Hace tres años Sara Barni se enteró de que su pareja, David Antonio Coronel, abusaba sexualmente de su hija C., de 14 años. Peleó para que fuera escuchada, contra una justicia que la revictimizó y benefició a acusado: en junio de 2016, el Tribunal Oral en lo Criminal N°13 lo condenó a 14 años de prisión y seguirá libre hasta que la decisión de los jueces quede firme. A pesar de eso, Sara siguió adelante. En julio de 2017 comenzó a trabajar en la Legión de la Buena Voluntad, a través de la resolución 45/06 del Ministerio de Trabajo, que determinó que esos puestos laborales debían estar destinados a víctimas violencia de género como ella. El 8 de marzo participó del Paro Internacional de Mujeres y subió al escenario donde se leyó el documento. Al día siguiente fue despedida. “Fue arbitrario”, aseguró.
“Después de los tres meses quedé efectiva. Cuando llegó Diciembre me seguían felicitando por lo bien que hacía mi trabajo. Llegó el momento de las vacaciones y estaban tan contentos que en vez de darme los días que me correspondian, me dieron de más. Así llegamos a marzo y el 8M me presenté a trabajar con mi remera violeta del Paro Internacional de Mujeres (PIM), articulación a la que pertenezco, y el pañuelo verde en la muñeca. Al terminar la jornada me dirigiría a la marcha. Estaba emocionada porque sería parte del escenario, según lo pautado en las asambleas de mujeres que se desarrollaron durante todo febrero. Así fue. Me hicieron varias entrevistas en diferentes medios y volví feliz a mi casa. El 9 fui a trabajar y cuando terminó mi jornada laboral, me pidieron que esperara para hablar. Ahí me hicieron entrega de una fotocopia del telegrama de despido ‘sin causa’”, escribió en su perfil de Facebook.
El sábado fue a trabajar igual. Fichó, pero no la dejaron entrar. Ahora espera que le den explicaciones y regularicen su situación.
Varias organizaciones sociales y feministas se solidarizaron con Sara. Después de lo que le pasó a C., ella quiso ayudar a otrxs. Dio varias entrevistas para difundir su caso y la problemática del abuso en niños, niñas y adolescentes en la justicia. Creó Red Viva, una ONG que acompaña a víctimas de abuso sexual en la infancia y a sus familias.
Foto: Anette Etchegaray