El proyecto fue presentado en abril de este año por medio de la diputada nacional por CABA Paula Penacca y el diputado nacional por Buenos Aires Federico Fagioli, ambos del Frente de Todos. Se trata sobre la creación de un Boleto Sanitario Gratuito para el transporte público de todo el territorio argentino. Esta iniciativa alcanza a niñes y adolescentes que necesiten trasladarse a centros de salud por motivos de enfermedades crónicas, tratamientos prolongados o cualquier otra razón de salud física o mental. Además, incluye a personas gestantes durante el proceso de gestación, para que estas puedan realizarse los controles de embarazo correspondientes. En ambos casos, la asignación de dicho boleto también se hará para une acompañante.
El proyecto surgió en 2019 a raíz de un grupo de trabajadoras sociales del ámbito de la Salud y de la Justicia que observaron que la población infanto juvenil y sus familias no lograban acudir a los centros de salud debido a su situación de vulnerabilidad socioeconómica. “Este escenario se vio agudizado por la pandemia que atravesamos teniendo por consecuencia la pérdida de empleos y el poder adquisitivo de las familias para cubrir sus necesidades materiales básicas, afectando el desarrollo integral”, aseguraron en diálogo con Feminacida.
Alejandra Parrota, Silvana Fernandez Montobbio, Emilia Martinez, Florencia Fernandez, Carolina Portel, Lucía Spinelli, Luciana Di Mare, Paula Eichhorn, Maia Rolando, Laura Reyes y Mariana Quintela son las profesionales que se agruparon para el impulso de este proyecto.
Según indican los fundamentos del proyecto, se estima que el 20 por ciento de les niñes y adolescentes del país conviven con una enfermedad crónica. “Esta situación implica para las familias destinar importantes recursos a medicación, como así también, a costos de viáticos que les implica el traslado hacia los lugares de atención”, explican sus impulsoras y agregan: “Esta situación se ve agravada por los condicionantes socioeconómicos (altos niveles de pobreza y exclusión social, desempleo de los/as progenitores/as, grandes distancias de los centros de salud, entre otros) que obstaculizan y funcionan como barreras del acceso a la salud”.
Por estas cuestiones es que el Estado debe hacerse cargo de garantizar el acceso a los centros de salud. Al respecto, las trabajadoras sociales sostuvieron: “Consideramos que estas dificultades para llegar al hospital son un obstáculo para garantizar el derecho a la salud. Si bien no es el único, es uno muy importante. En ese sentido, como derecho humano, el Estado debe poder garantizar el boleto, en términos de accesibilidad”.
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Por otro lado, en el caso de las personas gestantes, este proyecto busca garantizar el acceso al transporte para los cinco controles prenatales recomendados por la Organización Mundial de la Salud, y los que les profesionales consideren pertinentes en un embarazo de riesgo. Según explica el proyecto redactado, “muchas de las complicaciones durante el parto y los problemas vinculados a la morbimortalidad infantil están asociadas al bajo número de controles y a la detección tardía de las patologías”.
A su vez, la iniciativa destaca la importancia del carácter federal. Las disposiciones de los centros de salud no suelen ser iguales para todo el territorio argentino. “Hay hospitales de alta complejidad, con ciertas especializaciones que no se encuentran en el primer nivel de atención. Estos hospitales suelen estar en las grandes ciudades”, indican las profesionales. Por lo tanto, la aprobación del boleto sanitario gratuito significaría que las poblaciones más alejadas a las grandes urbes puedan llegar a estos hospitales cuando sea necesario.
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También es importante destacar que este proyecto está dirigido a aquelles niñes y adolescentes que estén por fuera del alcance de los requisitos para el Certificado Único de Discapacidad (CUD). “El boleto sanitario está dirigido a un gran porcentaje de niñas, niños y adolescentes que no poseen CUD porque no amerita gestionarlo, pero que sí requieren tener garantizado la gratuidad del boleto para sostener tratamientos a largo plazo o enfermedades crónicas”, comentaron desde el colectivo de trabajadoras. “Aún en los diagnósticos que pueden ser certificados mediante CUD, hasta tanto se llegue a ese diagnóstico, generalmente niñas, niños y adolescentes deben realizar un proceso de consultas médicas y estudios. Allí estaría garantizado el boleto sanitario”.