“¿Cuánto deseo es demasiado deseo? ¿O el deseo es deseo en tanto es irrevocablemente demasiado?”
El cuerpo es quien recuerda es una novela de ficción que busca abrir preguntas más que dar respuestas. En este nuevo libro de Paula Puebla, tres mujeres cruzan sus historias a través la maternidad, la subrogación de vientre, la migración y la identidad. Editada por Tusquets en su colección "Andanzas" y distribuida por Grupo Planeta, la novela está dividida en tres apartados, en los que cada narradora indaga en su incomodidad.
“La maternidad se plantea como el territorio, como una especie de cuadrilátero donde se ponen posiciones en pugna. Pero en este territorio aparecen otras cosas. Hay una pregunta sobre qué es ser madre, qué es tener un hijo, qué es la identidad y cómo se construye. Pero también sobre qué es el trabajo y cómo incide la técnica en el siglo XXI en el cuerpo de las mujeres”, describe la autora en entrevista con Feminacida.
Paula Puebla es diseñadora de Indumentaria y especialista en Gestión Estratégica de Diseño por la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la Universidad de Buenos Aires. Nació en Berazategui, provincia de Buenos Aires, en 1984, trabajó como obrera de la industria textil y luego se dedicó al vestuario televisivo. Actualmente es reconocida en la escena literaria por su novela Una vida en presente (2018) y su libro de ensayos Maldita tú eres (2019), ambos editados por 17 Grises.
Sus primeros acercamientos a la escritura vinieron de la mano de los blogs. En esos espacios de intimidad fue explorando y encontrando su propia voz. En su escritura no hay lugar para la corrección política. “Es una zona de absoluta libertad, una libertad que me permite decir a través de personas muchas cosas, pero, sobre todo, me permite formular preguntas”, asegura.
¿Qué cuerpo es el que recuerda? ¿Es un cuerpo individual o es social y político? Con la crisis del 2001 como telón de fondo, el libro comienza con un nacimiento y un helicóptero que despega de la Casa de Gobierno. “Fue la primera escena que escribí, por el 2018. Me interesaba darle al relato hechos de nuestra historia argentina”, explica Puebla y agrega: “Hay marcas de la historia que traspasan a nuestras vidas. Lo que pasa en el país, nos pasa. Nos atraviesa el cuerpo, el estado de ánimo. Se cuela en cumpleaños, en eventos familiares, en casamientos, fallecimientos. Por eso me gustaba que Rita (una de las protagonistas) naciera en el 2001”.
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Si bien Puebla se alejó de la moda y la gestión estratégica de diseño, hay elementos de su pasado profesional que se cuelan en sus procesos creativos. “Me gusta construir escenas. Creo que es una especie de resto diurno que me quedó del trabajo en televisión. Me gusta mucho pensar la escena, los personajes que van a entrar, qué van a hacer, dónde están”, ejemplifica y sostiene que a sus personajes siempre las piensa en vínculo con les otres.
El cuerpo es quien recuerda tiene tres protagonistas mujeres que, lejos de ser una coincidencia, es más bien una decisión política. “Me gusta poder mostrar mujeres en posiciones de poder”, afirma la autora oriunda de Berazategui y cree que el mercado ha generado un nicho específico en la literatura de los últimos años, de autoras mujeres, donde la tendencia es hacia la cultura de la víctima.
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“Se muestra esa cara de las mujeres que tienen que ver con la bondad, el sometimiento, la pasividad. Por eso me gusta que mis personajes ejerzan poder y que lo hagan de diferente modo. Incluso en lugares de maldad o de crueldad”, señala la autora y, al igual que la periodista Leila Guerriero, encuentra muy poco interesantes que sus personajes no tengan dobleces, que no habiten contradicciones o que sean puramente buenas.
“¿Qué pasa cuando es una mujer la que quiere tener un hijo y paga para la explotación del cuerpo de otra mujer para satisfacer su deseo?”, apunta Puebla y continúa: “Es una discusión mucho más compleja que tenemos que poder dar. Estas mujeres que explotan sus propios cuerpos de una manera muy íntima para sobrevivir y que no son universitarias, letradas, intelectuales, sino mujeres pobres que no tiene mucho margen de decisión porque quizá se debaten entre gestar o prostituirse. Entonces las distopías, muchas veces, son nuestra realidad”, concluye.
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El cuerpo es quien recuerda es una novela que discute, no desde un posicionamiento moral, sino desde una búsqueda, desde una exploración. Discute con la voz de las mujeres, con sus deseos y con lo que se entiende por trabajo en el siglo XXI. Discute, también, con esa imposibilidad que es el cuerpo, que es el acceso a lo que puede el cuerpo.
Foto de portada: Alejandro Guyot