Mi Carrito

Migrantas en Reconquista: investigar para transformar

Compartí esta nota en redes

Migrantas en Reconquista es una propuesta de investigación y acción participativa que tiene lugar en el municipio de General San Martín, en la zona del Río Reconquista de José León Suárez. El proyecto busca comprender las intersecciones entre cambio climático, género, migración y trabajo. “Uno de los puntos de partida es que, si bien el cambio climático es planetario, los efectos son bastantes desiguales entre distintos lugares y grupos sociales”, enfatizó Natalia Gavazzo, directora del proyecto.


José León Suárez tiene el segundo basural a cielo abierto más grande de Latinoamérica, el CEAMSE, donde también se encuentra el Río Reconquista, el más contaminado del continente. Las problemáticas socioambientales afectan profundamente las condiciones de vida de la población y, sobre todo, de las mujeres migrantes que se encargan de gestionar estrategias para garantizar la sustentabilidad de la vida mediante una red de cuidados comunitarios.

La zona se caracteriza por tener una población mayoritariamente migrante, tanto interna, de diferentes provincias del norte, como de los países vecinos: Paraguay, Bolivia y Perú. "Nos dimos cuenta de que el denominador común no tenía tanto que ver con la zona de dónde vienen sino que son mayoritariamente migrantes rurales”, reconstruyó Belén López, becaria doctoral del proyecto. El cambio climático, entendido como destructor de ecosistemas, ocasionó un desplazamiento a la ciudad cuando la agricultura de subsistencia se hizo imposible. 

El trabajo en el territorio empezó cuando en 2018, en medio de la crisis al financiamiento de la ciencia y la técnica, el proyecto Migrantas en Reconquista consiguió ser financiado por la institución de cooperación canadiense  International Development Research Centre. “El IDRC tiene un programa de cambio climático y género. A ellos les interesa financiar proyectos en el sur global que sean de investigación-acción, que además de generar información del cambio climático a nivel local, con perspectiva de género, puedan contribuir a la transformación de las desigualdades”, detalló Gavazzo en diálogo con Feminacida.


Te puede interesar: El fin del mundo no es un meteorito

Migrantas en Reconquista está apoyado sobre el programa de Articulación Territorial de la UNSAM, que hace años viene trabajando fuertemente sobre el territorio de San Martín. El proyecto fue el único seleccionado del continente y en 2019 se formó el resto del equipo anfibio que acompaña la investigación. “Es una iniciativa interdisciplinaria con investigadoras de diferentes facultades de la UNSAM”, enfatizó Galvazzo. Si bien está situado dentro de la Escuela Interdisciplinaria de Altos Estudios Sociales, también trabaja con otras unidades académicas como el Instituto de Ingeniería Ambiental, el Instituto de Arquitectura y, particularmente, el Laboratorio de Urbanismo. 

El proyecto tiene cuatro objetivos: producir información, fortalecer las redes entre organizaciones e instituciones públicas, fomentar procesos educativos dialógicos que valoricen los saberes locales y la creación de herramientas artísticas para la comunicación y la concientización social. En este proceso, se realizaron muchas actividades y un diagnóstico de los problemas ambientales, aunque lo central siempre fue no quedarse en la descripción de esas desigualdades sino fortalecer el liderazgo femenino en las múltiples organizaciones que existen en la zona. Sobre esto Gavazzo explicó: “Son las mujeres las que están a la cabeza de los comedores, las bibliotecas, los centros comunitarios, cooperativas y son invisibilizadas porque muchas veces en la toma de decisiones se ven desplazadas. Sin embargo, son claramente la potencia y la fuerza de este territorio para lidiar con los problemas socio-ambientales”.


Quizá te interese: Las Ramonas que ponen el cuerpo 

En este sentido, Romina Rajoy, educadora popular y becaria del proyecto mencionó: “Las condiciones estructurales que se viven en el barrio son nefastas, los programas sociales no alcanzan y esto se entrecruza con situaciones de violencia. Pero así y todo hay organización y hay agencia. Es innegable que se sobrevive a las condiciones estructurales y desiguales dentro del área Reconquista por la organización y la fuerza que ponen todos los días las mujeres que se organizan en los distintos espacios”. Son ellas las que se hacen de los recursos necesarios para gestionar una sustentabilidad de la vida en medio del desastre. “Yo veo ahí que ellas empiezan a construir una identidad y un discurso político; una demanda continua de distintas situaciones que pasan dentro del territorio”, profundizó Rajoy en diálogo con este medio.

Toda la producción de conocimiento que realizaron tanto las investigadoras como las mujeres migrantas se canaliza en la Diplomatura de Género, Ambiente y Territorio en la UNSAM que empezó en abril y termina en julio. Allí se socializan los resultados de la investigación y se los debate junto a las propias mujeres, que son quienes conocen las problemáticas del barrio más que nadie. “El diálogo de saberes es muy importante, muchas veces la academia es muy verticalista y ejerce el monopolio del conocimiento legítimo. Nosotras pretendemos plantear una alternativa que implique la validación de esos conocimientos con las compañeras con las que venimos trabajando, las que realmente saben”, resaltó Gavazzo.


En este sentido, Migrantas en Reconquista no implica solamente un proyecto de investigación sino también de acción. El objetivo de recopilar datos y realizar diagnósticos sólo tiene sentido si se pone en función de la transformación social y el fortalecimiento de las redes de mujeres migrantas que le ponen el cuerpo en lo diario. “Por un lado compartimos los resultados de la investigación y también buscamos generar y coproducir herramientas que sirvan para potenciar la capacidad de acción de las mujeres y su toma de decisiones en el ámbito de sus organizaciones y barrios”, agregó Gavazzo.“Yo venía laburando estas temáticas pero nunca con la categoría de cambio climático o el ambiente como un problema”, confesó Rajoy sobre su trayectoria y detalló: “Yo vivo en Suárez y en un punto es como que el olor se naturaliza, la basura es parte, entendés que algunos de tus vecinos laburan del reciclado. Yo me di cuenta después que está naturalizado y que en realidad también es un problema, además de un recurso. Y eso lo empecé a ver por Migrantas".

“En lo personal a mí me transformó un montón. No solamente se transforma la vida de las mujeres migrantes sino también nuestras propias formas de entender la academia, las problemáticas sociales; nuestro lugar en la construcción de los saberes”, reflexió López sobre su trayectoria en el proyecto. Migrantas en Reconquista no es sólo un trabajo en el territorio: también implicó trastocar los espacios académicos y las relaciones entre las disciplinas. 

El proyecto derivó en múltiples actividades, festivales, libros, muestras de arte, entrevistas y censos. “Publicamos con las compañeras algunos libros en los distintos talleres que estuvimos. Mi barrio en cuarentena fue sobre relatos de la pandemia en el barrio y también Pohã ñana: Crónica de plantas de mujeres del Paraguay que recopila los saberes ancestrales de las mujeres que migran de zonas rurales”, contó Gavazzo. En la misma línea López mencionó que en los talleres de biología se dieron cuenta que muchas de las mujeres sabían más que la profesora sobre los usos medicinales de las plantas porque las usaban un montón. “Se hizo una actividad de escritura, de aprender a redactar una crónica, usar las computadoras y contar sus historias”, agregó. 



En 2019 se realizó el FestiMigrantas en la UNSAM donde se reunieron 400 mujeres del territorio que forman parte de la red de mujeres fortalecida por el trabajo de investigación-acción. El festival contó con exhibiciones de arte, presentación de los libros, cortometrajes, ferias de comida y todas las obras de arte comunitario. En 2021 se realizó por segunda vez en el Museo Carnacini de Villa Ballester y actualmente se está presentando en el Complejo Museográfico Provincial Enrique Udaondo de Luján hasta el 31 de julio.




Compartí esta nota en redes