Betiana Solange Rossi tiene 38 años, es madre de tres hijos y está desaparecida desde el 7 de febrero cuando salió de su casa del barrio porteño de Villa Real. Lo último que se sabe de ella es que compró en un comercio del partido de Tres de Febrero, donde fue registrada por las cámaras de seguridad, y luego se pierde su rastro. Su hermano Martín Rossi fue quien hizo la denuncia policial el martes y contó que antes de salir había tenido una discusión con su pareja, aunque por ahora descartan que exista un vínculo entre las dos situaciones.
La investigación está a cargo de la policía de la Ciudad, la policía Federal y el Sistema Federal de Búsqueda de Personas Desaparecidas y Extraviadas (SIFEBU) en un operativo conjunto que recién cobró fuerza esta semana. Si bien la denuncia por la desaparición de Betiana se realizó hace más de una semana, los oficiales se tomaron su tiempo en revisar las cámaras y en realizar una búsqueda activa. En estos casos, la velocidad y expedición son claves para encontrar a la persona porque cada minuto cuenta.
Te puede interesar: 15 años sin Otoño: memoria colectiva y lucha contra la complicidad
"Agradezco a la policía que se está moviendo, pero necesito que se mueva más", dijo Martín Rossi en una entrevista. Recién este lunes 14 de febrero se desarrolló un operativo de rastrillaje con perros y un dron en la estación Sáenz Peña del ferrocarril San Martín, zona en la que fue vista por las cámaras de seguridad. Sin embargo, todos los resultados fueron negativos. La causa está en manos de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional N° 23 a cargo de Marcelo Retes, que solicitó testigos que hayan visto a Betiana en Tres de Febrero.
Los medios y la falta de perspectiva de género
El tratamiento mediático, como otras veces, se encargó de espectacularizar el caso desde una perspectiva amarillista. "¿Cómo haces para dormir si tu hermana está desaparecida? ¿Cómo haces para vivir?", dijo Flavio Azzaro, conductor de Crónica TV, antes de hablar con Martín Rossi este lunes. "Discutió con el novio: desapareció", fue el zócalo que escribieron para ilustrar la entrevista, aún cuando el vínculo entre las dos situaciones no está establecido. "¿Por qué razón puede haber desaparecido? ¿Cómo fue el momento de la desaparición?", preguntaron los medios con muy poco cuidado hacia el hermano de Betiana e hicieron hincapié en la relación de ella con su pareja, aún cuando Martín sostuvo que no era relevante.
Te puede interesar: La Ley Micaela en los medios de comunicación es posible
En el programa MomentoD de Canal 13, también cubrieron el caso y dieron una descripción detallada sobre cómo fue la última vez que vieron a Betiana. La movilera, a partir del relato de la denuncia y las imágenes de las cámaras, sostuvo que ella "estaba inestable y con ira". "No subestimemos su estado anímico", agregó. Y continuaron ahondando en los detalles personales de su vida y asumiendo situaciones basadas en nada.
Es necesario que los medios de comunicación se tomen estas problemáticas con seriedad y no como una forma de entretener a sus audiencias. La perspectiva de género, tanto en el abordaje mediático como en el accionar policial, es imprescindible.
Betiana Solange Rossi mide 1.71 metros de altura, tiene contextura física delgada, tez trigueña y cabello largo hasta la cintura color castaño, posee cinco tatuajes. Ante cualquier información o dato que pueda dar con su paradero solicitan comunicarse al teléfono 1157042636, al 911 o al WhatsApp de la policía, 1158214001.