—Puedo trabajar en la granja aunque sea una niña —dice Anne Shirley (Amybeth McNulty) en su intento por derribar la primera de las tantas barreras de la comunidad a la que acaba de llegar. —Tengo la fuerza de un niño y prefiero estar afuera y no atrapada en la cocina.
La serie Anne with an E está inspirada en el libro Ana de las tejas verdes, escrito por Lucy Maud Montgomery y publicado por primera vez en 1908. Fue Moira Walley-Beckett quien decidió realizar la adaptación de esta historia que no tiene vencimiento, pero intentó agregarle algunos temas actuales. La creadora, entonces, utilizó los personajes, les puso cara, movimiento y le dio origen a esta gran aventura que encontramos en Netflix.
Esta niña de tez pálida, cabello rojizo y personalidad fuerte llega a la granja de lxs hermanxs Cuthbert por error. Marilla (Geraldine James) y Matthew (R. H. Thomson), quienes sienten que la edad lxs va atrapando, necesitan un niño que lxs ayude con el trabajo duro de la granja. Pero para su sorpresa, desde el orfanato les enviaron a Anne. Aunque la decisión de devolverla al lugar de donde vino está tomada, ella hará un esfuerzo inmenso por demostrar que servirá para ese y todos los trabajos donde la necesiten. Pero, además, por ganarse el amor de esxs dos hermanxs, a quienes imaginó durante todo el viaje, porque Anne se apropió de una familia y de un hogar antes de conocerlos.
¿Qué puede conocer una niña de 13 años, huérfana sobre “relaciones íntimas”? ¿Cómo llega a su cabeza la conclusión de que los roedores tienen que ver con la procreación? ¿Qué situación tan terrible tuvo que vivir de pequeña para relatar con una inocente naturalidad que el Sr. Hammond obligaba a su esposa a tener relaciones sexuales?
La vida de Anne anterior a la llegada a Avonlea es desconocida para sus espectadores al igual que para sus habitantes. Ella enamora con su delicadeza emocional. Todo la conmueve, la inspira. La relación que entabla con Matthew es particularmente tierna. Aunque este viejo granjero es de poco hablar, sus intervenciones irán al grano, como cada vez que se pone en el lugar de Anne ante cualquier condena que intentan imponerle.
Las amistades constituyen otro desafío. La escuela y la comunidad de ese pequeño pueblo son los dos ejes que ponen en jaque a la protagonista. Ser huérfana no está bien visto y sus compañerxs de escuela se lo hacen notar con una sinceridad brutal. Pero a Anne también la atraviesan nuevos sentimientos, que hasta el momento desconocía, con la llegada de Gilbert (Lucas Jade Zumann) a clases.
Vale aclarar que esta serie no produce la intriga que generan otras al finalizar el capítulo: no hay personas a punto de tirarse al precipicio, ni confesiones familiares en un lecho de muerte en los últimos minutos. Esa sensación de ansiedad que a unx lo lleva a días maratónicos, aquí las ganas de darle continuidad tienen que ver con los modos que la creadora eligió para abordar cada tema. En este sentido, Anne identifica las problemáticas de su comunidad, cuestiona constantemente el status quo y finalmente propone y transforma. Siempre vamos a querer saber de qué manera resolverá la siguiente travesía, qué ideas rimbombantes intentará instalar y qué personajes la escoltarán para lograr sus cometidos.
Anne with an E es una hermosa manera de aprender y desaprender en familia sobre prejuicios, discriminación, abusos, feminismo, racismo, libertad de expresión y, sobre todo, de entender que de la combinación de conocimiento e imaginación se puede lograr un mundo menos peor. Anne es un personaje con muchos desenlaces posibles.