El entrenador desdobla un papelito y comienza a leer en voz alta los nombres de quienes están citados para el partido del sábado. La escena se repite todos los viernes en el Club Tiro Federal y Deportivo de Morteros en Córdoba. Marti espera ese momento, se queda hasta el final, pero nunca figura en la lista. Su papá y mamá la aguardan a un costado y comparten su “cara larga”. La niña de nueve años pide jugar a la pelota por los puntos como el resto de sus compañeros. El profesor no tiene problemas con eso. Pero la Liga Regional de San Francisco le impide competir oficialmente por ser mujer. La fecha límite del fichaje es el 29 de febrero y su familia insiste en visibilizar el reclamo.
A Martina Raspo le apasiona la redonda desde la cuna. Usa las medias de Boca por influencia paterna y alienta a ese equipo en el certamen masculino. Pero arriba luce la camiseta azulgrana que ama su mamá y quiere ver a San Lorenzo ganar en el torneo femenino profesional. En el césped se para como volante por izquierda. Practicó un año, a los siete, en Independiente, institución deportiva de San Cristóbal, ciudad de Santa Fé en la que nació y se crió. Una mudanza a Morteros no la dejó afuera de las canchas. “Apenas llegamos lo primero que tuvimos que hacer fue buscar club y casa a la vez porque que ella venía enloquecida, quería seguir jugando”, le cuenta su madre, Carolina, a Feminacida. En “Tiro”, como le dicen en el barrio, la recibieron. Allí disputa remanentes o amistosos, aunque la zurda no se rinde y quiere participar en igualdad de condiciones que los demás de su categoría.
Ante la consulta realizada por la madre y el padre de la niña a fines de 2019 sobre por qué no puede competir, la Liga respondió que la responsabilidad es del Consejo Federal de la AFA (CFA). Sin embargo, un comunicado del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI), entidad que tomó el caso, indicó que, según el delegado del CFA en Córdoba, no hay ningún obstáculo normativo para que pueda inscribirse.
Con el último día de este mes como fecha tope para lograrlo, lxs referentes de la mediocampista presentaron la denuncia en la delegación del INADI de esa provincia. La semana pasada, se reunieron con su titular, Victoria Donda, en Buenos Aires. La funcionaria aseguró su compromiso con la causa y el acompañamiento necesario para continuar con acciones legales. “Creemos que el derecho a jugar es constitutivo de cada niño, niña, niñe y que hay que defender a las niñas para que puedan hacer realidad estas ganas que tienen de jugar al fútbol”, afirmó. Carolina arriesga que la estrategia tendrá resultados: “Nunca imaginamos que íbamos a tener tanto apoyo y que todo iba a llegar tan lejos. Estamos felices y tranquilos. La lucha es por ella y por todas las que están en una situación así en el país”.
En su visita a la Capital, Martina solo había traído una mochila con sus botines, medias y cortos. Lo que más quería era encontrarse con la nueve del Ciclón e integrante de la selección nacional femenina, Rocío Correa, para jugar. Puso un pie en el club y corrió al baño a cambiarse. Al final del día, se fue con su casaca autografiada por la delantera tucumana junto a una promesa en marcador indeleble: “Marti, el fútbol va a ser de todes o no va a ser”.
Fotos: Agustina Fernández