La Colectiva Nuestros Derechos en Foco, integrada por mujeres con y sin discapacidad, con el apoyo de la Campaña ESI Igualdad de Amnistía Internacional Argentina, desarrollaron ESI Anticapacitista: un cuadernillo que tiene el objetivo de promover una Educación Sexual Integral (ESI) con perspectiva de discapacidad y accesibilidad en todos los ámbitos. El material aporta una revisión crítica desde las vivencias y reflexiones de mujeres con discapacidad de distintos contextos y territorios de la Argentina.
El proyecto se realizó en colaboración con compañeras de la organización Mujeres Derribando Barreras (MUDEBA), en articulación con GPESI (Grupos Promotores de Educación Sexual Integral), Libertate y la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ). Es un documento destinado a docentes, personas que trabajan en nivel secundario y formación superior dentro del sistema formal, y a espacios sociales, laborales, recreativos, de educación popular o no formal que trabajen con juventudes y personas adultas.
En entrevista con Feminacida, Ana María Guerrero y Celeste Pavez Molina, integrantes de Nuestros Derechos en Foco, cuentan qué buscaron con la creación y diseño de este material: “Revisar la ESI desde la vivencia y experiencia de las personas con discapacidad nos parecía imperioso para aportar a la interseccionalidad, la diversidad y la inclusión entiendo a la Educación Sexual Integral como un derecho humano”.
La ESI es hoy
La ESI es un derecho humano. Permite que las niñeces y juventudes accedan a una educación que les permita tomar decisiones libres, informadas y responsables sobre sus cuerpos y proyectos de vida.
En Argentina contamos con la Ley 26.150 de Educación Sexual Integral. Sin embargo, las personas con discapacidad no siempre acceden a ella y, si lo hacen, es desde enfoques paternalistas. “Esto quiere decir que les hablan a las familias en vez de a les protagonistas, no se garantiza la accesibilidad y se exceptúan contenidos como consentimiento, placer, abusos, autonomía o diversidad sexual, arrastrando mitos y falsas creencias que les consideran como personas asexuadas, estrictamente heterosexuales, o que no tienen la posibilidad de desear ni ser deseades”, ilustra Ana María Guerrero y Celeste Pavez Molina agrega: “Durante la pandemia ya estábamos trabajando cuestiones como salud sexual reproductiva, pero hablar de placer, de deseo no eran temáticas que estuvieran contempladas. En ese sentido, traerlas al discurso, nombrarlas, es esencial para que la sociedad toda las conozca y esto posibilite que sean tratadas y tenidas en cuenta porque existen”.
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Según cifras de 2019 del INADI, en el ámbito educativo es donde se experimentaron la mayoría de las situaciones de discriminación en Argentina. Por ello, el material recabado, que está disponible de forma gratuita, ahonda primeramente en deconstruir el concepto de capacitismo. Guerrero lo describe como “un sistema de opresión y discriminación que se funda y sostiene en un conjunto de ideas, creencias y prácticas donde se consideran determinadas capacidades y características de las personas como más valiosas, deseables, sanas y 'normales'".
"Bajo este sistema, los cuerpos, identidades y capacidades de las personas con discapacidad son menos valoradas a nivel social, excluyéndonos de diversos entornos de la vida social y destinándonos al sistema médico con el fin de 'arreglarnos', 'rehabilitarnos' o 'normalizarnos' cuando, en realidad, la discapacidad es un eslabón más de la persona y no el único por el que debe ser definida”, aclara la integrante de Nuestros Derechos en Foco.
El cuadernillo cuenta con una primera parte en la que se deconstruyen y tratan los conceptos de capacitismo, anticapacitismo, enfoque paternalista y describe la perspectiva y finalidad que busca el material. “Avanzar hacia una ESI anticapacitista significa que las personas con discapacidad seamos contempladas como protagonistas en el desarrollo y construcción de contenidos y recursos que la componen. Esto es importante para que se puedan visibilizar nuestras existencias desde nuestras propias narrativas, para que no se reproduzcan estereotipos ni sean solo les profesionales sin discapacidad o nuestras familias quienes hablen sobre nosotras. Esta es la única manera en que podremos lograr un avance emancipatorio”, concluye Pavez Molina.
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Una ESI anticapacitista es una ESI más enriquecida para todes, más allá de que haya o no estudiantes con discapacidad en las aulas. El material disponible para descarga de forma gratuita propone, en primer lugar, deconstruir conceptos arraigados para avanzar en una educación inclusiva y luego, tratando cada eje de la Educación Sexual Integral, se proponen actividades que implementan una perspectiva de discapacidad. Finalmente, hay una serie de consejos y un glosario para que todes se permitan y promuevan la generación de espacios ya sea en ámbitos laborales, educativos, de salud, recreativos y sociales donde se abandonen los paradigmas de “normalidad”, se promueva el anticapacitismo y se brinden múltiples alternativas de aprendizaje.