La esquina céntrica santafesina de Suipacha y 25 de Mayo ya no luce como en 2009. Durante gran parte de aquel año, Natalia Acosta estuvo parada ahí, esperando a sus clientes. A los 21 años, ejercía la prostitución y estaba en pareja con Eduardo Daniel Ruiz, para quien “trabajaba” en aquella esquina. En la madrugada del 29 de mayo del 2009 fue llevada por Osvaldo Gabriel Cerri a un “club nocturno” llamado Místico.Cerri se presentó ante ella como uno de los dueños del mencionado local. Le ofreció un mejor trabajo. Desde entonces, nadie puede decir a ciencia cierta qué pasó con ella. Hoy, casi una década sin Natalia, el pedido por su aparición con vida se hace más fuerte.
Mientras el tiempo pasa y algunas cosas van cambiando, este caso sigue dando pistas que complejizan la situación. Por el tiempo transcurrido, parece que este es uno de los desafíos más difíciles para la justicia de la provincia de Santa Fe. Sin embargo, diversas organizaciones sociales no dudan en afirmar que Natalia no aparece porque nunca se la buscó. La falta de asesoramiento jurídico a la familia Acosta fue evidente desde el primer momento y se notó un avance importante a partir del 2016.
Las caras visibles de esta lucha por la aparición de Natalia, son las del padre y la madre, Ariel y Mari. Siempre van a todas las actividades con fotografías de su hija y una bandera con números de teléfono y la frase “Natalia te seguimos buscando, tus papis”. El año pasado, participaron en la ciudad de Santa Fe de las “Jornadas Natalia Acosta”. Se intentó llegar a un protocolo de búsqueda de mujeres desaparecidas. Allí, relataron cómo transcurrió todo con el paso de los años. Ariel contó que apenas desapareció su hija, con Mari “…fuimos a la Comisaría 1ra, hablamos con un amigo de la policía y me dijo, ‘mirá, lo que yo puedo hacer es hablar a los hospitales para ver si ella no está accidentada o algo le pasó…’ Habló a todos… buscó, buscó, buscó… y no estaba ella. Bueno, hicimos la denuncia y en ese momento empezó la búsqueda de Natalia”.
Ariel siguió contando: “a los días, cuando intervino trata de personas, preguntando nos enteramos que ella estaba invitada a bailar el caño en Místico por una persona que se hizo pasar por dueño. Fuimos y denunciamos a Místico con trata de personas. Fueron a investigar a ver qué pasaba en ese boliche bailable y no se encontró nada, supuestamente. Pero sí lo quisieron investigar al dueño que no sabíamos quién era…. Darío Boscarol, diputado provincial y su hermano, Claudio Boscarol. Bueno… era algo pesadito vio’…”
Pese a los avances en la investigación, de Natalia aún no hay rastros. Por eso, como hace ya varios años, este 29 de mayo, en aquella esquina se realizó una volanteada. Ariel y Mari estuvieron presentes junto a diferentes organizaciones sociales que acompañan y apoyan el pedido de aparición con vida de Natalia. A casi diez años de su desaparición, a Natalia la seguimos buscando.
Cronograma de avances en el caso:
En 2009, el juez provincial Darío Sánchez y la fiscal Cintia Gómez, del fuero federal, fueron las primeras autoridades en tomar el caso. Pero no establecieron medidas concretas para dar con el paradero de Natalia. No se profundizó en la investigación de Eduardo Daniel Ruiz, pareja de Natalia en ese entonces.
En 2011 se supo que el celular de la joven fue encontrado el mismo año de su desaparición en un operativo que realizó la Gendarmería Nacional. No se lo tuvo en cuenta como prueba.
El 11 de agosto del 2013, la Justicia Electoral registró un certificado en el que Natalia justificaba que no iba a ir a votar y, a la vez, otro de emisión de voto. Como no se investigó esta situación, las pruebas que habrían podido echar luz sobre el caso, se perdieron.
En 2016, intervino la Organización de las Naciones Unidas, exigiendo al gobierno argentino que el caso sea tomado como “desaparición forzada”. Mientras tanto, sólo era investigado como “pedido de paradero”.
En el mismo año El “club nocturno” Místico fue clausurado.
Osvaldo Gabriel Cerri declaró que no estaba en Santa Fe al momento de la desaparición y que no recordaba a Natalia. Sin embargo, su celular y el de ella se activaron aquella noche en la misma zona geográfica. Recién en 2017 fue detenido.
En 2017, Juan Carlos Cisneros, uno de los dueños de Místico, fue condenado por “promoción y facilitamiento de la prostitución”. En sus declaraciones, señaló a Marcelo Boscarol y Oscar Burtnik como sus socios. El primero, vicepresidente de la empresa provincial de aguas y hermano de un diputado provincial y un ex diputado. El segundo, actualmente se desempeña como camarista penal.
Se allanó el año pasado la casa de Osvaldo Cerri. Hasta el momento no hay resultados concretos, pero se habrían hallado algunos rastros en prendas de vestir.
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