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Cuidar la salud sexual, una prioridad y un derecho

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El 13 de febrero es el Día Internacional del Preservativo. En las vísperas de San Valentín esta es una manera de promover su uso de un modo “más atractivo”, ya que luego de 40 años del primer diagnóstico de VIH, este método sigue siendo el más efectivo y accesible para combatir las enfermedades de transmisión sexual a la vez que los embarazos no planificados. 

Desde su creación en 1830 fue modernizándose hasta convertirse en los diversos modelos que conocemos hoy: los hay de colores (hasta flúo), texturados, más o menos lubricados, más grandes o más ajustados y hasta con accesorios, por ejemplo un anillo vibrador. A pesar de todo esto, la última encuesta de AHF Argentina indicó que de las 6.814 personas encuestadas, solo el 17 por ciento utiliza el preservativo en todas sus relaciones.

¿Y qué pasa con el otro 83 por ciento? Respondió que lo utiliza “algunas veces o nunca” y el 38,8 por ciento de las personas mayores de 50 prefirieron no responder la pregunta. “Esta caída en el uso del preservativo viene acompañada de las infecciones de transmisión sexual (ITS) más frecuentes como sífilis y gonorrea. Si bien el VIH es una infección que movilizó la masividad del uso del preservativo, no es de las más frecuentes y hoy las personas ya no le tienen tanto temor. Hay una idea de que ‘todo es curable’, lo que puede haber colaborado con la disminución de uso además de la reducción de campañas que lo fomenten”, ilustra Estela Pristupin, médica ginecóloga a cargo de la cuenta de Instagram “Gineco Inclusiva”.

Un tabú que persiste

“El mayor problema que encontramos en la encuesta es que en mayores de 50 años aún hay cierto tabú respecto a hablar de sexualidad, por eso prefieren no responder a la pregunta de si usan o no preservativo”, aseguró Natalia Haag, directora de testeo y prevención de VIH de AHF Argentina. Y agregó: “Si bien hay una reducción de su uso en todas las edades, los y las jóvenes admiten no usar preservativo en todas sus relaciones sexuales”. 

El estudio mostró que en 2020 sólo el 3 por ciento de los adolescentes lo usó siempre, y el 10 por ciento de les jóvenes. Mientras tanto, en el 2021 se observó el uso en el 5 por ciento de los adolescentes y el 13 por ciento en jóvenes.

Entre quienes nunca utilizan preservativos, el 19,7 por ciento mencionó en la encuesta que si su pareja lo propusiera facilitaría su uso, ya que sigue siendo estigmatizado el querer incorporar el condón en la pareja. y no visto como una posibilidad de salud sexual protegida y placentera. Al respecto, Haag sostiene: “es necesario repensar las políticas de distribución y de acceso al insumo. Deben estar más al alcance de la mano, no sólo en hospitales y centros de salud sino también en boliches, bares, escuelas, clubes de fútbol. En cualquier lugar que facilite su acceso”.

Entre las causas que ayudarían a utilizar más preservativos, una de las frases más mencionadas en la encuesta es "tenerlos a mano cuando los necesito" y “que sean más económicos”.

Los métodos anticonceptivos son un derecho

El derecho a elegir el método anticonceptivo está reconocido en la Ley 25.673 de Salud Sexual y Procreación Responsable. También es un derecho establecido en la Ley 26.130 de Anticoncepción Quirúrgica acceder gratuitamente en hospitales y centros de salud, obras sociales y prepagas a un método anticonceptivo de los incluidos en el Plan Médico Obligatorio: preservativos, pastillas, inyectables, DIU, anticoncepción de emergencia, anticoncepción quirúrgica (ligadura tubaria y vasectomía) e implante subdérmico, sin importar la edad de la persona que lo solicite así como también acceder a información y preservativos en forma autónoma, sin necesidad de acompañamiento o autorización de una persona adulta. Desde los 13 años, de acuerdo al Código Civil y Comercial, es un derecho acceder en forma autónoma a todos los métodos anticonceptivos reversibles.

Sin embargo, aún hay una gran deuda para con las personas que quedan fuera de las prácticas sexuales cisheteronormadas que no consiguen un preservativo para vulvas. Al respecto, Natalia Haag explica: “otra dificultad con la que no encontramos respecto al uso del preservativo es que la mayor centralidad de difusión de su uso y provisión del recurso de forma gratuita se da en el caso de preservativos peneanos. Si bien el Gobierno Nacional en 2022 compró una poca cantidad de preservativos vaginales o internos como para apaciguar la demanda, es insuficiente”. A su vez, el proyecto “Acceso y promoción de profilaxis inclusiva” es el nombre del proyecto de Ley presentado en el año 2020, por Lucía Cámpora, legisladora por el Frente de Todos en CABA aún no ha sido tratado. 


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El proyecto gestado en conjunto con el Proyecto Preservativo para Vulvas tiene como objetivo garantizar la distribución gratuita y el acceso a campos campos profilácticos industrializados y otros métodos que se creen en un futuro.

En esa misma dirección, en el 2021 el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Educación realizó una convocatoria a través del programa ImpaCT.AR para la promoción, investigación y financiación de proyectos de impacto, entre ellos la creación de un preservativo para las prácticas vulva-vulva con el objetivo de saldar una deuda pendiente con el colectivo LGBTIQ+ en materia de derechos sexuales.

Algunos mitos para erradicar

Son muchos los mitos que rodean el uso de preservativos y otros métodos de profilaxis. Es importante desmentirlos para que todas las personas puedan decidir de qué manera cuidarse:

El preservativo es el único método anticonceptivo que también previene infecciones de transmisión sexual y se usa desde el comienzo de la relación sexual hasta el final. Esto incluye el juego previo, el sexo oral, el sexo vaginal y anal. Su uso correcto amplía su efectividad aunque hay que tener en cuenta que para infecciones como el VPH (Virus del Papiloma Humano) o el Herpes Genital, cuando el foco de transmisión (verrugas o llagas) se encuentra por fuera de las partes que cubre el preservativo, la infección puede darse de todas maneras.

Para usarlo correctamente es necesario comprobar que el sobre tenga aire y no esté vencido. Cuando termine la relación sexual es importante retirar el preservativo del pene y antes de que pierda la erección para evitar que el semen se derrame. 

Para practicar sexo oral, anal o vaginal, o en frotar genitales entre mujeres también podés hacer un campo de látex a partir de un preservativo.

Es importante también utilizar sólo lubricantes a base de silicona o agua, y no a base de aceite, ya que pueden dañar el látex. Nunca usar dos preservativos al mismo tiempo porque no es necesario y porque puede provocar roturas. Es importante cambiar de preservativo luego de cada tipo de relación y también después de una eyaculación, o con cada erección nueva.

Elegir el talle adecuado. Si se siente demasiado apretado o no llega a la base del pene, probablemente no sea el talle correcto. 

En caso de alergia al látex existen algunos fabricados con poliuretano u otros materiales que son aptos para personas con esta alergia.

En caso de que el preservativo se rompa, se puede consultar en el centro de salud más cercano dentro de las 12 horas de la situación de riesgo. Un profesional evaluará si es necesaria la profilaxis post-exposición para prevenir el VIH y la anticoncepción hormonal de emergencia.

Por cualquier duda podés llamar a la línea de salud sexual gratuita que ofrece el Programa Nacional de Salud Sexual y Reproductiva 0800-222-3444. 


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