Más de 40 organizaciones convocan a movilizarse en todo el país en el marco de la Semana Mundial del Parto Respetado el próximo 17 de mayo. En Buenos Aires la convocatoria es en la Plaza del Congreso de la Nación, donde se procederá a leer una Declaración Conjunta. También se hará entrega de un petitorio a la Cámara de Diputados exigiendo el tratamiento y sanción de todos los proyectos de ley relativos a la temática, entre ellos: Capacitación Obligatoria al Personal de Salud en violencia ginecoobstétrica, Casas de Partos y Ejercicio Profesional de licenciades en Obstetricia.
Luján Arcidiácono es doula, politóloga, feminista y coordinadora de la campaña Mi parto, Mi decisión. En entrevista con Feminacida cuenta cuáles son los objetivos de la campaña: “Concretamente se busca impulsar una serie de proyectos de ley que van a generar cambios importantes en el modelo asistencial. Si bien la ley 25.929 de Parto Humanizado habla de los derechos de las mujeres y personas gestantes en relación al proceso de parto, postparto y embarazo, es una ley que no habla de obligaciones. Está muy bien que conozcamos nuestros derechos pero la realidad es que en una situación de tanta vulnerabilidad como lo es el momento del parto, difícilmente las personas pueden exigir, con todo lo que ello implica, que éstos se cumplan”.
La ley de 2004 establece algunos derechos como la posibilidad de tener un parto normal, que respete los tiempos de cada persona gestante, el respeto a la intimidad, poder elegir quién acompañará durante el trabajo de parto, el parto y el posparto; que el o la bebé esté en su cuna al lado de la persona que dio a luz durante toda la internación (a menos que necesite cuidados especiales) y que también las familias reciban toda la información necesaria, en un lenguaje claro, sobre el estado y la evolución del parto y del bebé. Al respecto, Arcidiácono agrega: “Para que la ley se cumpla es necesaria la capacitación obligatoria del personal de salud. En Argentina no hay una capacitación de referencia en esta temática y mucho menos una con perspectiva de género y derechos humanos. Existen algunas aisladas que se llevan a cabo aleatoriamente y que están orientadas a prácticas o intervenciones concretas. Es decir que abordan un aspecto del problema pero el de la violencia ginecobstétrica es estructural y cultural”.
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La Comisión Nacional Coordinadora de Acciones para la Elaboración de Sanciones de la Violencia de Género (CONSAVIG), quien entre sus actividades se encuentra la recopilación y publicación de estadísticas sobre las denuncias por violencia obstétrica, obtuvo en los análisis de sus registros que en 2017 se registraron 89 denuncias por violencia obstétrica en dicho organismo; en 2018 fueron 42; en 2019, 36; en 2020, 49 y durante 2021 se identificaron 52. Entre las prácticas, situaciones y/o condiciones de atención que incurren en violencia obstétrica durante 2021, el 75 por ciento de las denuncias recibidas estuvieron vinculadas con el trato deshumanizado; el 52 por ciento con el no respeto de la decisión de la mujer; el 44 por ciento, con la negación de acompañante. Por otra parte, el 44 por ciento se relaciona con la falta de información y se identificaron y el 17 por ciento con episodios sobre violación a la privacidad e intimidad.
También hubo otras denuncias en relación a patologización/medicalización de los procesos reproductivos de las mujeres y personas gestantes, obstáculos o limitaciones en el contacto con les hijes y denuncias vinculadas a prácticas de cesárea.
En ese sentido, el proyecto de ley de Ejercicio Profesional de les licenciades en Obstetricia es necesario y urgente. Sobre este tema, la profesional consultada amplía que tiene como objetivo actualizar el marco normativo para jerarquizar su labor y reivindicar su rol sanitario y político en la salud sexual y reproductiva.
La ley vigente es la N° 17.132/67 y está "desactualizada" e "incompleta", tanto por los cambios diagnósticos y tecnológicos de las últimas décadas, por la formación y educación de les profesionales en nuestro país y en el mundo entero, como así también por las demandas de las personas a quienes se les brinda cuidados. “Entendemos que esta ley va a permitir un ejercicio más autónomo de la profesión de las parteras y eso también va en línea con todas las recomendaciones internacionales. Se sabe que los modelos asistenciales que mejor funcionan, con menores índices de violencia gineco-obstétrica, tienen un modelo en donde la primera línea de atención está a cargo de parteras y licenciadas y licenciados en obstetricia”, remarca Arcidiácono y agrega: “Por eso también abogamos por ese modelo y en línea con esas recomendaciones, aparece la ley de casas de parto que son escenarios de nacimientos de baja complejidad, seguros regulados y llevados adelante por personal idóneo que va de la mano con lo anterior y con el rol de las puericultoras que debieran ser reconocidas como profesionales de la salud también”.
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El arte sana
La convocatoria del próximo 17 de mayo en la plaza del Congreso de la Nación contará también con una performance con música en vivo de la mano de la artista Popen: compositora, cantante, productora y madre que se presentará con una performance que recrea experiencias de partos y situaciones que viven quienes gestan y dan a luz con la intención de visibilizar esta forma de violencia desde el arte.
“Es inmenso para mí que mi música esté acompañando y representando esta experiencia. Me emociona y me conecta con la Popen rota, puérpera y sola con un bebé en casa”, relata la artista, quien es la creadora de Obra Madre, un trabajo conceptual de 15 canciones divididas en cuatro partes: “Fecunda”, “Gestación”, “Parto” y “Puerperio”. “A raíz de haber creado Obra Madre se me han acercado muchas personas que han resonado con mi trabajo. Desde personas y mujeres madres que me han agradecido por ponerle voz a la experiencia de la maternidad o para contarme sus relatos de parto, o sus experiencias personales hasta organizaciones feministas. Eso hace que, desde mi lugar de madre en esta sociedad, no me sienta tan sola. Es lo que refuerza mi voz, la que uso para decir lo que quiero decir siendo consciente de que esta es una cuestión colectiva”, continúa.
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Además, el track creado por Popen especialmente para este evento a partir de dos de sus canciones, se usará en otras partes del país y en España, donde se replicará la convocatoria a la marcha y donde se realizarán, además, diversas actividades.
La Campaña nacional contra la violencia obstétrica “Mi parto, Mi decisión”, junto con más de 30 organizaciones, luchan contra las desigualdades y violencias contra mujeres y diversidades. “Esta marcha es importantísima. Este no es un problema exclusivo de las mujeres o personas gestantes. Es un problema sobre la autonomía de todos los procesos sexuales reproductivos y no reproductivos. Es reclamar la soberanía, la libertad de decidir, es exigir que se nos respete, que no se nos toque, corte, mutile o medique sin consentimiento, es poder estar acompañadas de las personas que elegimos, es que no nos separen de nuestros bebés innecesariamente”, expresan desde la Campaña.
Abogar por mejores escenarios de nacimiento y por la soberanía de poder decidir cómo atravesar los procesos sexuales reproductivos o no reproductivos, desde la anticoncepción, pasando por el aborto e incluido el parto, va a implicar necesariamente mejores condiciones de nacimiento para los y las bebés. "En ese sentido, esta Campaña tiene que ver también con la protección de los derechos humanos”, concluyen.