sin ser solicitado, de difundir imágenes íntimas sin consentimiento, de hostigar y atacar sistemáticamente en redes sociales, solo por ejemplificar con algunos tipos de violencia, va en aumento. Entonces no podemos negar la urgencia de educar en la existencia de estos ultrajes para limitar que las violencias analógicas se trasladen a los ámbitos digitales. Ningún tipo de violencia debería ser tolerada y todas deben ser erradicadas, pero las que suceden en torno a las TIC están aún más invisibilizadas.
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La Ley Olimpia busca ampliar nuestra ley de prevención de las violencias de género (Ley N° 24685) permitiendo tipificar e incluir cómo violencia de género aquella perpetrada desde las TIC. Desde ya que esta tipificación va acompañada de políticas preventivas, con fuerte énfasis en la educación digital y en crear medidas de protección para las víctimas. En el caso de Ley Belén (en conmemoración a Belén San Román, víctima fatal de extorsión por difusión de imágenes íntimas) se pretende incorporar a nuestro Código Penal los delitos de obtención y difusión sin consentimiento de material íntimo y/o de desnudez. Ambos escritos fueron impulsados y trabajados colectivamente por las organizaciones Ley Olimpia Argentina y Gentic, junto con la Diputada Mónica Macha.
Exigir el tratamiento de la Ley Belén y Ley Olimpia, poner sobre la mesa las consecuencias de estas violencias y las imposibilidad actuales de actuar ante ellas, es hoy punto clave en nuestra agenda transfeminista, en marzo y todos los meses, hasta que sea ley. Porque cada vez habitamos más espacios virtuales y necesitamos entornos seguros, protegidos y regulados, sin violencia ni maltrato, porque lo virtual también es real. Y será hasta que el mundo sea más igualitario, menos violento, también en internet.