El influencer Manuel Jorge Gorostiaga, conocido públicamente como Danann, deberá realizar 40 horas de tareas comunitarias y participar de un taller de formación contra la violencia de género por el hostigamiento sistemático en redes sociales por motivos de género contra la periodista Marina Abiuso.
La medida fue determinada hoy por la justicia penal, contravencional y de faltas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Asimismo, se le prohibió nombrarla por cualquier medio: redes sociales, teléfono, carta, pancarta o incluso a través de terceras personas, como así también el acercamiento o contacto.
El mismo youtuber y tuitero Emanuel Danann fue quien solicitó la probation y se ofreció a cumplir con tareas comunitarias. Además realizará un taller sobre Género y Violencia Intrafamiliar del Programa de Educación en Derechos Humanos, para evitar la elevación a juicio de su causa luego de haber sido recientemente condenado por discriminación.
El hostigamiento sistemático se llevó a cabo a través de redes sociales -fundamentalmente X o Twitter-, desde cuentas de “influencers” o cuentas anónimas con numerosos seguidores, cuya tarea fue replicar el contenido. Manuel Jorge Gorostiaga fue uno de los principales autores de la campaña que tuvo por objeto desacreditar públicamente y silenciar a la periodista, por entonces editora de Género en un canal de noticias, por ser referente de las agendas que promueven la igualdad. A partir de ello comenzó a recibir innumerables amenazas de violación y de muerte.
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“Este caso se inserta en un contexto local de una escalada de discursos que incitan a la violencia y a la discriminación hacia periodistas que cubren las agendas de género y diversidad, con el propósito de deslegitimar y silenciar a las principales voceras de estas agendas, generando un profundo deterioro del debate público”, sostuvo Amnistía Internacional Argentina, tras conocerla resolución judicial.
Se trata de un problema cada vez más presente, que afecta principalmente a mujeres y diversidades con voz pública. Esta modalidad de violencia se caracteriza por ser continua y sistemática, perdurar en el tiempo indefinidamente, dada la imposibilidad de borrar por completo la huella digital, con consecuencias que pueden ser devastadoras para las personas que la padecen.
Si bien las acciones se iniciaron a través de redes sociales, estas tienen su correlato en la vida pública. Marina Abiuso ha tenido temor de salir a la calle y hablar públicamente, y el hostigamiento sistemático en redes ha afectado su desarrollo profesional, su salud mental y su libertad de expresión. Es por ello que la periodista decidió cerrar su perfil de X y autocensurarse, pese a que las plataformas sociales son un espacio fundamental para difundir y amplificar su trabajo como comunicadora.
En ese sentido, diversas entidades, como la Agencia Nacional de Periodismo y ADEPA, manifestaron públicamente su rechazo al escrache, las acusaciones falsas y el hostigamiento vivido por Marina Abiuso. Asimismo, numerosos organismos de protección internacional de derechos humanos se han pronunciado para condenar las agresiones específicas contra las periodistas mujeres en el ejercicio de su labor, incluidas la discriminación y la violencia por razones de sexo y género, la intimidación y el acoso en Internet o en otros medios; y han interpelado a los Estados sobre la necesidad de abordar las amenazas a las que se enfrentan las periodistas por razón de su género.
“Este precedente contribuye a enviar el mensaje de que la violencia de género en redes no es tolerada. Se deben adoptar medidas reparadoras para que mujeres, niñas y adolescentes del país puedan confiar en la Administración de justicia y se atrevan a denunciar”, afirmó Amnistía Internacional Argentina.