Estrenada el 10 de junio y manteniéndose en el top 10 de Netflix en Argentina, Intimidad es una serie española que narra la difusión de imágenes íntimas sin consentimiento, una problemática que desde los feminismos se intenta poner siempre en agenda.
A través de ocho episodios se puede recorrer cómo la vida de dos familias, en particular de dos mujeres, cambia repentinamente por la violación a su intimidad y la divulgación de fotos y videos privados. Por un lado conocemos a Bego (Patricia López Arnaiz), quién buscará justicia por el suicidio de su hermana Ane (Verónica Echegui).
Ane sufrió el hostigamiento por sus compañeros de fábrica desde la difusión de sus imágenes y no pudo soportar tamaña crueldad. La situación muestra y desarma lo que se conoce como "porno venganza": ¿acaso el término no estigmatiza a quien la sufre? ¿Por qué mejor no hablar de difusión no consentida de fotos, videos y material íntimo?
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La serie evidencia cómo la sociedad calla este tipo de alianzas misóginas. Podemos transitar el sentimiento de la vergüenza y la culpa, de la persona que se percibe merecedora de tal atropello. Sin embargo, estamos frente a una mujer víctima de un delito socialmente naturalizado.
En paralelo, vemos a Malen (Itziar Ituño), vicealcaldesa de Bilbao, envuelta en lo que se muestra inicialmente como un escándalo político. A pocas semanas de la presentación de su nueva candidatura, los medios de comunicación difunden en cadena la consumación de un vínculo amoroso por fuera de su matrimonio. El poder económico y político, en manos de varones blancos, pretende poner en jaque las capacidades de una mujer líder. A partir de este momento, las justificaciones sexistas se empiezan a listar.
El camino de estas mujeres batalla por desenmascarar una sociedad cómplice, la misma que busca continuar con la premisa de vergüenza y culpabilidad de las mujer "por confiar". A partir de la trama policial y de la investigación se transita el proceso personal para denunciar este tipo de hechos. En ese andar se desmantela una estructura de encubrimiento machista y culturalmente arraigada a distintos estratos de la vida social.
Una agente de policía implacable, una hija adolescente con obvios estadíos emocionales ante el hostigamiento y una aliada política peculiar completan la red de las protagonistas. Aquí los vínculos y alianzas entre estas y otras mujeres muestra lo esencial de tender esas redes. Red en la escuela, red en el trabajo, red en la familia, red en la política. Sin tapujos se habla del avance de los feminismos y las persecuciones que sigue viviendo la comunidad LGBTIQ+ en Europa.
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En algunos pasajes, es posible cuestionar la insistencia por denunciar y hasta cierto grado de revictimización. Sin embargo, esto no quita el mérito de poner en la pantalla chica y en la plataforma mainstream más popular, problemáticas actuales y, sobre todo, necesarias de discutir. Intimidad funciona entonces como un disparador para hablar de acoso en redes sociales y problematizar sobre el rol de los varones en estas prácticas violentas. ¿Qué pasaría si las masculinidades son capaces de quebrar los pactos de silencio y encubrimiento? Sacar del plano de la "normalidad" las violencias más instaladas y perdurables es posible.