Nair Cisneros es una mujer imponente. No cuesta darse cuenta apenas se la ve: alta, portentosa y fuerte; sólo basta con escucharla hablar. Desde el fotoperiodismo capturó múltiples imágenes de la vida cultural y política de la sociedad argentina. Tal vez la más recordada sea la de Sergio Maldonado y su compañera besándose durante una de las marchas.
Ella nació en La Pampa y luego vivió en un barrio humilde de Moreno y San Miguel y desde hace 5 años vive en la Ciudad de Buenos Aires. En ese tiempo comenzó su militancia feminista y asegura que encontró herramientas para emponderarse en la vida desde una perspectiva de género. “Cuando las luchas son transversales te enfrenta a sujetos políticos con los que políticamente distas un universo y sin embargo soy el tipo de persona que cree que sus posicionamientos políticos no me van dan derecho a faltarle el respeto, ni sus elecciones personales, ni cómo se viste, ni con quien está casada. El feminismo te pone también en esas disyuntivas, es una lucha constante contra todo un sistema y contra una misma”, manifiesta a Feminacida.
Al mismo tiempo llegó al mundo de la edición de radio y televisión y de allí saltó a la aventura de la fotografía. “Cuando comencé con la fotografía todas mis imágenes eran a color. Sin embargo sentía que una buena foto, un buen gesto, un sentimiento que aparecía en la composición no se veía; una vez saqué el color y el gesto apareció. Se vieron el beso, la sonrisa y el movimiento. Necesité quitar todos los demás elementos para poder dejar visible el mensaje”, destaca Nair.
Hace unos meses emprendió dos tareas maratónicas que le costaron mucho esfuerzo y dedicación: una de ellas fue plasmar en imágenes aquellos deseos y dolores que sufrimos. Hizo una campaña de fotos en donde diferentes mujeres posaron vestidas con un pañuelo blanco que en letras moradas exhiben diversas consignas como “si te maltrata no es amor”, “cupo laboral trans, ya” o “no es piropo, es acoso”. Las fotos publicadas en su página de facebook llevan textos de las mujeres retratadas.
“Quise escribir yo por ellas y no pude. Me di cuenta que no correspondía. Nosotras siempre le decimos a los varones que están para acompañarnos, no para decirnos cómo deben ser nuestras luchas. Quise ser coherente conmigo misma al visibilizar a otros colectivos a los que no pertenezco; tal vez me resultó más fácil compartir la creación del texto con las compañeras que sufrieron violencia de género porque es algo que conozco en primera persona”, relata Nair.
Sin embargo, no quedó conforme con el resultado de esta campaña porque siente que no logró expresar con las fotos todo lo que esas historias le permitían decir: “una tiene muy arraigada sus propias situaciones de violencia pero cuando la encuentra en otras genera toda una carga emocional, es esto a lo que voy cuando te digo que sentía que el resultado final tampoco representaba las historias. Sentí que el texto tenía más emoción y era más representativo que las fotos”, expresa.
Posteriormente, Católicas por el derecho a decidir le solicitó una campaña fotográfica para visibilizar la problemática del aborto e impulsar la Ley cuyo proyecto se presentó unas siete veces en los últimos 10 años. La idea surgió cuando Victoria Tesoriero, integrante del colectivo, la convoca para hacer una muestra fotográfica con referentes culturales, políticos, mediáticos e, incluso, religiosos. “Querían mostrar el abanico social de sujetos que apoyan esta causa, lo instalado que está el debate. Si bien Actrices Argentinas tiene mucha visibilidad queríamos ir más allá; incluso participaron dirigentes sindicales como Hugo Yasky en la muestra”, cuenta Nair.
Así fue como surgió una serie de fotos en donde referentes del feminismo y de la lucha por los derechos humanos se fotografiaron emponderados con el pañuelo verde. Al reflexionar sobre el proceso de elaboración de esas fotos afirma: “Pude trabajar mejor el tema de la luz, el diseño de la gráfica que acompaña; pude hacerlo con más tiempo; pude procesar mejor lo que estaba pasando; pude corregir cosas que había hecho mal en la campaña anterior. Nosotras nos autogestionamos económicamente y no la podría haberlo hecho sin el apoyo de Católicas por el derecho a decidir”
En estos 5 años creció como artista, como feminista, como madre y también en la militancia, en la cual se ve como una acompañante cuando dice que “en todo proceso político y social hay gente que los lleva adelante y hay otros que están para facilitar”. Nair se considera una facilitadora, una herramienta. “Todo lo que yo puedo decir es desde mi experiencia personal y desde allí trabajo”, asegura.