Susy shock es, hace tiempo, una referente, una luchadora, una artista trans sudaca como le gusta definirse. Además, es una coplera y una poeta de alma colibrí. Ella no solo hace del poema el amor, hace política. Susy irrumpe con su cuerpo y debate constantemente sobre todo lo esperado. Interpela al modelo hegemónico patriarcal a través de sus rimas y de su vida.
Hojarascas es su ante último libro editado por “Muchas Nueces” en 2017. Fotografías sacadas en el Gritazo organizado en 2016 en Plaza de Mayo por el colectivo MAFIA (Movimiento Argentino de Fotógrafxs Independientes Autoconvocadxs) ilustran las últimas páginas. Este evento se organizó para decretar el estado de emergencia ante la cantidad de travesticidios que suceden en el país. Una foto de la activista trans Diana Sacayan aparece entre las primeras imágenes, quien fue brutalmente asesinada en 2015. “Esto es urgente” grita Susy al abrir la primera hoja del texto.
La autora no sólo hace un llamado a quien la lee, revuelve la idea de no olvidar que las travas o las mujeres trans están presentes en un mundo que no les es muy amigable. “Furioso ejercicio el de no pisarnos la memoria… somos nosotras las que siempre ponemos las muertas”, escribe. “Así de insolentes, así de arrebatadas, que nada de esta sucia pasión se hace sin estrategia”.
Este “nido de un pecho trava” pide atención ante la violencia cotidiana que sufren ella y sus compañeras. Le habla a todos: a la iglesia, al estado, al universo, a la tierra, a la militancia y al dolor. Su revolución ha llegado tan lejos que la filósofa feminista y teórica estadounidense Judith Butler la citó en varias oportunidades por su frase: “reivindico mi derecho a ser un monstruo ¡Que otros sean lo Normal!”, de su segundo poemario Trans-Pirado publicado en 2011.
La furia empuña letra en cada palabra que Susy implementa en su obra completa. “Hojarascas” hace alusión a las hojas que han caído de los árboles, como las travas han caído de este sistema. El poemario, presentado en otoño del año pasado, acompaña una obra que ya tiene seis libros en circulación y que describe a una escritora que combate con ideas claras. Se lo dedica a la rabia y ternura de Marlene Wayar, otra referente del movimiento y su amiga de lucha.
Los poemas primero fueron publicados por la Revista Mu en sus entregas periódicas. La forma de arrebatar conceptos y “travestizarlos” o hacerlos propios es insolente, como ella. Lo antihegemónico se hace bandera.
Entonces, la única certeza es el fracaso,
ese es nuestro punto de encuentro,
desde ahí estallarán los nuevos hallazgos.
“¡Porque tenemos un cementerio entero en la cabeza!”,
grita la Wayar en su furioso desencanto.
Hemos perdido todo sin haber empezado,
y esa es la mejor de las odiseas,
porque no tenemos más nada que perder,
¿O en serio piensan que nos preocupa
que no nos dejen entrar en su baños?
¿En serio piensan que el matrimonio es el encanto Hamelin que nosotras buscamos?
¿En serio piensan que queremos
sentarnos en sus mesas y aprender cómo se almuerzan
y se cenan esas vidas de espanto?
A nosotras nos matan
aunque en el documento diga que nos llamamos Diana Sacayán.
Y el tema no es negar las viejas luchas,
sino gritarles en la cara eso mismo:
¡que a nosotras nos matan sin ninguna nueva sutileza!
Mientras ustedes se casan,
mientras inventan una nueva palabra que les define,
mientras el Banco Mundial sortea becas
y programas para que en el mundo todos y todas seamos afines,
¡pero resulta que a nosotras nos matan por travas!
Sobre la autora
Nació en diciembre de 1968 en la Ciudad de Buenos Aires, hija de padre pampeano y madre tucumana. Con treinta años de actuación, canto y escritura se autodefine artista trans sudaca. Colaboró en Soy, suplemento de diversidad del diario Página 12, entre otros. Editó su primer libro llamado "Revuelo Sur" en 2007, en 2011 "Relatos de Canecalón" y "Poemario Transpirado", en 2016 un libro de literatura infantil llamado "Crianzas" y por último "Anti-princesas Susy Shock" en 2018.