El proyecto de Ley “Cuidar en Igualdad” aún no ha sido tratado. Fue presentado el 3 de mayo por el poder ejecutivo nacional. El colectivo Infancia en Deuda, integrado por distintas organizaciones dedicadas a cuidar los derechos de niños, niñas y adolescentes, presentó una serie de cartas a los distintos sectores involucrados en el debate y tratamiento que debiera dársele al proyecto con el fin de expresar “el especial interés, relevancia social y urgencia del debate legislativo, tanto del proyecto del Ejecutivo como de otros relativos a la temática”.
El proyecto presentado propone una reforma en relación al reconocimiento del cuidado como una necesidad, un trabajo y un derecho, además de la ampliación de las licencias por nacimiento y adopción. También plantea la necesidad de crear un "Sistema de Cuidados" para ampliar políticas públicas en la materia y extiende la licencia para varones y personas no gestantes de 2 a 90 días en ocho años. Para personas gestantes pasa a ser 126 días, y por primera vez, habría licencia para adoptantes por 90 días. Estas y otras cuestiones se presentan como fundamentales para garantizar los derechos de niños, niñas y adolescentes, así como para colaborar con reducir las brechas de género.
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Delfina Schenone Sienra es socióloga, responsable del área de Políticas del Equipo Latinoamericano de Justicia y Género (ELA) e integrante del colectivo Infancia en Deuda. En diálogo con Feminacida, sostiene: “A pesar de que el tema de cuidados tiene apoyo en las distintas fuerzas políticas, y una muestra de ello es que hace años hay decenas de proyectos presentados para reformar licencias de cuidado desde todo el arco político, lo cierto es que el tema no se ha movido este año en términos legislativos. Es la primera vez que el Poder Ejecutivo Nacional envía un proyecto de creación de un Sistema Nacional Integral de Cuidados y de Reforma de Licencias y, sin embargo, no se ha tratado ni en comisiones”.
Sobre los motivos que por los cuales aún no se ha tratado esta ley agrega: “Se rumorea que tiene que ver con cuestionamientos o dudas respecto al financiamiento, sobre los costos que tendría su aplicación. Pero, en primer lugar, casi ningún proyecto de ley contiene en su formulación cómo va a ser su financiamiento. Eso ya es una discusión política que no debería ser un impedimento para el debate”.
En ese sentido y como parte esencial de las tareas del Congreso Nacional, se hace énfasis en los pedidos de tratamiento realizados en este tiempo. “Si hay cuestionamientos, sería bueno que los podamos escuchar en el Congreso. Desde el colectivo Infancia en Deuda enviamos una carta a todos los jefes y las jefas de bloque, así como a presidentes de comisiones donde se giró el proyecto pidiendo su tratamiento. No estamos diciendo que tienen que aprobar este proyecto tal como fue presentado. Se pueden hacer mejoras. El pedido es debatir de manera abierta y plural un tema tan fundamental para la igualdad y el desarrollo como lo es la provisión y gestión de los cuidados”, enfatiza la socióloga.
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Desde la sociedad civil y la academia existe mucha evidencia que sustenta por qué es necesario invertir en un sistema integral y hay distintos presupuestos realizados sobre Políticas de Cuidado y extensión de licencias. Hay muchos prejuicios sobre el costo que tiene o podría tener este sistema, pero desde ELA hacen enfatizan en la inversión y no en un costo porque hay múltiples rendimientos positivos: para la igualdad de género, la inserción laboral de las mujeres, el crecimiento del empleo de calidad, el desarrollo infantil, la dinamización del consumo y la producción, la reducción de la pobreza. "Sería bueno que la información disponible sea vista y revisada por las y los diputados”, sugiere Schenone Sienra.
Desde el ELA, y junto a UNICEF Argentina, elaboraron este año el documento ¿Por qué Argentina necesita un sistema nacional integral de cuidados? con el objetivo de acercar mayor información y evidenciar sobre qué son los cuidados, qué es un sistema de cuidados, cuáles son las razones por las cuales lo necesitamos y por qué se lo considera una llave para el desarrollo del país.
Según explican las especialistas en el documento, “el cuidado consiste en el conjunto de actividades rutinarias que proporcionan bienestar físico, psíquico y emocional a las personas y permite la reproducción cotidiana. Es un elemento central del bienestar y de nuestra existencia como sociedad, además de que sostiene a toda la economía monetaria dado que no habría trabajadores/as sin cuidados. Todas las sociedades deben resolver las necesidades de cuidado”.
La cuestión, entonces, pareciera ser cómo hacerlo. “Hoy en día, en Argentina, la mayor parte de ese cuidado lo realizan las familias como pueden, con los recursos que tienen. Y lo que estamos buscando es que haya más servicios públicos disponibles para cuidar de las infancias, de las personas mayores, más apoyos para las personas con discapacidad, y que este cuidado deje de recaer mayormente en las mujeres de manera privada”, manifiesta la integrante de Infancia de deuda.
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El pedido es urgente
El cuidado es un derecho y es por ello que el Estado tiene la responsabilidad de garantizarlo. Su deber es hacerlo posible mediante políticas públicas. Y es justamente allí donde entra el sistema de cuidados. Si bien se cuenta actualmente con algunas políticas como jardines, cuidadoras domiciliarias, centros de día, residencias de larga estadía y licencias de cuidado dependiendo el sector y el rubro, el gran problema es que, según la socióloga, “esas políticas existentes no son universales porque no alcanzan a buena parte de la población. La mitad de la población trabajadora no goza de ninguna licencia de cuidado y las que existen son insuficientes porque no alcanzan los servicios que hay disponibles para cubrir las necesidades de cuidado”.
En promedio sólo el 19 por ciento de les niñes de 45 días a 3 años accede a servicios de cuidado y educación. En ese sentido, lo que se propone como necesario es mejorar las políticas con las que ya se cuenta, cubrir los déficits, incrementar la infraestructura y servicios, mejorar la cobertura a nivel federal, mejorar las condiciones de quienes trabajan en estos espacios y sobre todo que haya una mayor articulación entre los distintos dispositivos y políticas que se implementan. Por ejemplo, gran parte de los empleos en Argentina son de tiempo completo o jornadas de 6 a 8 horas. Gran parte de los jardines y espacios de cuidado infantil tienen jornada simple de 4 horas. ¿De qué manera se espera que las familias y sobre todo las mujeres puedan conciliar su trabajo con el cuidado?
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Muchas de las actividades relativas a la crianza y el cuidado, que forman parte de la vida de las niñeces y adolescencias, parecieran ignorarse por completo. Cuando se habla de “licencias”, el actual sistema considera solamente y en forma muy medida el cuidado ante enfermedades, pero no tiene en cuenta otros aspectos de la vida cotidiana como adaptaciones escolares, reuniones y actos escolares, asistencia a turnos médicos, entre tantas otras.
Delfina Schenone Sienra aporta: “Las prioridades en términos de políticas son mejorar las licencias de cuidado; extender las licencias para padres y personas no gestantes que es una condición necesaria aunque no suficiente para que haya mayor distribución del cuidado entre los géneros; la incorporación de nuevas licencias como la de adopción. Adaptar la legislación a las familias diversas y contemplar que el cuidado no sólo ocurre en los primeros meses de vida es una cuestión también urgente”.
El conjunto de demandas se centra no solo en los derechos de trabajadores y trabajadoras, madres y padres, sino que también garantizaría derechos actualmente vulnerados como el derecho al cuidado. Parte central de tratar con urgencia este proyecto en particular es instalar el debate social sobre los roles de las familias y el tiempo que disponen para criar y cuidar. Pero también, urge favorecer el desarrollo pleno de niños, niñas y adolescentes que actualmente carecen de la posibilidad de satisfacer sus necesidades básicas e imprescindibles en condiciones de igualdad.