Mi Carrito

Mocha: nuestra lucha, su vida, mi derecho

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Este documental, creado por estudiantes y directivos del Bachillerato Trans Mocha Celis, relata en primera persona la violencia física y simbólica que sufren las personas transexuales y el rol fundamental que cumple la escuela para su inserción en la sociedad.

Alma todavía lleva puesto el vestido negro que la pone en la piel de Mocha Celis, a quien interpreta en el documental, pero las cicatrices en su brazo izquierdo evocan su propia historia. Una de las tantas noches que tuvo que pasar parada en una esquina siendo menor de edad, dos oficiales la increparon y apuñalaron hasta perder la conciencia. Su siguiente recuerdo es en un hospital, donde despertó mientras le cocían las heridas. “El jefe de la brigada me dijo que no me iba a molestar más, pero que no le hiciera una denuncia. Y a mí no me quedó otra que callar y seguir muriendo en una esquina, porque volverme a mi provincia era pasar hambre -dice- Yo soy fuerte y pude salir adelante, pero no me olvido de todas esas chicas que no pudieron levantar su voz”.

El estreno del documental Mocha: Nuestra lucha, Su vida, Mi derecho se siente como una conquista para la comunidad LGBTIQ+, en el marco de la disputa por la construcción de sentido que se desata a diario en un sistema que oprime y silencia las voces disidentes. Cuenta la historia del Bachillerato Popular Trans Mocha Celis de Buenos Aires: la primera escuela del mundo crítica de las desigualdades de género y orientada de forma no excluyente a personas transexuales y travestis. Además es ganador del Gran Premio del Jurado en el Festival Asterisco y del mismo premio en el Rio Festival de Gênero & Sexualidade no Cinema de Río de Janeiro.

Una muestra de lo real

Inaugurado en 2011, el bachi funciona como un espacio de contención para aquellxs que fueron expulsadxs del sistema educativo debido a la falta de políticas públicas que permitan paliar la discriminación. “Buscamos mostrar que lo que les sucede a las chicas trans no son casos aislados, sino que forman parte de una matriz que se imprime sobre sus cuerpos”, explica a Feminacida Francisco Quiñones Cuartas, director del colegio y del filme. A pesar de que con la Ley 26.743 de Identidad de Género lograron ser reconocidas legalmente, todavía falta garantizar su plena ejecución en muchos aspectos, como el acceso a la educación y a la salud pública.

La película expone la violencia estructural a la que se ven expuestas cotidianamente: desde los constantes arrestos policiales y los impedimentos para acceder a una vivienda digna hasta las dificultades para realizar un trámite bancario. A través de los testimonios de estudiantes y directivos y representaciones ficcionales, Mocha busca romper con el machismo, la transfobia y ciertos paradigmas educativos y de género. Los mismos que perpetúan los prejuicios de una sociedad fuertemente heteronormativa. “Es una herramienta de visibilización que va a contrapelo de todo lo que está sucediendo a nivel regional”, señala Quiñones.

Entre tantos discursos de tinte morboso que circulan por los medios masivos de comunicación en torno al colectivo trans, este proyecto surgió de la necesidad de contar sus historias en primera persona. Rocío Pichirili, productora del documental, comenta a Feminacida que estos mecanismos amarillistas se reproducen históricamente. “Las representaciones de las trabas son siempre drogadictas, prostitutas o ladronas, y no salimos de ahí”, denuncia. Aunque muchas personas se acercaron al colegio para entrevistarlas, Quiñones cuenta que siempre terminaban “zoologizando” el espacio.

Acercar la propia historia

“La gente siempre cuenta nuestra historia con sus palabras y esto nos permitió mostrar cómo vive realmente una persona trans. Por primera vez, pudimos mostrarnos como nosotras queríamos”, asegura a Feminacida Virginia Silveira, egresada del bachiller. Y decidieron hacerlo de forma colectiva: fueron lxs estudiantes quienes estuvieron a cargo de guionar el filme y de cumplir distintos roles dentro del equipo técnico.

Más allá de la búsqueda de generar conciencia acerca de las deudas que la sociedad y el Estado tienen con ellxs hasta el día de hoy, este documental es también una de las tantas formas en las que la escuela les permite ejercer su carácter de ciudadanxs de derecho. Así se les da el lugar de protagonistas y se lxs forma como productores de contenido. La Mocha no sólo les brinda contactos de abogadxs y psicólogxs, sino que es una familia que trasciende las aulas y apuntala desde lo afectivo. Siempre observada, siempre en peligro de ser desalojada por no poder pagar el alquiler, siempre teniendo que dar explicaciones de por qué es cómo es.

A cuatro años del inicio de su producción, el hecho de que esta película haya sido estrenada en el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (MALBA) es una declaración política que procura terminar con la marginación social. En ese sentido, el director destaca el valor que conlleva poder irrumpir en ámbitos que tradicionalmente les fueron vedados. “Para mí es una felicidad total que estos mismos cuerpos, que nunca aparecen en espacios así, puedan ponerse sus brillos, tomar el micrófono y ser como son arriba del escenario. Tiene un impacto muy grande, estamos muy orgullosos”, subraya.

Mocha es un relato de identidad, educación y militancia. Marca un precedente en la lucha a nivel regional. “Por un lado, reclamamos que se mejoren las condiciones de la escuela, ya que no tiene un edificio propio, ni cuenta con financiamiento integral, y por el otro, que existan bachis como este en cada una de las provincias y en otros países para poder parar con esta rueda viciosa”, concluye Pichirili.

 

FICHA TÉCNICA

Distribución: Neko Distribución

Dirección: Francisco Quiñones Cuartas y Rayan Hindi

Guión: Estudiantes del Bachillerato Popular Trans Mocha Celis

Compañía Productora: Groncho

Producción: Rocío Pichirili

Dirección de Fotografía y Cámara: Sandra Grossi y Ariel Contini

Gaffer: Michel Steinberg

Asistente de Producción: Juan Manuel Vazzano

Dirección de arte, vestuario y maquillaje: María Belén De La Vega

Edición: Rocio Caliri

Corrección de Color: Leandro Motta

Musicalización: TOYBOY

Postproducción de sonido: Gino Gelsi

Diseño gráfico: Martín Gorricho

Animación: Santiago Bugni.

Sala: Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (Av. Pres. Figueroa Alcorta 3415, CABA)

Funciones: Domingos 17/2, 24/2 y 03/03

Fotos: gentileza del equipo de prensa del documental


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