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Marianela y María Laura Rivera, sin memoria no hay Ni una menos

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Marianela, una joven de 24 años, se encontraba en su casa de Ingeniero Budge junto a su mamá, María Laura. Mientras que en la planta baja del hogar se ultimaban los preparativos para un cumpleaños, Miguel Alexander Sosa, ex pareja de Marianela y padre de su hijo, irrumpió en el primer piso, las asesinó y se escapó en el auto que estaba estacionado en la puerta. El femicida fue detenido a la medianoche por efectivos de la Comisaría N° 10.   


El doble femicidio ocurrió en febrero de 2020 y hoy Sosa está preso. El martes 10 de mayo, Santiago Márquez, juez del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 7 de Lomas de Zamora, condenó al imputado a prisión perpetua por los delitos de "homicidio agravado por relación de pareja y por mediar violencia de género", en el caso de su ex novia, y por "homicidio agravado por mediar violencia de género y criminis causa", en el caso de su ex suegra. 

El juicio por jurados se inició el 27 de abril. Doce personas fueron las encargadas de tomar la decisión tras varios días de declaraciones de testigos. La familia Rivera se presentó como querellante en la causa y fue representada por el abogado Sebastián Silvestre. 

“Estamos satisfechos por la condena. Más allá de que ellas dos ya no van a volver, al menos le llevamos algo de alivio a mi familia, a sus hijos, a mi sobrino. Esa persona no va a salir a lastimar a ninguna mujer más. Se hizo justicia. Y a pesar de que fue rápido y en medio de la pandemia, fue un proceso muy duro. Estar en las audiencias, verlo a él, escuchar atrocidades que jamás pensé que iba a escuchar”, cuenta Patricia Rivera, tía de Marianela y hermana de María Laura, en una entrevista con Feminacida



Patricia contó con el apoyo de Atravesados por el femicidio, un grupo conformado por familiares de víctimas de femicidios que intenta generar contención y asesoramiento a aquellos que pasan por estas situaciones de violencia de género. “La situación te toma totalmente desprevenida, no sabés qué hacer, cómo hacer, a quién consultar ni en quién confiar, por eso siempre que puedo les agradezco”, insiste. 

Según relata, estar en la organización cambió su perspectiva y militancia. “Yo era una de esas personas que siempre veía los casos, se horrorizaba y me preguntaba cómo podía ser que pase. No me imaginaba que nos iba a tocar a nosotros mismos”, explica y agrega: “Trato de acompañar y de estar con mis compañeras y compañeros en todo lo que pueda. Acercar la historia propia y darle fuerzas a las familias. Es importante que sepan que no están solas, que hay red y compañía”.


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No solo Atravesados por el femicidio acompañó a la familia de María Laura y Marianela en cada audiencia. También lo hicieron varios vecinos del barrio Olimpo. La resolución del jurado y la lectura de la sentencia se realizó a través de Zoom. Patricia presenció la resolución junto a su hermana, su cuñado y el abogado defensor. “La difusión siempre se agradece. Los medios suelen estar solamente cuando es noticia el femicidio y no en el proceso judicial”, indica. 

“El dolor se lleva día a día”, sostiene Patricia y cuenta que el hijo de Marianela quedó a cargo de Blanca, otra de las hermanas de María Laura. Un locro patrio volvió a reunir a la familia alrededor de la mesa del domingo. ¿Cómo reparar la ausencia? En el último acto escolar por el 25 de mayo, al niño lo nombraron escolta de la bandera. “Fuimos a verlo con mi cuñado, el papá de Marianela, y fue muy, muy emocionante. Tratamos de estar siempre unidos, de acompañarlo, que sienta que su mamá y su abuela están presentes todo el tiempo a pesar de no estar físicamente. Están en las fotos y en los recuerdos”, confía Patricia. 


Esta nota forma parte de Sin memoria no hay ni una menos, un especial de Feminacida que intenta reparar la ausencia de aquellas mujeres asesinadas por razones de género. Entre ellas, María Esther Correa, Verónica Soulé y Celeste Luna.


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