El festival Cine Migrante comienza mañana. La 14° edición se desarrollará hasta el 30 de septiembre con entrada libre y gratuita. Sucederá en tres sedes: Centro Cultural Kirchner, Cultural San Martín y Cine Gaumont.
La nueva edición “invade la Ciudad de Buenos Aires con el tono vegetación azul noche, trayendo una propuesta que se abre hacia un cine que elude el encuadre y huye de la captura. Un gesto de fuga por conformar terreno, pequeñas parcelas habitables”. Una invitación a asistir a otras narrativas, a otras formas de coexistir y de habitar el mundo.
La estructura programática de su nueva edición se compone de dos curadurías realizadas por Almudena Escobar López (España), Olivier Marbouef (Francia) y Florencia Mazzadi (Argentina); la proyección especial de "Mato Seco en Chamas" de Adirley Queirós y Joana Pimentel; conferencias, charlas y performances de lecturas colectivas. Además habrá un especial de cortos sobre inmigración argentina.
En diálogo con Feminacida, Florencia Mazzadi, curadora de la sección "En el límite de lo visible. Indicios de parcelas habitables", aporta: “Hoy estamos vislumbrando toda la destrucción y la caída absoluta de un mundo organizado en torno a la colonialidad que determinó una relación de dominio sexo-género, una relación de dominio vinculado a la racionalidad y al lugar concreto en el que se habita según sea Norte o Sur, Oriente u Occidente. Por ende, asistimos a una serie de indicios de cómo habitar el mundo que provienen de otras existencias y corporeidades, que tienen una forma de mostrar por dónde ir y qué hacer”.
“Desde Cine Migrante, los y las directores, artistas y teóricos decimos que no vamos a participar en la construcción de la renovación de imaginarios que perpetúan la coloniadidad, la discriminación y la exclusión. Creemos en que podemos conformar un mundo que construya prácticas narrativas que reivindiquen esas otras existencias que se encuentran por fuera de Occidente”, continúa Mazzadi.
Compuesta por siete programas, y más de 20 películas que se exhiben por primera vez en Argentina, esta curaduría permite una aproximación a un cine realizado por vidas que se suceden en los márgenes de la centralidad occidental del mundo, territorios periféricos a la colonialidad, formas de vida que se encuentran siempre en peligro de extinción. Trabajada en torno al manifiesto de Olivier Marboeuf llamado “Hacia un cine del deshabla”, reúne una cinematografía que rechaza las invitaciones a participar del dominio tóxico del mundo y confabula estrategias de huida y fuga hacia otros mundos posibles por venir.
La directora, quien desde 2010 dirige Cine Migrante, destaca que “le da espacio a una cinematografía que está enunciando desde los bordes de la imposición colonial”. Y detalla: “Todas aquellas existencias a las cuales la colonialidad ha desplazado tan sólo como parte de la necropolítica del mundo ya no reclaman un lugar en este Occidente que se cae, sino que, por fuera de los modos narrativos que se imponen, construyen indicios de un mundo por venir”.
Del Programa 1, "La fuga es una futuridad colectiva", forma parte "Oriana", dirigida por Beatriz Santiago Muñoz. Un film basado en el libro "Las guerrilleras", de la escritora feminista Monique Wittig (1969). Desde su adolescencia, la artista ha revisado el conmovedor entorno creado por la autora francesa y, en los últimos años, se ha dedicado a reinterpretarlo en un rasgo abierto y procesual. Allí, diversas mujeres de la comunidad y de la vida de Beatriz Santiago Muñoz son invitadas a habitar un espacio-tiempo indefinido, propuesto y guiado por ella misma.
Sobre este film, Mazzadi apunta: “Oriana también toma cuerpo con películas como "Cette Maison" de Myriam Charles, o de las películas de Ana Vaz, que es hoy una de las exponentes más interesantes de un modo de hacer cine que precisa salir de la enunciación del hombre blanco del norte en su centro”.
En el libro, Monique Wittig subvierte su lengua materna para narrar el levantamiento de una tribu hecha de cuerpos percibidos como femeninos contra la semántica patriarcal y sus implicaciones. La autora es una de las primeras en cuestionar, ya en la década de 1960, la heterosexualidad y los roles de género como algo natural, rechazándolos activamente al proponer la transformación de las relaciones comunales a través del establecimiento de una gramática que desafía los arreglos binarios convencionales.
Sobre "Oriana", Beatriz Santiago Muñoz explica: "Una tribu, un grupo de mujeres. Se abren y se va mucho más profundo dentro de la posibilidad de esa sensorialidad. Existe siempre en el texto una noción casi fuera del tiempo. No es ni prehistórica ni post. Hay unos momentos donde se siente ficción especulativa, donde hablan de armas de guerra y animales imaginarios como esferas que destruyen ciudades completas”.
Toda la programación de la 14° Edición de "Cine Migrante"
Cohabitar nuevos mundos
En todas las películas de la curaduría aparecen en trasfondo las prácticas narrativas feministas emancipatorias. En palabras de Mazzadi, “en el sentido de que reparan". "Si participamos de un feminismo que se aleja del punitivismo, es en la reparación que encontramos esperanza y es el lugar en el que volcamos nuestro trabajo”, dice y amplía: “Cuando hay algo que reparar, cuando se ha atravesado un trauma, es posible mostrar otro lugar más que el sistema carcelario como única salida. Si el mundo que tenemos que habitar es un mundo donde la centralidad del ser humano impuesto por Occidente se cae, ¿cómo se conforman las alianzas entre las existencias? ¿Qué pasa cuando una ciudad se destruye, se desintegra por completo y las montañas aparecen como un lugar posible de resguardo?”.
En esta línea salen a la escena, los films de Ana Vaz: "Olhe bem as montanhas, Há terra!" y "É Noite na América". Vaz es una artista y cineasta brasileña cuyas películas, instalaciones y textos escénicos exploran complejas relaciones entre entornos, territorios e historias híbridas, ampliando los límites de la percepción. “En la producción de Vaz aparece la necesidad de dejar de lado la visión de que la naturaleza es un espacio que debemos dominar porque la crisis es total y aparecen otras maneras de cohabitar, ya que las que existían son inviables en estos nuevos escenarios de destrucción y desplazamiento a los que asistimos”, sostiene la curadora.
Cada una de las exhibiciones estará acompañada por intervenciones y lecturas de sus curadores, así como por performances de lecturas colectivas. Una de ellas será "Prácticas de la huída. Planes de sabotaje para una escena plagada de colonialidad" y participarán César González, Julieta Laso, Olivier Marbouef, Sasha Sathya y Flor Mazzadi.
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Materiales fantasmas
La siguiente curaduría Cine Migrante presenta una tríada programática que recoge la memoria de los movimientos de liberación en Guinea Bissau. Materiales fílmicos que tras décadas resurgen y, por entre las imágenes, el fantasma de una liberación sobrevuela, el espíritu de Amílcar Cabral, Cuba de la revolución, la Alianza Tricontinental.
Compuesta por tres programas que serán presentados por su curador y productor Olivier Marbouef, "Materiales Fantasmas" exhibe como premier latinoamericana la película "Nome" del aclamado director Sana Na n’hada y exhibida en Cannes 2023.
Al respecto del trabajo de gestación en torno a esta curaduría, Olivier Marbouef, el narrador, comisario y productor de cine de Guadalupe, escribe: “Al borde de la destrucción total, estas cintas recuperadas en 2011 dan testimonio del nacimiento del cine guineano como parte esencial de la visión de la descolonización de Amílcar Cabral, el líder de la liberación asesinado en 1973”.
En colaboración con lxs cineastas guineanas Sana na N'hada y Flora Gomes, Filipa César imagina un viaje en el que este frágil material del pasado opera como el prisma visionario de una esquirla a través de la cual miramos el presente. Digitalizado en Berlín y proyectado en diferentes contextos, el archivo provoca debates, narraciones y premoniciones. Desde las aldeas más aisladas de Guinea-Bissau hasta las capitales europeas, estos archivos silenciosos se convierten en un lugar desde el que buscar un antídoto a la crisis mundial.
“Fantasmas que buscan cuerpos a los que volver, pieles para proyectar su imagen problemática. Un cine crudo y necesario donde lo material toma la palabra”, presenta Olivier y, en esa línea, Mazzadi agrega que “la producción y la cinematográfica que acá presentamos deja de lado el ego. Va más allá, es la imagen como parte de un tejido sensible al que se acude en busca de crear una tela de sensibilidad. En definitiva, sucede menos en la pantalla que dentro del espectador”.
Actualmente Olivier Marbouef reparte su trabajo entre la escritura especulativa, el dibujo y la producción cinematográfica en el seno de "Spectre Productions".
La invitación es a tensionar todo mundo existente y a asistir a escenarios que viven, que laten, que están siendo, que pujan por hacerse lugar y tomar el espacio que les es propio. “Es posible hacer cine con los expulsados, es posible ver modos de vida que no piden perdón por existir y habitar el lugar donde se les ha puesto. Cine Migrante es el espacio para repensar narrativas que reparen allí donde la palabra faltó”, concluye la directora.