El proyecto Futuro diferente fue presentado por las docentes Lucía Carolina Hab y María Elena Suárez junto con estudiantes de séptimo grado a y b del turno mañana de la Escuela Primaria Nº 677 “Gral. José de San Martín” de la ciudad de La Banda, en Santiago del Estero. Mediante juegos, jornadas de concientización y capacitaciones para adultxs, la iniciativa prevé la inclusión de infancias trans y niñxs con discapacidad en el deporte en el marco de la educación primaria. Recientemente, lograron que el proyecto impacte a nivel provincial y será propuesto en las escuelas públicas de todas las provincias el próximo año.
¿Existen espacios para que las infancias trans gocen del deporte de forma segura y cuidada? ¿Lxs niñxs con discapacidad pueden hacer valer su derecho a realizar deportes? ¿Las escuelas primarias de nuestro país respetan el carácter transversal de la Ley 26.150 que establece la obligatoriedad de la Educación Sexual Integral en las instituciones educativas públicas y privadas del país? ¿Son los deportes escolares una vacante en término de luchas por la inclusión?
Fue a partir de estas preguntas que lxs estudiantes de séptimo grado y las docentes Lucía Carolina Hab y María Elena Suarez elaboraron el proyecto Futuro diferente el cual promueve, en una primera etapa, la importancia de establecer el Día Nacional de la Inclusión de Infancias Trans en el Deporte, para que todas las escuelas primarias puedan conmemorar esa fecha con juegos, jornadas de reflexión, como también formaciones para familias y trabajadorxs de la educación. Esta iniciativa, que tiene por objetivo de construir instituciones inclusivas y libres de prejuicios para las infancias trans y niñxs con discapacidades, es pionera en materia de educación primaria, tal como señala la docente Lucía Carolina Hab en una entrevista con este medio.
En una segunda etapa, el proyecto Futuro diferente busca generar la difusión de la temática a partir de jornadas escolares, actividades recreativas, capacitación docente en el tema, y encuentros familias, a fin de generar mayor conciencia y difusión además de lograr la apertura de espacios inclusivos no sólo en las escuelas sino también en clubes de concurrencia gratuita.
En este marco, la iniciativa de la Escuela Primaria Nº 677 “General José de San Martín” promueve un abordaje de la temática de forma transversal, tal como establece la ESI y, en este sentido, fomenta la idea del trabajo en equipo sin discriminación por orientación sexual o a causa de discapacidades, promueve el trabajo grupal, la reflexión sobre los géneros como construcciones socioculturales que involucran múltiples dimensiones y rechaza la concepción binaria del deporte.
Educación física con perspectiva de género
Este debate por la inclusión y la concepción no binaria de la educación física se remonta a 1884, cuando en los orígenes de la educación nacional, la Ley 1.420 -que establecía la educación común, gratuita y obligatoria- reservó las actividades físicas a los varones, mientras que las mujeres eran instruidas en tareas domésticas y de “labores de manos”, tal como señala el texto de dicha normativa.
De hecho, en su artículo Juntos pero no revueltos: la educación física mixta en clave de género, el investigador y pedagogo Pablo Ariel Scharagrodsky, asegura que “las actividades prioritarias para las mujeres, en la educación física, fueron ‘pasos, actividades rítmicas, gimnasia femenina, danzas, ejercicios decentes y no violentos, ciertos juegos, etc.’; en fin, tareas dirigidas a la construcción de cierta feminidad vinculada especialmente con la maternidad, la reproducción y el ámbito de lo doméstico”. Por el contrario, “los ejercicios militares (marchas, contramarchas, movimientos uniformes de flanco, media vuelta, alineaciones, posiciones fundamentales, etc.) tuvieron un solo destinatario: los varones, o mejor dicho, los futuros hombres. Las mujeres quedaron excluidas de tales actividades”.
Esta concepción binaria del deporte que se apoya en argumentos biologicistas y en la supuesta diferencia de fuerza y resistencia de cada sexo, se perpetuó a lo largo del tiempo mediante la reproducción de los roles sociales de género y de estereotipos como el de la fragilidad femenina y la rudeza de los varones. En este cuadro de doble entrada, que exige y presiona a quienes se auto perciben como hombres o mujeres para cumplir con ciertos mandatos propios de su género, también inhabilita el ingreso de las diversidades sexuales y personas con discapacidad que no encajan con los valores preestablecidos para el desempeño deportivo. Como una ronda a la que infancias trans y niñxs con discapacidad no son invitadxs, el juego y los deportes se desarrollan en la mayoría de las escuelas primarias de forma excluyente, discriminatoria y obsoleta.
Por lo tanto, comprometidxs con paliar esta realidad que atraviesa la vida de muchas infancias, el proyecto Futuro Diferente cuenta con apoyo de la delegada del INADI en Santiago del Estero, Luisa Paz, y de referentes de reconocimiento nacional e internacional en los deportes inclusivos como Ivan Figueroa, futbolista con discapacidad visual de Los murciélagos, y Pablo Astelarra, atleta santiagueño.
Por otro lado, cabe señalar que el proyecto fue inicialmente presentado en el Parlamento Nacional Juvenil, organizado desde 1991 por la Fundación Latinoamericana (FUNDAL), con el objetivo de promover que los niños y niñas comprendan y sean propulsores en sus provincias de la importancia de la actividad legislativa. La organización en un principio sugirió a la escuela que el proyecto fuera presentado de forma general, sin puntualizar en la población infantil trans o en las personas con discapacidad. Pero con la lucha y el deseo de quienes llevan a cabo el proyecto, esa primera barrera fue derribada. Inclusive, mediante el apoyo recibido por parte de la ministra de Educación de la provincia, Mariela Nassif, prevén la presentación de Futuro diferente en el Senado de la Nación, con el deseo de convertirlo en un proyecto de ley con alcance nacional para las escuelas primarias.
“Somos tan distintos e iguales”, reza la canción “Somos uno” que lxs estudiantes de séptimo grado entonaron en el marco de dicho proyecto. Con sus delantales blancos, estandartes de la igualdad educativa de nuestro país, estas infancias gritaron bajo un sol radiante de Santiago del Estero que ser diferentes no supone discrimación, exclusión ni marginalidad sino, por el contrario, la oportunidad de plantear un futuro brillante, colorido, diverso e inclusivo para todas las infancias.
