Por Paula De Lillo
La legisladora de la Ciudad de Buenos Aires por el Frente de Todos, Maru Bielli, conversó hoy con Feminacida acerca del proyecto de construcción de torres de lujo en Costanera Sur. La iniciativa supone problemas ecológicos en un terreno que funciona como humedal y se encuentra cerca del barrio popular Rodrigo Bueno.
El convenio urbanístico entre el Grupo IRSA y el Gobierno de Horacio Rodríguez Larreta, denominado "Costa Urbana", contó ayer con 37 votos a favor y 20 en contra. El mega emprendimiento consiste en la construcción de edificios de hasta 45 pisos en la ex Ciudad Deportiva de Boca en un predio de 71 hectáreas y aún requiere de una segunda lectura en la Legislatura y una audiencia pública.
Una de las voces que ayer se manifestó en contra de este proyecto fue la legisladora por el Frente de Todos, Maru Bielli, quien sostuvo que este tipo de posicionamiento revalida la postura de Juntos por el Cambio de “beneficiar negocios inmobiliarios” en la Ciudad.
¿Cuáles son tus reflexiones sobre la votación del día de ayer en la Legislatura porteña?
El oficialismo logró tener 37 votos, es decir tienen votos de sobra para llevar adelante procesos como estos. Este caso en particular se trató de manera express. Entró a la Legislatura el 22 de julio, el 26 de julio tuvo dictamen de la comisiones de presupuesto y planeamiento y, en menos de veinte días, tuvo finalmente votación de su primera lectura. Ayer algunas compañeras del bloque decían en su exposición que cualquier vecino, para hacer una readecuación de su vivienda, tiene que presentar frente al Gobierno de la Ciudad muchos más papeles que en este caso.
¿Qué consecuencias ambientales y ecológicas puede dejar este emprendimiento?
El proyecto no cuenta con el informe de impacto ambiental. Es decir, los legisladores votaron un proyecto a ciegas sin saber las consecuencias que pude tener para la Ciudad de Buenos Aires. Es una vergüenza que no se sepa lo que representa la construcción de torres de 45 pisos para esas tierras aledañas al rio y que hoy son un humedal. En definitiva, es un paso más en la consolidación de un modelo de desarrollo que no piensa en las necesidades habitacionales de los porteños y porteñas, sino en beneficio de algunos pocos desarrolladores inmobiliarios que con esto aumentan sus ganancias con creces. No solo por lo que representa el proyecto en sí, sino por la rentabilidad que va a cosechar IRSA en función de la construcción de estas torres. Las acciones de esta empresa tuvieron un ascenso significativo en la bolsa después de la votación de ayer. Uno de los argumentos que nos decía el oficialismo es que no queremos que se invierta, pero lo que buscamos es que se lleve a cabo el desarrollo urbanístico en función de las necesidades de los vecinos y las vecinas de la Ciudad. Que se beneficie la construcción de viviendas para la clase media y no estos edificios que, como sucede en Puerto Madero, tienen un nivel de ocupación solo del 28%y un alto porcentaje de viviendas vacías.
¿Cuál puede ser el impacto que puede tener en el barrio aledaño Rodrigo Bueno?
Sin un estudio de impacto ambiental tenemos muchas más dudas que certezas. Tanto el barrio Rodrigo Bueno, como la reserva ecológica, como la ex ciudad deportiva de la Boca son tierras de relleno que funcionan como humedal. No sabemos si soportan estructuras de 145 metros de altura con 45 pisos. Esas tierras permiten que cuando hay sudestada bajen los niveles de agua, aunque Rodrigo Bueno aún se inunda. Hay que estudiar si un desarrollo urbanístico de este tipo se puede llevar a cabo en una zona costera. Se trata de un barrio que está inmerso en un proceso de urbanización que quedo a mitad de camino porque se han construido viviendas para el 30% de la gente, pero el 70% del resto de la población del barrio no ha accedido y por problemas presupuestarios todavía no cuenta con los servicios públicos.
Algunos vecinos también han manifestado la preocupación de ser poco a poco expulsados de sus propios barrios.
Sí, es lo que denomina procesos de gentrificación. Estas zonas de la ciudad son terrenos con un valor por metro cuadrado muy alto. Si no se llevan adelante políticas activas, la propia lógica del mercado los va expulsando de esas zonas que se destinan para muy pocos privilegiados con alta capacidad adquisitiva.
¿El gobierno de la Ciudad también apoya económicamente este proyecto?
Hay que entender que la Ciudad de Buenos Aires subsidia con infraestructura el desarrollo de estos proyectos. Es decir que para que a Costa Urbana le llegue luz, cloaca y agua necesita de obras de infraestructura que realiza la Ciudad. De algunas formas todos nosotros estamos subsidiando que se lleve adelante esta construcción. Sin ir más lejos, durante este año, vimos cómo se destinaba 4600 millones del presupuesto a obras de infraestructura para Costa Salguero. Aunque todavía no se había votado, ya tenían plata destinada al desarrollo del barrio náutico. Mientras tanto distancian la urbanización de Rodrigo Bueno por falta de presupuesto.
A pesar de estas críticas desde Juntos por el Cambio plantean que el proyecto es sustentable y positivo, ¿por qué sucede esto?
En ese planteo hay una encerrona. Ellos dicen que es sustentable y positivo, sin embargo yo no escuche ni a la ex gobernadora, María Eugenia Vidal, ni a nadie de Juntos por el Cambio hacer campaña con Costa Urbana. No es algo que promocionen porque, en definitivamente, saben que lo que están promoviendo es el beneficio de los desarrolladores urbanos. Y cuando lo dicen utilizan el mismo argumento que usaban para Costa Salguero, que es un espacio que está abandonado hace mucho tiempo y que con estos proyectos lo van a revitalizar. De alguna forma juegan a recortarnos el horizonte de lo posible. Efectivamente hasta ahora está inhabilitado, pero ¿la única forma que ese espacio sea rehabilitado y puesto en valor es con la construcción de torres náuticas y un barrio de lujo? Nosotros planteamos que Costa Salguero sea un gran espacio público verde, que es una opción verdaderamente sustentable. Y que en Costa Urbana, junto a muchos clubes de barrio y asociaciones deportivas, se respete el uso que originalmente tenía ese predio y que sea un gran espacio deportivo para todos en Buenos Aires.
¿Existe un proyecto concreto para generar este espacio deportivo en la Costanera Sur?
Se está trabajando en la iniciativa, pero todavía no tiene un formato claro y definido. Probablemente en las próximas semanas vamos a tener más definiciones porque es algo que hay que articular con distintos actores. Por ahora hay que pensar que existe esa posibilidad que fue el objetivo original para esas tierras y que responde a una necesidad de los vecinos y vecinas para disfrutar de espacios públicos, verdes y tener acceso al deporte.
¿En qué sentido el modelo de ciudad al que aspira el espacio de Horacio Rodríguez Larreta con estas acciones se diferencia de la propuesta del Frente de Todos?
Para nosotros en el centro de la política está la vida de las personas y cómo hacer para que esas vidas sean mejores. En el modelo de ciudad de Larreta no están todos y todas, sino un tipo de vecino que puede seguir viviendo en la Ciudaden donde se desarrollan determinados negocios y con una predominancia muy fuerte del mercado en general. Desde el Frente de Todos no solo se busca que se garanticen los derechos básicos, sino también al disfrute, el ocio y el elegir la Ciudad para vivir. Cuando uno es adolescente, la ciudad es una fiesta. Después, paso a paso, te va expulsando y la gente prefiere irse lejos, al verde.
¿Qué otros proyectos están impulsando desde el Frente de Todos para resolver las diferentes problemáticas habitacionales en CABA?
Hay una batería de políticas que se vienen pensando desde el bloque, por un lado hay proyectos para tratar situaciones puntuales. La legisladora Ofelia Fernández presentó en el marco de la pandemia un proyecto abocado a la emergencia habitacional de la población trans. Debido a las situaciones de desigualdad e injusticia esta población no puede acceder a un alquiler formal en Buenos Aires, por eso necesitan políticas que atiendan puntualmente a esa situación. Hoy el legislador Matías Barroetaveña presentó un proyecto de ley bien integral que plantea que ninguna problemática de déficit habitacional es aislada de otra. Sino que se trata de una gran cadena que va desde viviendas ociosas, hasta las personas en situación de calle. A Costa Urbana hay que entenderlo en esta cadena porque si se construye torres que aumentan el valor del suelo, esto va a repercutir en el valor de las otras propiedades que hacen imposible para cualquier persona ser propietario. Yo vengo trabajando en un proyecto que probablemente presentemos antes de fin de año que tiene que ver con establecer parámetros mínimos para la urbanización de barrios populares. Durante estos 5 años se llevaron adelante procesos muy distintos entre un barrio y otro. Hay un montón de proyectos desde el bloque, pero tenemos la dificultad de ser oposición en la Legislatura. Tenemos que seguir luchando para que nuestras iniciativas no duerman en el cajón.