¿Se puede escribir la maternidad? Con la precisión que sólo permite la cotidianidad, Camila Vallendor narra, en un libro que se funde entre la novela corta, la poesía y el alegato, ese hecho inquebrantable que es traer una hija al mundo.
A través de un lenguaje que tiene el poder de hacer carne una vivencia tan íntima como universal, este texto construye de la manera más honesta posible una imagen –o varias– de lo que implica maternar. Comienza con el parto. Poco a poco y con idas y vueltas entre ese intenso momento y el paso del tiempo, da puntadas de todo lo que aparece después. Las angustias y preocupaciones; los miedos; la búsqueda de sostén; la necesidad de “volverse caparazón” para esa nueva vida que, ahora, depende de ella; la libertad (una muy particular y nunca antes conocida).
Aunque la autora narra su experiencia, tiene la capacidad de poner en palabras la de muchas otras. Así, aborda tópicos como las presiones y los mandatos. ¿Se puede ser buena mamá y seguir siendo buena amiga? El rol de un padre que está pero no está, que puede ser más estorbo que compañía; con el que, desde el momento del parto, algo se rompe: “Muerdo los brazos del padre para lastimarlo. Que sangre como sangro yo”. La rutina como condena y salvataje a la vez; las redes de contención en un oficio que, asegura, no se puede ejercer en soledad.
¿Qué otra situación, más que la maternidad, implica tanto al cuerpo? Este es un tema central a lo largo del libro e invita a reflexionar sobre el lugar tan ajeno como trascendental que puede llegar a tener. ¿Dónde queda el (nuestro) cuerpo, en todas sus expresiones y sentidos? ¿Cómo se construye en este nuevo proceso que no tiene fecha de vencimiento? ¿Cómo reconocerlo? “No sé cómo ocuparme del cuerpo y de la cría en simultáneo / La luz está en otra parte. Mi cuerpo, en sombra”.
¿Se puede, entonces, escribir la maternidad? Camila lo hace, condensando esa experiencia extrema en frases y escenas tan diversas como punzantes. La maternidad es un abismo infranqueable, y es también una porción de chocotorta vieja a las siete de la tarde. Es el deseo de volver a una persona impermeable al dolor, y es también el registro obsesivo de cada una de las cosas que ella hace. Es anhelar compañía y también detestarla. Es, por momentos, un país con dos habitantes. Y es, sobre todo, un proceso del que no hay vuelta atrás.
La herida de traer una hija al mundo es el cuarto libro de la editorial "cielo de pecas" y el segundo de la colección "marca de nacimiento", una serie que busca darle voz a las madres y que las invita a poner en palabras lo que significa atravesar la maternidad. Lo acompaña Registro de la espera, donde la escritora Lala Martin registra los más de tres meses que su hija Felicitas estuvo en neonatología después de una cesárea abrupta.
Sobre la autora
Camila Vallendor es activista de la palabra, gestora y poeta. Participa activamente en la Biblioteca Popular Carilafquen y conduce en FM Los Coihues el programa de poesía Cosas que hago en la oscuridad. Coordina talleres de lectura y escritura, tanto virtuales como presenciales. Como gestora cultural, produce Como un rayo, festival de poesía del Carilafquen y el ciclo Movernos hacia un fuego perdurable.
Forma parte del trío de poesía y música Selva, junto con Lola Halfon y Joaco Conte. Algunos de sus poemas se pueden leer en publicaciones artesanales, antologías y medios digitales.La herida de traer una hija al mundo es su primer libro y recibió en 2022 una Beca Creación del Fondo Nacional de las Artes.
