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Bianca Tedesco y la denuncia que desafía a la cúpula arbitral del básquet

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Bianca Tedesco es árbitra de básquet. Denunció por acoso sexual y hostigamiento a Sebastián Moncloba, capo arbitral de la Liga Nacional de básquet. Luego de la lucha respaldada y acompañada por letradas de ABOFEM, fue reincorporada a su trabajo con un contrato y con garantías de protección. Este hecho intenta trascender su caso particular y construir un básquet mejor, más equitativo y transparente. Entrevistada por Feminacida, señala que no es la única víctima de este tipo de violencias. Es moneda corriente, una práctica habitual que privilegia a unos pocos que aún permanecen en silencio.

Por eso, la importancia del relato de Bianca, que decidió usar su voz para defender no sólo su derecho a un ambiente laboral sin hostilidades, sino también el de sus compañeras y compañeros. “Es por mí, es por todas. Por un deporte libre de violencias y discriminación”, aseguró en un comunicado publicado en sus redes sociales al hacer pública su situación.

"Una vez más, el sistema me impulsó a tomar una decisión, pero esta vez se basa en mis ideales. Me robaron hasta las ganas, se apropiaron de mis sueños al dormir. Tenía pensado un retiro cerca de mis 50 años, por lo menos. Pero para eso era condición sine qua non continuar silenciada, sometida, apagada y viviendo para otros", relató.

Dirigida a las autoridades de su deporte y del referato, la denuncia va a la raíz de múltiples problemas existentes en la mayoría de las disciplinas: el abuso de poder, la desigualdad de género y el acomodo basado en vínculos personales.

En esta entrevista, Bianca Tedesco cuenta lo que sufrió durante años y cómo se animó a decir basta. Su amor por el básquet y sus expectativas de construir un deporte mejor y más igualitario.

¿Qué significa el básquet para vos?

Es mi vida. Empecé a jugar en CEDEM de Caseros a los 7 años. Pasé por varios clubes, siempre buscando progresar. Desde chica me decía a mí misma “quiero ser mejor que yo”. Decidí ser árbitra cuando tenía 15 años y jugaba en Vélez. Seguí compitiendo varios años más hasta que me dediqué por completo a esta profesión.

En base a lo que contaste, el acoso venía de hace mucho tiempo. ¿Qué fue lo que te impulsó finalmente a hacer la denuncia?

Fue mi cuerpo el que me manifestó que había sido suficiente, a través de crisis de ansiedad y ataques de pánico. Habían pasado 4 semanas y yo no había recibido ninguna designación a partidos. A raíz de eso, algo en mí explotó. Me pregunté qué estaba haciendo para tener que soportar todo ese acoso y hostigamento desde hace años (el primero fue en 2016), a qué costo, si ni siquiera estaba teniendo trabajo.

En tu comunicado decías que hay comportamientos que están naturalizados, por lo tanto, a veces cuesta más darse cuenta de que algo no estaba bien. ¿Cómo fue tu proceso hasta identificar que estabas siendo víctima de acoso?

Cuando yo empecé a recibir mensajes estaba de novia con una chica, y empecé a darme cuenta de que no sabía qué responder, o me hacían sentir culpable de lo que estaba leyendo. La primera que me lo marcó fue una de mis hermanas. Cuando le mostré me dijo: “¿Sabés que eso es acoso sexual?”, y yo le decía que no, que debíamos estar exagerando. Ella insistía en que no tenía por qué bancarlos, y encima de un tipo que tenía poder sobre mí. Ahí empecé a prestar atención, pero me daba mucho miedo por mi carrera, y conscientemente o no, me silenciaba a mí misma para no tener que hablar y arriesgarme a perder todo. Ya cuando mi salud mental comenzó a estar en riesgo, me animé a hablar. Me incomodaba muchísimo y hasta me daba miedo tener que aclararle tantas veces que soy lesbiana y no me gustan los hombres, que no tenía chances conmigo. Jamás me respetaba el “no”. Insistía en que quería venir a mi casa y me decía cosas como “me pongo peluca y me depilo”.

El caso se encuentra en el Juzgado N°25 y la Fiscalía N°36 de CABA, con la prohibición de acercamiento físico y contacto del imputado hacia Bianca. Además, la Confederación Argentina de Básquetbol (CABB) activó el protocolo de violencia de género y apartó de sus funciones a Moncloba hasta que la situación se resuelva, notificados por la Secretaría de Género y Deporte de la Nación.

¿Cuáles son los próximos pasos a seguir para vos?

Mis abogadas y yo buscamos que sea imputado con carátula de acoso sexual agravado por su posición de poder. Yo intento no estar muy pendiente de lo judicial porque me hace mal, quiero recuperarme mentalmente. Me gustaría que esto sea ejemplificador, que podamos correr a las personas que le hacen daño al básquet y al arbitraje para que no haya más compañeras que tengan que pasar por lo que yo pasé. Es muy doloroso y desgastante. Hay muchas personas que continúan dentro del ambiente y abusan de su poder, distribuyendo los partidos de manera desigual y hostigan a compañeros y compañeras, maltratando, violentando. Hay amigas mías que dejaron de arbitrar porque los dirigentes hasta las mandaban a lavar la ropa o las amenazaban con cortarles su carrera. Yo deseo que podamos construir y disfrutar de esta profesión junto a los colegas de manera mancomunada.

El año pasado, hubo un reclamo de Las Gigantes a la CABB, por destrato y por mejores condiciones para todo el básquet femenino. ¿Te parece que hubo algún avance en general hacia la igualdad?

Para mí, en el básquet no hubo avances, sólo pantallas creadas para la foto y para decir que se está trabajando en eso. No hubo nada que sostenga un verdadero trabajo en ese aspecto. A veces hay más oportunidades porque ya no se puede ser ajeno al contexto social y político, pero no hay un interés genuino. Y más allá del género, en el referato no hay una distribución equitativa con respecto a los partidos. No puede ser que haya personas que por ser amigos de los que tienen el poder obtienen más partidos que el resto. Por ejemplo, yo dirigí 16 partidos y la novia de Sebastián (Moncloba), 71. Todas las personas que están en los espacios de toma de decisiones deberían tener una formación con perspectiva de género y tendría que haber más mujeres en esos lugares. No desde la obligatoriedad de un cupo, sino con una participación activa, con ideales y que sean realmente escuchadas.

¿Cuáles son tus expectativas para tu futuro inmediato?

Yo estoy estudiando periodismo deportivo, capaz pueda encontrar una puerta por ese lado. Creo que sería la primera vez que un caso de acoso termine con una reinserción en otro ámbito laboral. Mi intención es poder lograr algo importante para la disciplina, junto a mis abogadas, Paula Ojeda y Melisa García, con todo un equipo que me contiene en el día a día. Ojalá que esto sea un punto de partida y no un caso más, que a partir de acá se pueda empezar a considerar a las mujeres desde otro lugar y que no le vuelva a pasar a ninguna piba más.


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