Florencia Ruíz, cantautora con 25 años de trayectoria, se encuentra en su novena gira musical por Japón, país que la acoge desde 2003. En 52 días recorrerá junto con su banda las ciudades de Tokio, Kyoto y Nagoya para presentar Aullido, su último álbum de 2021 y grabar un videoclip. En esta entrevista con Feminacida, cuenta sobre sus días en Oriente, su relación con el público y la cultura nipona, y cómo es viajar, tocar y maternar al mismo tiempo.
“Japón es el lugar donde sale el sol para mi música. Haber podido construir algo tan sólido y amoroso al otro lado del mundo es un verdadero golazo de mitad de cancha”, revela Florencia Ruiz, cantautora e instrumentista nacida en Haedo de 1977. Veinte años de su vida están atravesados por sus viajes al país nipón, donde se encuentra actualmente desde julio de 2023.
El vínculo con Oriente comenzó a principios de este milenio, cuando un amigo de ella subió a la web algunas de las canciones de Cuerpo, su segundo álbum. “Al toque me llamó un señor que fue quien llevó nuestra música allá. ¡Nunca supe cómo consiguió mi teléfono!”, recuerda la rockera. Si bien su obra comenzó a hacerse conocida en tierras asiáticas por el año 2003, recién en 2008 hizo su primer tour allá. En ese viaje inicial colaboró con artistas locales y tres años después empezó a trabajar con los músicos que la acompañan hasta el día de hoy: Yahiro Tomohiro en batería y Gatchan en bajo eléctrico.
Sobre sus seguidores japoneses, Ruiz afirma: ”Tenemos una relación muy natural, siento que hay deseo de entrar en la propuesta más allá del idioma”. Al escuchar su obra, se puede intuir el por qué su música cautiva a los públicos, tanto de oriente como de occidente: su propuesta tiene una naturaleza experimental, hecha en el momento en que entra al estudio. Por ese motivo, podría compartir la misma constelación musical que la rockera Juana Molina, una de sus contemporáneas; su sonido no es pensante sino “visceral”, como lo denominó ella misma en una entrevista de 2021 con el medio Télam. En el caso de Aullido, grabado en solitario durante la pandemia de COVID en 2020, las canciones sufren de pequeñas irrupciones, desde cajitas musicales, desarreglos en las guitarras hasta los aullidos de la artista.
Asimismo, lo asiático también cautiva a la compositora. “Mis modos de componer son medio marcianos, pero siento que después de esta gira hay algo que podría llegar a ser perfumado por la cultura japonesa”, revela. Este acercamiento se debe a que en algunas de las ciudades tocan canciones de Tomohiro, el batero, compuestas con “una lógica muy de allá”, como establece la haedense. Entre los artistas japoneses que escucha y que la inspiran están: Shin Sasakubo, Mio Matsuda y Pepe Itoh.
Su nuevo recorrido puede seguirse por Instagram, donde sube publicaciones regularmente con la leyenda “Diario, diario”. Para la cantautora, esta red social la mantiene conectada con la Argentina. En cada post hay imágenes de ella y su banda en las ciudades donde dio shows, acompañadas de anécdotas en la ruta, encuentros con viejos y nuevos amigos, así como reflexiones personales; entre ellas, destaca una de sus publicaciones en Kashiwazaki, donde escribió sobre la muerte de una amiga, Mariko Chan: “Cada vez que estuve aquí me ayudó con Juli aquella vez de la gira de 50 días o cuando nos hospedó antes del Fuji Rock festival y me cocinó porque ahí no me iban a dar de comer bien”.
Un miembro importante en el tour es Julián, su hijo de 11 años. “Es la tercera vez que viene conmigo. Ahora tiene 11 años, en las otras giras era un bebé. Acá hay mucha gente que lo quiere y lo mima, es una aventura espectacular para él”, dice la compositora de Invierno. En el videoclip de la canción, que ya tiene 10 años, aparece un pequeño Julián acompañado de otres artistas y sus hijes, entre elles Rosario Bléfari y Nina Suarez. “Él está feliz. Fueron días de mucho trabajo pero el hijo es el hijo, es siempre prioridad”, añade Ruiz.
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Además de tocar, Florencia tiene otros proyectos por hacer en la urbes niponas, como dictar clases de música en jardines escolares, grabar canciones y también un videoclip para su nuevo álbum. Sobre el nuevo proyecto, que ya terminó de grabar en mayo de este año, la artista adelanta: “Cuento de qué madera estoy hecha. Siento que es una bendición para mí, me queda chica la palabra emoción”.