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Otra niña y van...

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Angelina Cáceres desapareció hace un mes y dos días.  La última vez que la vieron salía de su casa del barrio Juan Bautista Alberdi, en Chaco, para dirigirse a una iglesia evangélica. Según cuenta su padre Angelina tiene retraso madurativo e hipotiroidismo. “Ella me ayudó a pelar fruta para la ensalada (en la víspera de Navidad). Me dijo que iba a ir a la Iglesia y me pidió $10 para comprar golosinas. Se bañó y se fue. Los feligreses me dijeron que ella estuvo ahí, pero que a la mitad de la misa se fue. Calculo que ahí salió a comprar las golosinas y no volvió más”, contó en el momento en que el caso se dio a conocer en los medios de comunicación. En el caso hay un solo detenido Jorge Peralta, un joven de 21 años que hablaba con ella a través de las redes sociales.

Una espera que se hizo eterna

La odisea comenzó el el 23 de diciembre pasado, la familia buscó con desesperación a su hija de 13 años. Fue Daniel Cáseres quien le comentó a la policía quien podía ser el culpable el 4 de enero.  Juan Diaz, el abogado que representa a la familia de Angelina, presentó por escrito el pedido de la detención y del cambio de caratula a "Trata de personas". La detención de Peralta recién se realizó el 15 de enero luego de encontrar conversaciones por Facebook entre la víctima y el acusado, gracias a que el hermano de Angelina logró entrar a su cuenta. 
En febrero la niña cumpliría 14 años.   Las sospechas siempre giraron en torno a que sea otro caso de grooming. Esta mañana, según detallan fuentes policiales, agentes y la familia se acercaron a la zona donde apareció el cuerpo. Al parecer el dato surgió del peritaje del celular del único detenido en la causa.
Pasadas las 20 horas  el Fiscal en turno Francisco De Obaldía Eyseric aún no había podido confirmar que el cuerpo hallado en el lugar pertenecía a Angelina. Debido a su avanzado grado de descomposición, el Fiscal pidió que se analicen su ficha odontológica. El padre fue quien confirmó que el cuerpo pertenecía a Angelina horas después de realizar el debido reconocimiento.  A las 17.30 se había programado una conferencia que se cambió para las 20 horas en la Casa de Gobierno. Grupos cercanos a la familia concentran a la espera de respuestas. 

Acoso en las redes sociales

Según informó el Poder Judicial porteño los casos de grooming aumentaron un 35% en la Ciudad de Buenos Aires entre 2014 y 2017. Desde 2012, se abrieron 20.000 investigaciones. Como informa un estudio realizado por la ONG Grooming Argentina, tres de cada diez personas no saben de qué se trata este tipo de acoso.
En Argentina el Grooming es un delito penal desde que se sancionó la Ley 26.904 el 13 de noviembre del 2013. Los expertos en tecnología abrieron varios debates al respecto de la efectiva aplicación de esta ley. Las miradas están puestas en que los conceptos detallados no tienen real claridad ni sustento. En la aprobación y luego la complementación de la misma, el Senado no consideró las modificaciones que se habían consensuado en el tratamiento previo en la Cámara de Diputados.
“Lamentamos muchísimo que no se hayan tenido en cuenta las modificaciones que se hicieron en la Cámara de Diputados y que se haya insistido con un proyecto que va a ser inefectivo y que va a traer muchos problemas en términos de garantías penales”, comentó en 2014 a Information Technology Eleonora Rabinovich, directora adjunta de la Asociación por los Derechos Civiles (ADC).

Las víctimas son mujeres

Otra vez las víctimas tienen género. En el conteo, siempre que se ponen sobre la mesa los números que deja la violencia, las mujeres salen perdiendo. Según la ONG Grooming Argentina 8 de cada 10 jóvenes establecen conversaciones con desconocidos a través de las redes sociales y la mayor cantidad de víctimas son niñas. Los resultados de una sociedad que comercializa los cuerpos femeninos, exige la juventud estética y  cosifica bajo las normas patriarcales no pueden ser otros que los que dan como resultado 21 muertas en 25 diás transcurridos del 2019. La realidad asusta y golpea cuando el estado no moviliza acciones para hacer cumplir las leyes sancionadas.


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