Mi Carrito

Libres menstruaremos

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“Mi sangre menstrual
es uno de los talismanes 
de mi poder.

Menstrúa.
Con ganas, con llanto,
con fuerza, con valentía,
bailando o durmiendo.
Con miedo o sin él”.

El perfume de la flor de jazmín se percibe sutil en el aire. Doce velas violetas rodean un altar montado en el suelo sobre una manta de colores tierra. La luz natural entra por casi todos los costados de la habitación. En el techo, la ventana estrella se destaca: una abertura que conecta directamente con el cielo y de noche, con el destello de la luna.

Así recibe Anabela Musante a quienes aceptan el desafío de volver al cuerpo en este mundo tan cruel y exigente. En círculo y mirando a los ojos de la compañera. Hace unos años que es terapeuta menstrual: acompaña y apoya los procesos y los ciclos menstruales de acuerdo a las distintas inquietudes y necesidades de cada una.

“Muchas mujeres y cuerpos menstruantes sufren el destrato de los ginecólogos. Médicos que no son amorosos, ni respetuosos y que se guardan la información. Los espacios que creamos son para ser más conscientes de lo que nos pasa adentro y tratar de entender por qué sucede”, explica Anabela a Feminacida. Y dice: “Tenemos que empezar a poner límites. Estamos todo el tiempo activas y dispuestas para el resto y nos olvidamos de nosotras”. 

Útera Menstrual es el espacio virtual que creó para compartir sus saberes en las redes sociales. Entre sus escritos, invita a sus lectorxs a explorar el cuerpo. A habitarlo con el placer a través del disfrute, el autoconocimiento y el amor propio.  

“Ser conscientes de cómo ciclamos nos empodera”, dijo Anabela al cerrar el círculo y la luz de la noche ya teñía sus manos. Ninguna persona se siente la misma una vez que finaliza cada encuentro. Se nota en los rostros y también en los cuerpos. Plenos, relajados y livianos. El abrazo del final demuestra el agradecimiento por lo bien que hace desconectar de tanta presión y tanta brutalidad. En una cultura que educa para la ansiedad y el apuro, volver a las raíces es una decisión política.

El libro de Útera

“Persigo incansablemente la rebeldía y la valentía de nuestras cuerpas/cuerpxs. Exploro y celebro el verdadero reconocimiento de nuestra sexualidad y nuestro poder creativo como lo más inconmesurable que llevamos dentro. Las voces del nuevo aquelarre son las nuestras. Que ya no se apagan. Que hoy se despiertan y entonan canciones de amor y libertad”. Así reza la contratapa de Curanderas, una edición que, según su autora, está destinada hacia quienes necesiten amarse y reencontrarse con su fuerza.  

Editado de manera autogestiva e independiente en abril de 2019, el libro ya va por su segunda impresión. En palabras de Anabela significó parir un hijx creativx luego de muchos meses de gestación, introspección y trabajo. Democratizar el conocimiento y apelar a la sabiduría intuitiva de cada es una de las metas principales. “Es un botiquín amoroso para nuestro ciclo menstrual”, reveló en su cuenta de Instagram al publicar la noticia del lanzamiento.

El libro de Útera es un abrazo. ¿Qué es ciclar? ¿Cuántos años pasaron sin ser conscientes de lo que sucede en el cuerpo? ¿Cómo se relaciona el ciclo menstrual con las fases de la luna? ¿Es posible autogestionar la salud menstrual? A lo largo de las páginas, Anabela Musante intenta no sólo dar respuestas. Leer el libro se parece a descubrir un tesoro perdido: Curanderas brinda información que durante mucho tiempo fue oculta y negada.

Poemas, manifiestos y saberes se fusionan en los distintos capítulos. La vulva y la vagina, la garganta, los ovarios y las tetas forman parte de la sección “Cuerpa Medicina”. Allí se abordan, desde las experiencias y los errores, los distintos procesos para recuperar cada espacio silenciado por la hegemonía. Asimismo, la autora propone conocer sobre el linaje y las ancestras, las plantas medicinales y las tribus de mujeres y cuerpos menstruantes.

Volver visible al ciclo menstrual

Mayo es el mes de la visibilidad del ciclo menstrual. Junto a diversas compañeras que trabajan en red, decidieron suplantar al día de la higiene femenina. “Ya estamos limpixs. Andá a lavarte vos tu misoginia”, advierte en uno de sus relatos publicados en Facebook. Tirar al patriarcado implica también desterrar el discurso tradicional que ubica a los cuerpos menstruantes como sucios, impuros y avergonzados.

“En la menstruación deberíamos estar invisibles para el mundo. Nos urge volver al cuerpo. Estamos más de treinta años menstruando. Por eso es urgente politizar el ciclo. La sangre menstrual no es ni más ni menos el lugar que alberga al feto en caso de haber fecundación. Todxs venimos de la sangre menstrual. No es ni sucia ni asquerosa. Es vital”, concluye Anabela.

Es momento de merecer. De sacar de nuestros cuerpos la vergüenza y el pudor. De nutrirlos de abrazos, mimos y amor. La información es poder y la rebelión contra el sistema perverso, exigente e inflexible ya es un hecho. Hoy somos las nietas de todas las brujas que nunca pudieron quemar.

Foto de portada: Agustina Mancini

Fotografías por orden de aparición: Útera Menstrual y Ana Harff @anaharff


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