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La furia no se calla: es ley el cupo laboral travesti trans

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En una sesión histórica, cargada de la potencia característica de las míticas Diana Sacayan y Lohana Berkins, se sancionó en el Senado la Ley  de Promoción del Acceso al Empleo Formal Para Personas Travestis, Transexuales y Transgenero. La felicidad es enorme, el desafío aún más. Cincuenta y cinco votos a favor, uno en contra y seis abstenciones fue el resultado final que dio lugar al abrazo más fuerte después de aquel 30 de diciembre. Esta lucha que el colectivo travesti trans se cargó a los hombros, librada a pesar de la adversidad de la pandemia, es la demostración de que el camino de la reparación es impostergable. 

De la calle al Estado

“En soledad no hay construcción posible”, dijo Diana Sacayán a Canal Encuentro en el año 2007. Su voz suave susurraba al mundo la furia de un deseo colectivo. Tres años más tarde, Lohana materializó estas palabras, y las tradujo en el Frente Nacional por la Ley de Identidad de Género, promulgada el 9 de mayo de 2012. Este camino montado sobre la necesidad de la organización se tradujo, a casi diez años de aquella hazaña, en otro triunfo histórico: la Ley de Cupo e Inclusión Laboral Travesti Trans. Cuando las travas cantaban “al calabozo no volvemos nunca más”, lo decían en serio. 

Esta ley que exige a los organismos públicos la participación de al menos el uno por ciento de personas travestis y trans es un paso más en el camino de la verdadera igualdad de derechos.  “A partir de este día nuestra sociedad comienza a ser más inclusiva. Recordando a las que vinieron, a las que vendrán y a las que se fueron como Diana Sacayán, que pensó la ley, que la militó, que convenció a uno por uno y hoy Diana Sacayán es ley”, sostuvo Alma Fernandez, militante travesti, en diálogo con Feminacida

Los números recabados por las encuestas realizadas en “La revolución de las mariposas. A diez años de la gesta del nombre propio”, indica que solo el 9% de las cerca de 200 mujeres trans y travestis consultadas,  “dijo estar inserta en el mercado formal de trabajo, al tiempo que el 15% manifestó tareas informales de carácter precario”. Un informe realizado por la Gestión Legislativa en 2020 indica que aún hoy permanece en esa situación de desempleo el 80 por ciento del colectivo.  Un gran porcentaje de quienes no tienen acceso al trabajo formal se encuentran en situación de prostitución. “El cupo laboral es justamente una política que viene a cambiar estructuralmente la oportunidad de muchas personas trans a tener por primera vez un empleo formal, pero también a tener una obra social, aportes jubilatorios, a contar con la oportunidad de tener un proyecto de vida”, dijo Alba Rueda, subsecretaría de Políticas y Diversidad de la Nación, a Feminacida. En este sentido, Claudia Vázquez Haro, presidenta de Otrans, sostuvo que con esta ley “culturalmente vamos a derribar esos mitos de que las travestis y trans solamente se dedican a la prostitución o a la criminalidad”.

El círculo de violencias que rodea, y muchas veces encierra, a las personas travestis y trans, es el resultado de la expulsión temprana de sus hogares y las instituciones educativas. En su libro La Berkins. Una combatiente de frontera, Josefina Fernandez, antropóloga y amiga inseparable de Lohana Berkins, narra el proceso de cocción del proyecto y el día de la sanción de la Ley de Identidad de Género, y se pregunta si lxs funcionarixs eran conscientes que al aprobar la ley “tendrían varones pariendo hijos, madres que habían sido padres e hijos cuyos padres serían ahora madres”. Páginas más adelante menciona que la primera pelea de Lohana (la primera travesti en trabajar en la administración pública) dentro de la Legislatura Porteña, fue para poder usar el baño de mujeres. El detalle en el cual hace foco la antropóloga es la batalla puertas adentro de la cultura que la sociedad argentina aún tiene pendiente. 

Un desafío al cis-tema 

La desaparición de Tehuel de la Torre durante una búsqueda laboral, es un doloroso ejemplo que no puede desligarse de la violencia estructural que sufren lxs travestis y trans desde el momento en el cual deciden exponer su identidad de género. En un país en donde la palabra identidad tiene una connotación que remite a la desaparición forzada de miles y miles de personas, continuar reivindicándola es una tarea impostergable. 

“Estoy convencida de que esta ley va a venir a salvar vidas”, declaró Pamela Rocchi, activista y militante trans de la provincia de Santa Fé. El triunfo de travestis y trans por la sanción de la Ley de Cupo Laboral es el triunfo de la sociedad argentina, a la que hoy se le otorga el regalo de crecer y seguir siendo pionera en materia de derechos. Sin embargo, es la misma sociedad que reacciona indiferente a los travesticidios y transfemicidios, de los cuales ya se cuentan cinco, según los datos publicados por el Observatorio de Femicidios en Argentina “Adriana Marisel Zambrano” dirigido por La Casa del Encuentro. Abrazar la diversidad continúa siendo en este territorio materia pendiente, y en la pelea para modificar los aspectos culturales, fogoneados por los medios de comunicación más recalcitrantes, el colectivo fue conquistando derechos como herramientas para dar la batalla. 

Un grito furioso desde el cielo de las travas

Las voces de Diana y Lohana vibran en la tierra, hoy un poco más justa. La conquista de la Ley de Cupo e Inclusión laboral travesti trans no es magia, sino el fruto de una pelea furiosa que travestis y trans emprendieron frente a una sociedad expulsiva de las identidades que le retrucan sus mansas certezas. Batalla librada sobre una tierra regada con la sangre de compañeras asesinadas, porque ni las metáforas quedan exentas de la violencia que las travestis sufrieron en las casas y calles de este país. “Por las de ayer, por las de hoy, por las miles de niñas y los miles de niños de todo el país, que podrán decir que viven en un país que tiene un Estado que las reconoce, las respeta y sobre todo, que les dará su identidad”, dijo Lohana Berkins el día que Diana Sacayán estrenó su DNI junto a Cristina. A poco menos de una década, sus palabras todavía hacen eco entre las paredes del Congreso de la Nación, donde el Estado reconoció por ley, además de la identidad, el derecho al trabajo. Hoy la furia travesti, más que una consigna, es un hecho. 


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