Descubra el fundamento que lo lleva a escribir; investigue si tiene raíces en el lugar mas profundo de su corazón; reconozca si para usted sería necesaria la muerte en caso de ser privado de escribir. Esto ante todo: pregúntese en la hora mas callada de la noche: ¿debo escribir?. Busque en lo mas profundo de si mismo la respuesta. Y si esta es afirmativa, si enfrenta esta grave pregunta con un seguro y sencillo “debo”, siendo así, edifique su vida conforme a tal necesidad: su vida, aún en la hora mas insignificante y pequeña, debe ser signo y testimonio de ese acto
(Reiner María Rilke, “Cartas a un joven poeta”)
¿Pero para qué hacer libros? No quería seguir alimentando la élite berreta de escritores y escritoras consagradas, lo selecto, lo privilegiado e inalcanzable del mundillo. Trabajé cinco años en la industria y sabía todo lo que no estaba bueno. Mi viejo tiene una editorial, tampoco entendía bien por qué lo hacía, y el mandato de repetir la historian o me copaba para nada.
(Ailu, editora de Populibros)
Diarios Mayores es una miscelánea, una obra donde se tratan temas diversos (a veces inconexos, a veces mezclados), y hoy en día la diversidad es una cuestión que interesa, se debate y/o se milita. Es una miscelánea polifónica (“poli” muchos; “fono” sonidos): no solo hay diversidad de temas, géneros sino también voces. Voces de mujeres entre los 64 y 93 años que se resisten a la soledad a la desmemoria en los momentos más crudos del Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO) por la pandemia del Covid-19.
Aunque encerradas, ninguna de estas mujeres se queda quieta y resisten el dolor y la frustración: “En este tiempo de pandemia me surgieron muchas preguntas, porque descubrí que cuarenta años de mi vida los pasé sin conocerme. Es bueno escribir, a uno le sale lo que tiene en el fondo del alma”, escribe Ana de 76 años. La escritura resulta sanadora, pero también es el espacio de resistencia del cuerpo y de la voz. “Bueno, el viernes escuché a una psicóloga que le recomendaba a los mayores (viejos como yo) que escriban todo lo que sienten por sus nietos, y cosas que hacen en estos tiempos de cuarentena. Tarde doctora, yo ya lo vengo haciendo, me adelanté jajaja. Y también dijo que debemos tener orden en los horarios. No, no, no y no. Yo creo, que por más loca que me digan que soy, soy muy ordenada con mi vida”, desafía Ana. Resistimos con ella en una entrada de su diario pandémico en la que cuenta una discusión con un policía por salir a dar vueltas a una plaza. Simplemente genial.
Alba, de 88 años, escribe con pena que una llega a vieja y no sabe qué hacer con su vida y por eso escribe y escribe. ¿Acaso no nos preguntamos eso también en la juventud?. Cecilia, de 72, reniega de la dependencia a la que se ve obligada en estos momentos. Francisca, Antonia y Carmen recuerdan. La escritura es el mecanismo que estalla el botoncito de sus memorias. Se destaca la niñez y lxs abuelxs, ahora que ellas también son abuelas.
Relatos, diarios, conversaciones de Whatsapp se entrelazan además con fotos, ilustraciones de una manera muy bella desplegando todavía más los múltiples sentidos de las palabras de “las chicas”. En el prólogo, Ailu, la editora entiende todo cuando explica el valor, el amor y el poder que tiene expresarse para estas mujeres y para ella. ¿Qué significa tener una editorial independiente? ¿Para qué publicar la palabra de otrxs? Ailu lo deja claro: “¿Pero para qué hacer libros? No quería seguir alimentando la élite berreta de escritores y escritoras consagradas, lo selecto, lo privilegiado e inalcanzable del mundillo. Trabajé cinco años en la industria y sabía todo lo que no estaba bueno. Mi viejo tiene una editorial, tampoco entendía bien por qué lo hacía, y el mandato de repetir la historian o me copaba para nada”. Y más que locas, viejas, histéricas, somos históricas. En Diarios Mayores, abuelas y nietas se encuentran se dan la voz y cuando todo esto termine se darán la mano para ir a luchar.
Se puede acceder a los textos en la página de la editorial Populibros. Ágora es la sección de libros de descarga gratuita y esto permite que la convocatoria siga abierta para que más voces se sumen. Si conocés adultxs mayores que se quieran sumar a escribir, pueden hacerlo a info@populibros.com.ar. También, se puede colaborar aportando para la financiación de la impresión poniéndose en contacto al mismo mail con la editorial.