La diputada de Unión por la Patria, Mónica Macha, acompañada por Esteban Paulón y Alejandro Vilca, presentó un proyecto para impulsar un juicio político contra Mariano Cúneo Libarona. Esta acción busca hacer frente a las declaraciones y acciones del ministro de Justicia que socavan los avances en materia de igualdad de género y derechos de las diversidades.
Durante su intervención en la Comisión de Mujeres y Diversidades en la Cámara de Diputados la semana pasada, Cúneo Libarona ofreció una serie de datos falsos sobre la gestión del Ministerio de Mujeres, Género y Diversidad. Además de citar como referentes en materia de género a figuras como Javier Milei y Manuel Adorni, conocidas por sus posturas conservadoras y anti feministas, se manifestó en contra de la diversidad sexual, generando un fuerte rechazo entre los presentes.
Lejos de cumplir con su deber de impartir justicia, ha optado por ignorar la legislación vigente en materia de protección contra la violencia hacia mujeres y diversidades. Lo hizo amparándose en argumentos biologicistas que carecen de fundamento en el marco normativo actual. Esta postura, respaldada por el gobierno, envía un mensaje peligroso y aleccionador al desconocer los derechos y protecciones que tanto ha costado conseguir.
El ministro fue convocado al Congreso por Macha, presidenta de la Comisión de Mujeres y Diversidades, para rendir cuentas sobre las políticas contra la violencia de género que han sido incorporadas a su cartera, tras la eliminación del Ministerio de Mujeres y la disolución de la subsecretaría de Protección contra la Violencia de Género.
La reunión, previamente pospuesta por Libarona, comenzó con una demora de casi 40 minutos. En su discurso inicial, el funcionario optó por una larga presentación enfocada en su trayectoria académica y su supuesta idoneidad para el cargo, dejando en segundo plano las explicaciones esperadas por los presentes.
En su intervención, marcada por la premisa "se acabó el género" y enarbolando la bandera de “la familia tradicional”, Libarona no escatimó en lanzar ataques contra el bloque de Unión por la Patria, recordando la denuncia por violencia de género contra el ex presidente Alberto Fernández. Además, se permitió realizar guiños a diputadas opositoras y estuvo acompañado por integrantes del Observatorio de Falsas Denuncias, quienes aplaudieron sus declaraciones y provocaron altercados en la sesión, en un claro intento de desestabilizar el normal funcionamiento de la comisión.
Libarona también dedicó parte de su discurso a distorsionar los datos presentados por observatorios como Mumalá y Ahora Que Sí Nos Ven, argumentando, desde su perspectiva, la ineficacia de las políticas destinadas a la igualdad y la protección de derechos. Además, justificó los recortes en el Programa Acompañar, dirigido a víctimas de violencia de género, y sostuvo que "la violencia debe ser castigada sin importar el sexo del destinatario".
El momento más polémico de su intervención llegó cuando, ante la indignación de los presentes, afirmó que su espacio político rechaza "la diversidad de identidades sexuales que no se alinean con la biología", calificándolas como "inventos subjetivos". Este argumento biologicista desconoce la Ley 26.743 de Identidad de Género, sancionada en 2012. Luego de este comentario, se le oyó comentar a un colaborador en un desliz por el micrófono: "Esto está textual del discurso de (Javier) Milei".
Por su parte, el vocero presidencial, Manuel Adorni, respaldó al ministro de Justicia: "Yo sé bien cuál es la postura del Gobierno y especialmente del presidente Javier Milei: cada uno es libre de autopercibirse como le parezca. No hay un límite, es infinito y el Estado no va a interferir en eso. Nosotros no reconocemos ni rechazamos nada, no queremos negocios con la política de género, no queremos que se discrimine a nadie y pretendemos que el que se autoperciba como quiera no le exija a otro que reconozca esa autopercepción. Tenemos que ser más libres y no cuestionarnos tanto todo”.
La presidenta de la Comisión lamentó la intervención de Libarona: “Muchas mentiras y nada de gestión. Una pena que el ministro Cúneo Libarona haya elegido el camino de la mentira y la tergiversación sobre la experiencia del Ministerio de Mujeres, Género y Diversidad. No dio un solo dato cierto. Es más, mintió tanto pero tanto que hasta fue inverosímil. No nos sorprende de un funcionario de Milei”. Macha también expresó su preocupación por "la absoluta carencia de políticas de género para combatir la desigualdad y la violencia por motivos de género".
A partir de lo expuesto, entonces, el proyecto impulsado por la diputada Mónica Macha, con el respaldo de Encuentro Federal y legisladores de izquierda, argumenta: "El Dr. Mariano Cúneo Libarona, actual titular del Ministerio de Justicia de la Nación, carece de la idoneidad técnica y moral para ejercer sus funciones, configurando así una causal de mal desempeño". Esta afirmación refleja una valoración política e institucional —no partidaria— de los actos y omisiones del funcionario, considerando los resultados y las consecuencias que su gestión tiene para las instituciones y la confianza que los ciudadanos y ciudadanas deben depositar en sus representantes.
El documento enfatiza que "el enfoque adoptado por el Sr. Ministro en la gestión de las políticas públicas a su cargo no solo desconoce y vulnera la normativa vigente, sino que también implica, como consecuencia lógica, el abandono de la perspectiva específica necesaria para garantizar la protección de los derechos de las personas y poblaciones que se encuentran en situación de vulnerabilidad estructural".
"Homofobia de Estado”
Consultado por Feminacida, Franco Torchia, comunicador y referente de la comunidad LGBTIQ+, reflexionó sobre estos ataques y la resistencia desde las diversidades: "Las palabras de Cúneo Libarona son una salvajada más dentro del guion ideológico que el gobierno de Javier Milei ha estructurado contra los feminismos y las personas LGBTIQ+. Con Milei, Argentina ha ingresado en una situación de homofobia de Estado, donde la criminalización es un hecho, aunque aún no se refleje en la ley. Es probable que, por un tiempo, el gobierno no necesite derogar leyes ni hacer que esta criminalización tenga un respaldo legal; basta con avanzar continuamente en este terreno”.
En este sentido, Torchia también subrayó la gravedad de la situación: “Estamos ante un plan de exterminio, una plataforma de gobierno que gira en torno al aniquilamiento de los feminismos y las personas LGBTIQ. Es una propuesta de muerte que no necesariamente se manifiesta en asesinatos directos, sino en una desposesión paulatina, en una legitimación de la inferiorización. Nos animalizan, nos deshumanizan, somos considerados desechables y sobrantes. Aunque en nuestra vida privada podamos hacer lo que queramos, en la esfera pública y social somos tratados como existencias desestimables. Además, se nos cuestiona, se nos acusa de haber sido beneficiados, cuando la realidad es que la expectativa de vida de una persona trans y travesti en Argentina sigue siendo de cuarenta años, un problema que ningún gobierno democrático ha logrado revertir, entonces ¿cuales fueron los beneficios? "
El comunicador destaca que el gobierno de Javier Milei está reaccionando contra las políticas de género y diversidad sexual implementadas por administraciones anteriores, particularmente las de los gobiernos kirchneristas y el de Alberto Fernández. En estos gobiernos, según Torchia, el género y la diversidad sexual no ocuparon un lugar central, sino que fueron abordados a través de políticas secundarias, con presupuestos limitados y gestos simbólicos, sin llegar a ser realmente estructuradoras. Estas políticas formaban parte de una agenda internacional de derechos humanos, pero que nunca alcanzaron un rol transformador en la estructura social. En contraste, bajo el gobierno de Milei, el género ha pasado a ser un tema desestabilizador por excelencia.
Para el referente, el enfoque del régimen de Milei es aniquilador, ya que percibe el potencial del género y la diversidad para desarmar estructuras tradicionales, como la familia nuclear. Precisamente por esta capacidad de desorganización, este gobierno se ha propuesto eliminar estos avances, moviéndose en una dirección que busca derribar lo que considera una amenaza al orden establecido.
Además, advirtió sobre el rol de los medios de comunicación en el contexto del avance de los discursos de odio y el fenómeno de Milei: "Toda esta atmósfera ideológica es favorecida y estimulada por el periodismo heterocis presuntamente progresista, ese periodismo centrista para el que, por supuesto, feminismos y disidencias sexo-afectivas siempre fueron un apéndice, una mini zona temática a abordar pero nunca el prisma general desde el cual informar, mirar, transmitir. Como siempre fue, desde un rincón, los feminismos, las columnas de género, las buenas intenciones con los putos y las trabas, un lugar de cumplido."
Finalmente, Torchia fue crítico con la postura de ciertos medios que, en lugar de confrontar al gobierno de Milei, optan por establecer vínculos comerciales con él: "Lo hacen directa o indirectamente porque perciben este fenómeno de manera pintoresca y adoptan posturas aparentemente neutrales, incluso cuando emiten críticas. Actúan como si este gobierno permitiera una posición ecuánime u objetiva, cuando, en realidad, está lejos de respetar los principios fundamentales de un proceso democrático. En consecuencia, no puede haber neutralidad ni objetividad si lo que está verdaderamente amenazado por este gobierno, segundo a segundo, es nada menos que el estado de derecho y la democracia".
En su análisis destacó cómo figuras del periodismo, tales como Luis Novaresio, articulan mensajes desde un canal financiado por capitales afines al presidente y por plata de pauta de su gobierno. "Es mentira que cortó la pauta oficial; ahí vemos cómo hay voces que se alzan en torno a lo que sucedió con Libarona, pero luego están lejos de tomar posición férrea ante otro montón de atropellos y violaciones a derechos humanos esenciales", concluyó.
