En 2015 se sancionó una ley para quitar la prescripción en las causas de violencia sexual. Sin embargo, aquellas personas que atravesaron una situación de abuso sexual antes de que apareciera esa norma siguen luchando en la "Campaña contra la prescripción en los casos de violencia sexual".
Foto de portada: Victoria Eger
"La injusticia se siente, la Justicia es una justicia patriarcal", afirma Victoria Acebedo a través de la pantalla del celular y desde su hogar, en un día feriado. Es madre, docente y una de las impulsoras de la "Campaña contra la prescripción en los casos de violencia sexual", siendo ésta una de las grandes deudas de la democracia argentina para con las mujeres, disidencias y niñeces. Victoria atravesó la violencia sexual durante su infancia y, 25 años después, con su hermana decidieron denunciar al victimario. Es en ese camino que comenzó a embanderarse en la lucha contra la prescripción y empezó a mostrar las falencias del sistema judicial.
Que la Justicia no vele por los derechos de las mujeres no es novedad, y a eso se enfrentaron las hermanas Acebedo desde el 24 de julio del 2017, día en el que presentaron su denuncia. "Fue terrible, nos encontramos con todas las barreras habidas y por haber", relata Victoria al momento de recordar esos meses y agrega: "Eso nos pasa a las sobrevivientes: cuando queremos acceder a la justicia nos maltratan, pareciera que te castigan si te animas a hablar".
A pesar de los obstáculos hallados durante el procedimiento judicial, llegaron a obtener lo esperado, provocando un hito para la historia argentina: lograron el primer "Juicio por la Verdad" que se realizó en el país. Esta instancia judicial permite a las sobrevivientes documentar su verdad a través de un dictamen puesto que, por el tiempo pasado y la prescripción de la causa, el victimario no obtiene una pena concreta. Sin embargo, las leyes en los últimos años cambiaron y desde el Congreso se sancionaron nuevas normas vinculadas a los tiempos y a la investigación a fin de lograr un avance, aunque siguen sin ser suficientes para quienes sobrevivieron a la violencia sexual.
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Una lucha por más derechos
Hubo un largo derrotero de casos y reclamos por parte de la sociedad hasta lograr la Ley 27.206, conocida como “Subjetividad de la Víctima”, que se sancionó en 2015 y es la que rige actualmente. Como cumplir 18 años no implica per se que una persona pueda hablar, esta norma especifica que la prescripción comienza a correr desde el momento de la denuncia. Es decir, la violencia sexual ocurrida en la minoría de edad se convirtió en un delito imprescriptible.
"Con esta ley la prescripción empieza a correr a partir de la denuncia, una vez que yo me reconozco como una persona que atravesó una situación de violencia sexual, cuando pude hablar y denunciar a mi agresor", explica la abogada feminista Antonela Peres, directora de Capacitación y Promoción Comunitaria de la Dirección General de Políticas de Género de la Municipalidad de La Plata y asesora en la Dirección Nacional de Salud Sexual y Reproductiva (Plan Enia) del Ministerio de Salud de la Nación.
Las reglas no fueron siempre iguales. Antes, un delito de violencia sexual prescribía a los pocos años de haber sucedido el hecho. "Si una persona tenía dos años cuando atravesó una situación de abuso sexual, con una prescripción de cinco años, a sus siete la causa ya prescribía. Y por ahí no habían hablado antes porque a veces un niño o niña no puede resignificar la situación o porque hay mucha complicidad o silencio familiar", detalla Peres.
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El primer cambio que hubo fue en el 2011 con la Ley 26.705, más conocida como la “Ley Piazza”, la cual modificó el tiempo en el que empieza a correr la prescripción en las causas de violencia sexual en las infancias. Surgió a partir de una denuncia del reconocido diseñador Roberto Piazza, que pudo contar cuando fue mayor que habían abusado de él, y que volvió su caso una lucha colectiva. Con la ley que lleva su nombre, la prescripción comenzó a correr a partir de las 00:00 del día en que el adolescente cumple los 18 años.
Con los avances de los feminismos, y reconociendo los tiempos de cada víctima, en 2015 se sancionó la última ley vigente, con la que los casos de delito de violencia sexual dejaron de prescribir. Pero el Estado sigue en falta. Por un lado, la Ley de Subjetividad de la víctima debería cumplirse en todas las jurisdicciones. Por otro, todas aquellas personas adultas que atravesaron la violencia sexual en un año en que no las amparaba ninguna ley y ahora desean denunciar, sólo pueden resguardarse bajo el derecho a la verdad bajo la figura de los “Juicios por la Verdad”. Hasta el momento ocurrieron sólo dos y el primero fue el de las hermanas Acebedo.
"Estoy contenta porque se están dando otros juicios por la verdad, y que puedan utilizar nuestros fallos para que se puedan replicar en otros lugares y/o instancias es un pasito, no es un paso gigante pero se logró un precedente", explica Victoria y agrega: “Es re loco decir ‘lo hicimos nosotras, hicimos historia'".
Su lucha continúa en la Campaña por la Prescripción. Yama Corin, fundadora de Mundanas, una agrupación feminista que visibiliza, a través de talleres y campañas, el abuso sexual en las infancias, señala: "Cuando se comprende que el abuso sexual tiene un daño comparable a una tortura en el grado de lo psíquico pero también de lo físico, emocional y del trastorno que tiene a lo largo de la vida de una persona, cuando se entiende de qué delito se está hablando y que las víctimas no hablan cuando quieren sino cuando pueden, es cuando damos cuenta que la Justicia en realidad tiene una deuda, tiene una falta".
Desde Mundanas, así como otras organizaciones feministas de Argentina, militan diariamente para cambiar el paradigma de la justicia patriarcal y terminar con la revictimización que atraviesa una persona cuando decide hablar.
"Esta es la lucha, que se comprenda que son delitos contra la integridad de una persona y que la investigación también va en contra de la integridad de esta persona. Es en esa contradicción que tiene que haber una nueva forma en que las mujeres víctimas puedan acceder a la Justicia", agrega la fundadora de Mundanas y concluye: "Estamos más cerca que antes. La realidad nuestra también tiene un dinamismo impredecible, que queda demostrado en el avance de los feminismos y la mirada crítica hacia la Justicia desde el punto de vista de la consigna de la reforma judicial feminista y de algunas conquistas que hemos tenido".