Úrsula quería ser la última. “Si un día no vuelvo, hagan mierda todo”, había posteado en sus redes sociales. A pesar de las múltiples denuncias radicadas y los pedidos de ayuda, su ex pareja y policía de la Bonaerense, Matías Ezequiel Martínez, violó la perimetral que se le había impuesto y la asesinó. Por ella, por las que no están, y por las que todavía estamos, una multitud se movilizó esta tarde en los distintos Tribunales del país exigiendo justicia. “Le prometí a mi hija abrazada en un cajón, después de haber sido apuñalada y degollada por su femicida, que le iba a hacer justicia para que ella sea la referente de todas ustedes, chicas, que están luchando”, declaró su mamá, Patricia Nasutti, frente a una Plaza Lavalle repleta de pancartas, banderas y bombos.
17F: Por Úrsula, por todes
Todavía no eran las 17 horas cuando las primeras pibas empezaron a llegar para copar las calles. Convocada para la tarde, cientos de personas concentraron en las inmediaciones de un Palacio de Tribunales para exigir justicia por Úrsula Bahillo, la joven de 18 años asesinada por Matías Ezequiel Martínez, su ex pareja y policía de la Bonaerense. “Nunca pensé que iba a tener que estar acá por mi hija”, manifestó su mamá, Patricia Nasutti, a los medios de comunicación y a todxs lxs presentes.
El caso de Úrsula entrecruza y condensa una serie de puntos que los feminismos denunciamos hace tiempo: la violencia de género como punta del iceberg, pero también la impunidad policial, el abandono estatal y la complicidad judicial. “Creo que su femicidio es como una herida que todo el tiempo está abierta y que otra vez nos hizo sentir un profundo dolor porque todas las redes que tendemos, las consignas que planteamos, todos los pedidos que hacemos de que denuncien, de que pidan ayuda, ella los hizo, y aún así el Estado llegó tarde”, explicó a Feminacida Mayra Mendoza, intendenta de Quilmes.
“El movimiento de mujeres está otra vez en las calles exigiendo lo que venimos pidiendo hace seis años: justicia por las mujeres que denuncian violencia”, planteó la dirigente nacional del Partido Obrero y el Plenario de Trabajadoras, Vanina Biasi, en diálogo con Feminacida, y detalló: “Queremos que se crea en su palabra, que el Estado tenga dispositivos para atender las emergencias, que haga el seguimiento de los hombres que son denunciados. Eso es todo lo que no pasó en el caso de Úrsula, en el caso de Fátima Acevedo, en el de Esther Mamani y en el de muchas otras”.
Según datos de la organización MuMalá -Mujeres de la Matria Latinoamericana-, en lo que va del 2021 se registraron un total de 35 femicidios. Es decir que una mujer es asesinada cada 29 horas en Argentina. “Creo que las mujeres nos tenemos que poner de pie nuevamente, tenemos que salir a la calle y hacer realidad lo que decimos: que nuestro poderoso movimiento denuncie que el Estado es responsable y que se tienen que tomar las medidas necesarias. No podemos aceptar que muera una mujer por día víctima de la violencia machista”, agregó Myriam Bregman, la dirigente del Partido de los Trabajadores Socialistas, consultada por este medio.
Es urgente: necesitamos una reforma judicial
A pesar de que Martínez tenía denuncias previas por amenazas y violación, los pedidos de ayuda de Úrsula fueron sistemáticamente desoidos y desestimados. "Úrsula avisó, fuimos a hacer la declaración y les chupó un huevo. Nos dieron un papel de mierda y nada más y hoy mi amiga está muerta. Ojalá se haga justicia por ella y por todas", tuiteó una amiga de la joven junto con una captura de pantalla en la que se leían los mensajes que habían intercambiado por WhatsApp. El femicida se encuentra actualmente detenido en la Unidad Penitenciaria Nº 49 de la localidad de Junín.
Los datos evidencian un problema sistémico: entre el 2010 y 2020, al menos 48 mujeres fueron asesinadas en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) por sus parejas o ex parejas policias. Las banderas de la marcha de este 17F retomaron este punto y volvieron a poner sobre la mesa la urgencia de llevar adelante una reforma judicial con perspectiva de género. Si bien Patricia Nasutti comentó que no quiere referirse a cuestiones partidarias, horas antes de la convocatoria el Presidente de la Nación, Alberto Fernández, la recibió junto a su familia en Casa Rosada y expresó su voluntad de trabajar en conjunto.
“Tiene que cambiar todo. Lo primero que tiene que haber es voluntad política de que no haya una muerta más. Hay que hacer una reforma profunda de la justicia en términos feministas, pensar el abordaje de la violencia por razones de género desde una perspectiva que tenga en cuenta a las víctimas. Tenemos que sacar a la policía como única interlocutora en la recepción de las denuncias. Hay muchas cosas que modificar, pero necesitamos un cambio profundo, judicial, policial y también de la sociedad entera”, argumentó a Feminacida la periodista y activista Marta Dillon.
A su vez, Mendoza recalcó la necesidad de velar por la efectiva implementación de la Ley Micaela, que establece la capacitación Obligatoria en Género para todas las personas que integran los tres poderes del Estado: “Necesitamos que se formen. Y la formación no es una foto, es un proceso. Debe ser una actualización permanente. Necesitamos que se reconozcan nuestros derechos y que sean aplicadas las leyes que tenemos”, analizó. “Para terminar con el patriarcado hay que terminar con el sistema capitalista, pero en ese camino y en esa lucha hay miles de medidas que se podrían tomar para evitar un montón de muertes. Lo que pasa es que la plata se destina a otras cosas”, añadió Bregman.
Presente en la agenda de los medios de comunicación desde la semana pasada, el femicidio de Úrsula estremece por lo alevoso de la desidia judicial y estatal. “Me callé siempre hasta que me vi muerta”, le había dicho a su amiga. Ese era el motivo por el que había ido a hacer la denuncia. Y ningún área, ningún consejo, ningún ente actuó a tiempo.
“Le prometí a mi hija abrazada en un cajón, después de haber sido apuñalada y degollada por su femicida, que iba a hacer justicia para que ella sea la referente de todas ustedes, chicas, que están luchando”, recordó hoy su mamá en la movilización.
Patricia, tu hija ya es bandera. Y la memoria feminista no olvida.
Fotos: Micaela Arbio Grattone