“Si alguna vez la distancia /
Entre nosotros se hace sentir /
Nademos hasta la otra orilla /
Donde un abrazo nos vuelva a unir”.
(Hilito, track 8).
Aquellxs que conozcan a Verónica Condomi saben que su voz no defrauda. Luego de más de 40 años de trayectoria, la cantante lanzó al mundo virtual el disco Verdeado dulzor junto al stickista Matías Betti.
¿El rock se puede fusionar con aires de huaynos, zambas y chacareras? Sí, absolutamente. Verdeado dulzor es un álbum de 48 minutos que fusiona ritmos folclóricos con rock nacional. La voz, el stick, la caja, el bombo, la guitarra y la kalimba viajan a través de temas propios y de autores argentinos, tales como Luis Alberto Spinetta, Gustavo Cerati, Charly García, Divididos, Atahualpa Yupanqui y anónimos de la cultura popular.
Darle play a un disco en el que participa Verónica Condomi transporta automáticamente a quienes lo escuchan a un lugar placentero. Invita a cerrar los ojos e imaginar, por ejemplo, un atardecer en San Marcos Sierras acompañado de un mate con tostadas dulces.
La voz de Condomi goza de una frescura intacta, a pesar de tener más de 40 años en el ambiente del folclore. Ella siempre supo innovar en todas sus obras agrupándose en distintos conjuntos, a la par de su carrera solista. Liliana Vitale, Pablo Fraguela y Matías Betti son algunxs de lxs músicxs con los que compartió escenario.
El viaje al que convoca Verdeado dulzor, compuesto por 13 canciones, comienza con dos vidalas de autores populares que invitan a pasear por el noroeste argentino. Luego “Vientito del Tucumán", aquel poema de Atahualpa Yupanqui musicalizado por Divididos, llega a lo más profundo, con la calidez y la madurez de la entonación vocal.
“Los libros de la buena memoria” y “Seguir viviendo sin tu amor” del Flaco Spinetta sorprenden por la claridad, la armonía y la calidez que se sienten en la fusión del rock y el folk. “Como un cuento”, de Divididos; “El karma de vivir al sur” de Charly García; “Zona de promesas” de Gustavo Cerati; y “Preguntitas sobre Dios”, también de Atahualpa Yupanqui, son otras de las canciones que reversionaron de manera respetuosa y amable.
Este disco muestra la sensibilidad, la seguridad y la seriedad que tiene este dúo para crear novedosos estilos. Sin embargo, es apto para aquellxs que están dispuestxs a romper las estructuras musicales predefinidas.
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Desde principios de marzo, “Verdeado dulzor” se puede escuchar a través de Spotify (open.spotify.com/album/2EbX3kgkMgWKKoRK2l7REI) para disfrutar en estos momentos en los que se dificulta encontrarse.
-Este artículo fue producido en el marco del Taller de Periodismo Feminista de Feminacida-
Foto de portada: Télam