Tres latidos de pulmón artificial es la obra de cierre de la trilogía de Nicolás Blandi, director y dramaturgo. Luego de La Teoría del Olvido y Los Meridianos (Teoría sobre el Encuentro) llega La Teoría del Artificio para culminar esta investigación. Cuatro amigas de toda la vida se van a pasar juntas el fin de semana a una invernal ciudad costera, con el objetivo de celebrar un ritual antiguo. Una de ellas guarda un secreto. El día que se propone a compartirlo sale a comprar churros en el lugar preferido por todas, ignorando que ese viaje a la churrería se volverá un acontecimiento trascendental para su existencia.
Desde el principio, la propuesta espacial ofrece cuerpos objetos, entes espaciales, un escenario tan apocalíptico como nuestra vida cotidiana. El escenario repleto de basura, desde el suelo hasta la luna, habitado por dos seres musicales, casi vagabundos. A medida que avanza la obra vamos comprendiendo que la vida de las mujeres que están en el escenario también son objeto de una sociedad que no da lugar al deseo femenino.
La propuesta lumínica, sonora y espacial invita a un mundo onírico. El código de actuación despierta risa y también emoción, la presencia de la técnica del clown rompe la cuarta pared e invita a ser cómplice de cada emoción que inunda el escenario.
Dentro de este universo se desarrolla una historia aparentemente costumbrista. Samanta, Abigail, Sofi y Laura son cuatro amigas que se van de viaje para despedir la soltería de una de ellas. Son amigas de toda la vida, incondicionales y también ajenas en muchos sentidos. El pasado las une, pero hay sombras que desconocen. Sobrevuela la sospecha de que algo no es real y, aunque todo indique que sí, una de ellas no acepta que la realidad sea tan artificial.
El sistema capitalista impone reglas y para las mujeres un rol: ser objeto de consumo masculino. Muchas de nosotras hacemos fuerza para encajar en lugares donde nuestro deseo no entra, no hay lugar para nuestra humanidad. Laura no está dispuesta a seguir y no logra aceptar que sus amigas sí lo hagan. Las amarras de la vida dan contención y certezas, pero también aprietan y limitan, muchas veces hasta empujarte de tu propia vida.
Utilizando de manera estratégica y lúdica, el director y dramaturgo Blandi le saca jugo a la libertad escénica. Mezcla ciencia ficción, costumbrismo, clown, música, actualidad y folclore en 70 minutos. El ritmo de la obra es llevadero, la prolijidad entre las actrices y la música es admirable. La obra está llena de guiños para quien sepa observar.
Se destaca, además, el estremecedor monólogo de Florencia Cibeira, la dulzura y virulencia de Mailen Dastoli, la tenacidad de Antonella Fontana, la presencia escénica de Patricia Gayoso y el trabajo vocal, físico y expresivo de Pilar Rodríguez Rey. Las próximas funciones son los viernes 25 de marzo, 1 y 15 de abril a las 21 horas en el Beckett Teatro (Guardia Vieja 3556, Capital Federal).
Entradas a la venta por Alternativa Teatral. Click acá para conseguir las entradas.
Ficha artístico-técnica
Dramaturgia: Nicolas Blandi
Actúan: Florencia Cibeira, Mailen Dastoli, Antonella Fontana, Patricia Gayoso, Pilar Rodriguez Rey
Diseño de escenografía: Guido Llordi, Santos Gabriel Raso
Diseño de luces: Fernando Chacoma
Música original: Nicolas Blandi, Federico Meier
Comunicación: Marcos Mutuverría
Diseño gráfico: Tatiana Zambianchi
Asistencia artística: Florencia Bonetti
Producción Fotográfica: Pororoca Films
Producción: Ceta Teatro, Santos Gabriel Raso
Dirección: Nicolas Blandi