Guadalupe Bargiela es militante de Orgullo Disca y una de las personas despedidas de la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS). En esta entrevista con Feminacida, habla del alcance que tuvo el recorte que dejó a 165 compañeros y compañeras sin empleo, y plantea la importancia de convertir a las marchas en “inclusivas y accesibles”.
La tarde del 28 de febrero parecía ser como cualquier otra, hasta que Guadalupe Bargiela recibió el llamado de su jefe y luego un mail que su lector de pantalla no pudo descifrar. La joven de 22 años es ciega de nacimiento y le pidió a su madre que se lo lea: no debería presentarse al día siguiente a trabajar en la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS).
Como Guadalupe, hubo 165 trabajadores de distintos puntos del país que habían sido despedidos sin explicaciones ni fundamentos. Entre las personas afectadas, había embarazadas, empleados y empleadas con 20 años de antigüedad, con licencia por maternidad y psiquiátrica, y con distintos tipos de discapacidades.
En diálogo con Feminacida, Bargiela dimensionó el alcance de la medida del Gobierno Nacional: "En Argentina, hay cinco millones de personas con discapacidades, pero este brutal recorte afecta también al entorno de cada despedide. Supongamos que sean dos acompañantes por persona con discapacidad y contemplemos a les profesionales involucrades. Tenemos entonces más de 20 millones de personas involucradas, sin contar a las familias que también quedan afectadas por la repentina quita de sustento económico”.
Bargiela tenía como función responder consultas sobre trámites de pensiones, certificados de discapacidad, acceso a transporte y otras inquietudes que llegaban por WhatsApp o por correo electrónico. La tarea se la distribuían entre cinco compañeres para lograr dar respuesta a los 200 mails que llegaban por día. A sabiendas del funcionamiento interno de la Agencia, aseguró que también entre las personas afectadas estarían quienes necesitan asistencia: “ANDIS va a quedar devaluada. La gente con discapacidad va a necesitar cada vez más la representación, pero ANDIS va a tener cada vez menos capacidad de respuesta”.
La joven es también parte de la organización Orgullo Disca, un frente nacional que representa a personas con discapacidad de todo el país. Desde allí, cuestiona la incorporación de Diego Spagnuolo como director designado de la Agencia Nacional de Discapacidad por no estar preparado para manejar esta área. Según señala, este Gobierno “no tiene sensibilidad” e infantiliza a las personas con discapacidad, entendiéndolas como personas que requieren cuidado en vez de contemplarlas como sujetos de derechos con identidad política.
“Buscan despedir al menos al 30% del personal de la ANDIS. No se meten con el Ministerio de Agronomía, se meten con las personas con discapacidad. Para cualquier persona es difícil conseguir trabajo, pero es más complejo es para las personas con discapacidades porque estamos en un sistema capacitista”, apuntó Bargiela.
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Burla y discriminación oficial
El día anterior al recorte de personal en la ANDIS, el presidente Javier Milei dio "me gusta" en X (ex Twitter) a una imagen del gobernador de Chubut, Ignacio Torres, con el rostro editado con características de una persona con síndrome de Down, en el marco de los conflictos entre el Ejecutivo Nacional y los gobernadores provinciales.
Una semana antes, el Gobierno cerró el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI), que el presidente había tildado de “policía ideológica” y avisó que comenzaría un proceso de "desmantelamiento de diferentes institutos" que, según él, "no sirven absolutamente para nada". En este marco, ocurrió también el cierre del Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad a finales del pasado año, devenido ahora en una secretaría dependiente del Ministerio de Capital Humano, a cargo de Sandra Petovello.
Ante esta situación, la militante de Orgullo Disca llama a no abandonar la lucha en las calles y, durante la primera asamblea realizada en la sede de ATE Capital del miércoles 7 de febrero de cara a la organización de la movilización del Día de la Mujer, difundió algunas propuestas de su espacio para formar un “8M accesible”.
Una marcha accesible
Bargiela habló a este medio sobre reconceptualizar la cultura de la marcha o movilización para transformarla en inclusiva y accesible: “En Orgullo Disca tenemos un frente de asamblea que se llama "Discas en lucha" y plantea que la discapacidad tiene que ser una identidad política que también pueda habitar las marchas poniendo el cuerpo pero también teniendo cuidados”. Y esto no se debe a que las personas con discapacidad sean personas “que haya que cuidar”, si no que “manejan otros tiempos y formas”.
Plantear las marchas de una forma multicapacitista consta, por ejemplo, de armar espacios vallados cerca del escenario para personas en sillas de ruedas o con discapacidad visual a fin de garantizar su escucha del acto principal, que el escenario tenga rampas, disponer de intérpretes de señas, o contar con un kit sensorial con aisladores de ruido o auriculares. También consta de disponer de espacios ubicados cerca de los puestos de salud para atender emergencias, y que contengan asientos, incluso para personas mayores, custodiados por personal capacitado que pueda asistir a una persona con una crisis epiléptica u otros inconvenientes.
“Si pensamos que la marcha es estar parado 7 horas para gritar y saltar, estamos dejando mucha gente afuera que también lucha y nos estamos imponiendo una visión capacitista a nosotros mismos”, dijo la joven, al tiempo que aclaró que desde la Comisión de Cuidados de la Asamblea de Discapacidad están diseñando un documento para que las manifestaciones en la calle sean siempre “habitables por todes”.
Un 8M multicapacitista
Orgullo Disca, junto a la columna disidente y LGBT “Mostri”, realizaron una movilización adaptada este 8M: “Hicimos una ‘ranchada disca’, que es una concentración fija en la puerta del local de Madres de Plaza de Mayo, ubicada en Congreso, para garantizar los cuidados básicos en un espacio distendido con recursos sensoriales para ayudar a compañeres que pudieran tener crisis de ansiedad, y que cuente con baño accesible y agua”.
Bargiela, quien supo también desempeñarse en el área de Juventud y Discapacidad de la ANDIS promoviendo capacitaciones, hoy continúa con el mismo ímpetu de incentivar a jóvenes con discapacidades a entender su condición como una “identidad política”, un “orgullo como reacción política” y una “obligación moral”: “Reconocerse como disca es un orgullo en tanto esa discapacidad me permite hacer un montón de cosas”.
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Tal como contó, nada les impidió luchar y reclamar por los derechos de las mujeres y disidencias en el Día Internacional de la Mujer. La “ranchada disca” constó de una marcha de dos cuadras y lograron incluir en el documento del Ni Una Menos los reclamos sobre discapacidad.
"Además, pudo garantizarse un espacio accesible dentro del vallado del escenario para que las personas sordas puedan ver a las intérpretes y para que podamos escuchar correctamente la intervención de otras personas con discapacidad”, aportó Guadalupe.
La experiencia fue grata y harán lo mismo para la marcha del 24 de marzo por el Día Nacional de la Memoria por Verdad y Justicia.
