“Prender el televisor para ver un partido siempre fue un planazo. Ahora, prenderlo para ver fútbol femenino es alucinante. Para las niñas es crecer en otra realidad en la que es posible soñar con pisar una cancha, eso es maravilloso”.
Las historias se pueden contar de múltiples formas, pero lo fundamental es contarlas. Los goles de Elba Selva a Inglaterra, en el Mundial del ‘71, nadie los había narrado hasta hace unos años. Pocos sabían lo que habían logrado aquellas 17 mujeres que integraron la primera Selección Argentina en viajar al evento máximo del deporte, sin apoyo, sin botines y casi sin camisetas. Nadie las había visto.
Lo que no se ve, no existe. Así sucedió con ellas y ojalá no pase con ninguna deportista más. A partir del acuerdo histórico para que los partidos de la Liga Femenina de Fútbol se transmitan en la TV Pública y DeporTV, el fútbol femenino es de todos, todas y todes, de forma libre y gratuita en cada rincón del país.
La importancia de la televisación del fútbol femenino en TV abierta
Para entender la dimensión de lo que representa la difusión en los medios públicos, Feminacida conversó con algunas de las tantas protagonistas de este hito. Son las pibas que consumen el fútbol femenino y que empujan su crecimiento desde diferentes lugares. Sin personalismos, la fuerza de este otro fútbol nace de la militancia y de la lucha colectiva. Emerge desde abajo hacia arriba. Ellas juegan desde los márgenes de las canchas.
“La televisión es fundamental en mi casa. Mi generación creció acostumbrada al fútbol codificado y a ver los goles sólo en el programa Fútbol de Primera los domingos a la noche. Cuando llegó Fútbol para Todos fue algo increíble. Es triste que en el fútbol masculino hayamos vuelto a lo anterior. Se instala una idea del sentido común neoliberal: el que quiere ver, que pague”, dice Claudia Suarez Baldo, apasionada de la redonda y hoy docente de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP).
Clota, como la conocen en el barrio, agrega que la importancia de la televisación del fútbol femenino es que “construye una legitimación de sentidos, hay que acostumbrar el ojo para ver habitualmente a las jugadoras en pantalla y es una disciplina en crecimiento, que no tuvo desarrollo ni inversión”.
La TV une generaciones
Si bien las juventudes consumen más a los nuevos medios, streaming y redes sociales, la tv continúa siendo un espacio que masifica conceptos y que, incluso, es vista mediante los otros dispositivos móviles.
“Me encantaría saber que pasa después de que miles de pibas y pibis crezcan viendo otro fútbol y que puedan adueñarse del deporte más popular. ¡Y después, se adueñen de todo el resto del mundo!”, bromea y sueña en grande, Nana Peluso, activista feminista y estudiante de periodismo.
El fanatismo de Nana por el fútbol femenino se resume en una decisión que simboliza todo. Por primera vez, pidió una tarjeta de crédito en el banco para comprarse una televisión y poder verlo. Siempre le gustó el fútbol, aunque de chica no la dejaban jugar porque estaba mal visto. “Si te gustaba jugar, eras una machona o varonera y nadie quiere tener una hija machona, así que sólo podía patear la pelota contra la pared y de vez en cuando jugar con mi primo a escondidas”.
Como Nana hay un montón. Son muchas las pibas que empezaron a jugar ya como adultas, porque era un deporte para varones, que no existía ni como opción para mujeres. Inés Ciaffone tiene 25 años, es abogada e hincha de River y su experiencia es similar. “Creo que si me hubiesen dado una pelota con la misma facilidad que me dieron el palo de hockey, hubiese elegido el fútbol. Hoy hay más oportunidades”, asegura.
Al contrario de lo que podría suponerse, la transmisión del fútbol femenino no sólo lo disfrutan lxs más jóvenes. El fácil acceso por televisión abierta también lo acerca a esas generaciones para las que la disciplina estuvo invisibilizada durante décadas. Inés comparte su pasión con su abuelo Alberto. “Apenas me enteré que lo iban a pasar por tv, lo llamé a él. Tiene 90 años y mira todos los partidos”. Antes, ella le tenía que buscar links o seguir los resultados por Twitter para contarle, en cambio ahora lo ven juntos, comentan y está conociendo más a las jugadoras.
Las voces que narran el fútbol
Las pibas juegan. Y también relatan, comentan, analizan. Otro de los aspectos históricos de la televisación es la llegada de nuevas voces a las cabinas de tv. El relato y comentario deportivo ha sido un rol estereotipado, masculinizado y negado a las mujeres y a todo el colectivo LGTBIQ+. Llegó el día en que ese espacio es ocupado por un plantel de periodistas íntegramente femenino, con profesionales que trabajan hace años en la difusión de la disciplina a través de medios autogestivos y alternativos.
Carla Mileo es relatora de TV Pública y DeporTV. Con apenas 21 años, una de las voces principales de las transmisiones de fútbol femenino, dice: “Que haya una relatora mujer era la pieza que faltaba, y que me haya tocado a mí, siendo tan joven, es algo muy loco, un logro personal del que no sé si aún tomo dimensión”.
Ella fue una de las tantas niñas que no tenía dónde jugar, pero encontró otro camino. Una tarde, Carla se enteró que su club tenía equipo de fútbol femenino y armó una salida familiar para ir a alentarlas. Esos primeros mates compartidos en familia se convirtieron en una hermosa tradición de cada fin de semana, a la que se sumó hasta su abuela. Iban siempre de local, a veces de visitante. Cree que ahora poder verlo por tv es algo que va a cambiar el juego. "Los resultados y el verdadero significado lo sabremos con el tiempo y con la naturalización de ver mujeres en la pantalla”, concluye.
Sueños federalesy referentes
“¿Por qué no hay futbol femenino en Berazategui?” Esa pregunta fue el puntapié inicial del proyecto de Guillermita Navarrete y Jimena Bruno, impulsoras de la disciplina en la zona sur del Gran Buenos Aires.
Así nació ADB Femenino, el equipo de la Asociación Deportiva de Berazategui, flamante debutante en la categoría C de AFA hace unos días. Forman parte del costado amateur que aún vive la mayoría de los clubes del país, que no son de CABA sino del GBA y el Interior. Sin contratos para jugadoras ni sponsors que apoyen, es donde más se evidencia la semi profesionalización de la disciplina y su falta de federalismo.
“Es fundamental que se transmitan los partidos, la visibilidad es súper importante. La realidad del fútbol femenino es tan precaria, en esta instancia, que a veces nos cuesta hasta conseguir pelotas. Si hay un país del otro lado dándole importancia a esto, es más fácil que se abran más puertas”, celebra Guillermita, sabiendo que ADB recién empieza la aventura.
El crecimiento de la actividad va de la mano de esta necesaria visibilización y de la decisión política de acompañarla. Clave para el desarrollo y para la competitividad de los equipos, ahora el desafío será hacerlo sustentable para alcanzar las condiciones adecuadas de un deporte verdaderamente profesional.
La televisación a través de los medios públicos construye, además, un horizonte de posibilidades en cada rincón del país. Multiplica los sueños y las aspiraciones de cientos de niñxs que ahora sí saben que existen jugadoras que corren, que la pisan, que barren y que hacen goles. Y que algún día, ellas pueden estar ahí y ser futbolistas.
Guillermita sostiene: “Cuando nosotras éramos chicas, no existía la chance de identificarnos con alguna jugadora. Cada vez son más las que se transforman en ídolas y referentes. El otro día, grabamos a las jugadoras de inferiores para que les hagan llegar un mensaje de aliento a las de primera, sus sueños eran gigantes: jugar en primera, salir campeonas, hacer historia”.