La denuncia de una joven por el abuso sexual que sufrió por parte del ginecólogo Alejandro Gerardo Dahse en Corrientes fue el puntapié para que otras 15 mujeres, a quienes les había sucedido lo mismo, se animaran a alzar sus voces. Juntas, empezaron correr el velo de poder que durante años lo mantuvieron impune. Hoy la defensa presentó la querella para pedir justicia.
Foto de portada: Miela Sol PH
Violeta tiene 20 años y estudia Medicina. La primera vez que se atendió con el ginecólogo Gerardo Dahse sintió confianza. Fue en la segunda consulta, a la que había asistido para realizarse un papanicolau, cuando el médico abusó de ella. “Se sobrepasó conmigo, fue un abuso sexual. Él me tocó de más”, relata en diálogo con Feminacida.
El hombre de 56 años es auditor de IOSCor, la obra social de los trabajadores y trabajadoras estatales de Corrientes, y dueño de una clínica privada. Utilizaba esa posición de poder para engañar a sus pacientes ofreciéndoles servicios gratuitos. “Dijo que iba a operarme gratis y como no tengo obra social, iba a hacer un cruce poniendo otro nombre”, devela Violeta.
El 28 de septiembre realizó la denuncia por abuso sexual ante la Fiscalía de Instrucción N° 3 y la causa pasó al Juzgado de Instrucción N° 4, donde este miércoles 3 de noviembre Dahse deberá asistir a declarar.
Ella fue, además, la primera en hacer la denuncia pública con un descargo en redes sociales que abrió las puertas para que otras mujeres que habían vivido lo mismo se animaran a contar sus historias. “Me contactó una mujer de 44 años que hace 22 años atrás le pasó exactamente lo mismo que a mí. Me generó un alivio de decir ‘no soy la única’, esto va a tener más peso”, cuenta.
Así salió a la luz la existencia de una denuncia anterior, radicada en 2008 por una chica que había acudido al ginecólogo conocido en ese entonces por practicar abortos clandestinos. En el consultorio, Dahse la sedó con propofol y abusó de ella. Esa causa fue caratulada de “aborto”, no de “abuso sexual”, y el agresor fue sobreseído en 2014 por la prescripción del caso.
"Pasé muchos años con una sensación horrible de injusticia. Ahora que leí el posteo en Instagram de esta chica contando que este ginecólogo sigue abusando mujeres me agarró una bronca tremenda”, contó la sobreviviente a Clarín.
Ahora es la oportunidad de volver a denunciarlo por el delito por el que debió haber sido juzgado. “Ya tengo abogada y lo voy a denunciar. Antes lo hizo mi mamá porque era menor de edad, pero ahora lo voy a hacer yo misma. No puede quedar impune y no puede seguir abusando mujeres", aseguró.
Por los datos conocidos hasta ahora, los abusos se produjeron durante un lapso de 20 años en el contexto de consultas ginecológicas y las víctimas eran chicas de entre 18 y 20 años, según explicó la abogada Sofía Domínguez, defensora de Violeta y asesora de otras sobrevivientes que analizan avanzar también con denuncias ante la Justicia. “Existía una relación de confianza que construía con sus pacientes, incluso con la familias de las víctimas que hizo que muchas veces no les creyeran”, detalló.
Pese a esta nueva denuncia, que se suma a otras dos causas más por violencia de género que Dahse tiene abiertas actualmente, el médico continúa ejerciendo y ninguna autoridad de la obra social de la que es auditor se ha expresado al respecto. Ante esta situación, que sólo perpetúa el poder del agresor, las víctimas preparan una nota para presentar ante el Ministerio de Salud y el Colegio Médico con el objetivo de que el ginecólogo deje de ejercer por motivos éticos.
En tanto, la defensa de Violeta se presentó hoy como querellante de la causa por “abuso sexual gravemente ultrajante”, delito que contempla una pena de 4 a 10 años de prisión. “La justicia para las víctimas que convivieron tantos años con la impunidad es una especie de reivindicación”, asegura la abogada Domínguez.
Según informó la Red de Periodistas y Comunicadoras de Corrientes, hasta hoy 17 mujeres relataron haber sido abusadas durante consultas o procedimientos médicos. Violeta espera que “nadie más” pase por lo que ella vivió. Se siente acompañada por sus amigas y su abogada, quiere pasar a segundo año de la carrera de Medicina y dice que a partir de ahora empezará a ir a las marchas feministas.