En el Boletín Oficial se publicó hoy el decreto 476/21 que garantiza la inclusión de la identidad no binaria en el Documento Nacional de Identidad. Este derecho reconoce a través de la nomenclatura “x”, en el campo donde se coloca el sexo, la existencia de personas por fuera del binomio de lo femenino y lo masculino. Con esta conquista, Argentina se posiciona como el primer país latinoamericano en contemplar la existencia de personas que no se autoperciben hombres o mujeres.
En el comunicado se considera que “el derecho a la identidad de género es inherente al derecho a la propia identidad, que forma parte del campo de los derechos humanos”. Asimismo, se especifica que “el derecho a la identidad tiene una directa e indisoluble vinculación con el derecho a no sufrir discriminación, a la salud, a la intimidad y a realizar el propio plan de vida”. En este sentido, “se constituye como un concepto genérico que ensambla otros derechos que tutelan diversos aspectos de la persona”.
Esta disposición aplica tanto para el documento de identidad argentino como para el pasaporte y quienes quieran solicitar el cambio para ejercer este derecho podrán hacerlo en la sede del Registro Nacional de las Personas o en cualquier delegación de los Registros Civiles de todo el país acudiendo con la Partida de Nacimiento y el DNI. Las personas extranjeras podrán hacerlo ante la Dirección Nacional de Migraciones.
Para celebrar este decreto se realizó hoy pasadas las 12 horas en el Museo del Bicentenario un evento encabezado por el presidente de la Nación Alberto Fernández, el ministro del Interior Wado de Pedro y la ministra de Mujeres, Géneros y Diversidad Elizabeth Gómez Alcorta, quienes le entregaron los primeros DNI a tres personas no binaries: Gerónimo Carolina González Devesa, Valentine Machado y Shanik Lucien Sosa Battisti.
El primero en tomar la palabra fue De Pedro quien señaló que “ante tanta militancia del odio y de la exclusión, hay que agarrar estos valores y volver a construir una sociedad igualitaria, diversa y que reconozca a todos los demás en todos los sentidos: político y social”.
Una x que avanza en materia de derechos pero no termina de ser inclusiva
La letra elegida para indicar la identidad por fuera del binomio heternormativo fue la “X” y, como bien señaló Machado mientras recibía el documento y le activiste Say Sacayán, quién se paró en el medio de la sala con un cartel, esta denominación no les representa porque tiene una carga simbólica que refuerza con una cruz la exclusión que tanto se quiere evitar.
Si bien es evidente que esta decisión es una avance en materia de derechos y que se encuentra inevitablemente supeditada a los cánones permitidos internacionalmente para documentaciones de viaje, resulta interesante analizar la crítica y entender que los derechos se construyen con les protagonistas y no sin elles. En este sentido desde FALGBT señalaron: “Sabemos que la X es medio rara para reconocer la amplia gama de identidades que existen, pero hasta que haya un cambio más profundo a nivel global, es la manera de poder reconocer un derecho y no perder los otros”.
Por su parte, Gómez Alcorta señaló que la Ley 26.743 de Identidad de Género sancionada en 2012 fue el puntapié inicial para poder lograr estos avances, aunque hay que tener en cuenta que hay un largo camino para construir. “A partir de ahora el DNI va a visibilizar un conjunto de diversidades que nos hacen una sociedad orgullosamente plural”, afirmó en la transmisión.
Esta no es la primera medida que asume el gobierno en esta dirección, hace algunas semanas atrás se conoció la novedad de que a partir de una iniciativa del Ministerio de Trabajo de la Nación, el Código Único de Identificación Laboral (#CUIL) ya no estará relacionado al género de las personas. Esto lo estableció la Resolución 286 firmada por el titular, Claudio Moroni, quien indicó que a partir de ahora “se asignará de forma aleatoria, y será de carácter genérico y no binario en términos de sexo/género”.
Historias que se transforman
Tini es ilustradora disidente no binaria, y se autopercibe con pronombres femenino o neutros. En diálogo con Feminacida, contó que esta medida la ayudaría personalmente a no sentirse tan incómoda a la hora de realizar trámites burocráticos o visitar un hospital. “Si bien yo soy consciente de mi corporalidad y sé que puedo transmitir otra cosa que no corresponde a cómo me autopercibo y trato de entenderlo y no tomármelo personal, siento que esto va a abrir puertas para todes”, afirmó y agregó que, si bien estas incomodidades son parte del malestar que motiva la lucha, es tiempo de que las identidades comiencen a ser respetadas.
“Lo más importante para mí es que las personas que vengan después no se sientan acorraladas con este sistema tan binario como muches de nosotres que tuvimos que sufrir”, comentó la artivista —como ella se define— y confesó estar entusiasmada con esta iniciativa que propone darle visibilidad a quienes existen por fuera de la norma cisheterosexual.
El primer país en toda Latinoamérica
Este derecho conquistado marca un precedente y traza un rumbo para el territorio latinoamericano. El feminismo de estas tierras hace años que construye los cimientos en los que se debe avanzar en materia de inclusión social.
Los pasos que Diana Sacayan y Lohana Berkins dieron para conseguir la Ley de Identidad de Género son las huellas que siguen mostrando el camino hacia una sociedad que abrace a las disidencias en lugar de expulsarlas. La visibilización y la puesta en valor de su recorrido aporta a la reivindicación de la vida de quienes dejaron el cuerpo en esta lucha y de aquelles que continúan peleando para que sus derechos sean reconocidos.
Como dijo “Alberto presidenta” —como se lo coreó en el acto—, esto terminará el día en que el género ya no nos importe ni al Estado ni a las personas.