Popen es artista, compositora, cantante, productora y madre. Nació en mayo de 1983 en Buenos Aires, Zona Norte, y vivió durante 15 años en España. Desde hace seis es madre de Urián y la aventura de la maternidad (y su complejidad) dieron vida, forma y calor a Obra Madre, un trabajo conceptual de 15 canciones divididas en cuatro partes: "Fecunda", "Gestación", "Parto" y "Puerperio". “Esta obra ha sido grabada, mezclada y masterizada en casa en un 99 por ciento, de la mano de mi compañero Martín Santillán entre 2019 y 2022'', cuenta Popen en su perfil de Instagram.
"Me resulta muy complejo hoy describir
Popen
Las canciones de puerperio hablan por mí
Encuentro indecible el tiempo aquel, porque al buscar palabras es puro cuerpo lo que me sucede".
Obra Madre es un disco donde cada parte representa una etapa: “Siempre compuse, pero durante la gestación empezaron a brotar canciones”, relata Popen en una entrevista con Feminacida. Durante el postparto y puerperio comenzó a pensar en un tercer disco y toda lo que necesitaba expresar gestó esta obra, donde el nombre está relacionado también con “obrera”. “Maternar es un trabajo”, dice. Y esa labor es la que plasma esta producción.
De Río en Río es una canción que forma parte de “Puerperio” y, de alguna manera, da cierre, junto a la salida del videoclip el mes pasado, a Obra Madre. “Es una canción que compuse a capela, solo con las palmas durante el puerperio. La hice con mi hijo a upa y es la más escuchada. No podía tocar la guitarra porque lo tenía a él en los brazos”, explica la artista.
Su hijo se convirtió a la vez en una especie de instrumento inspirador: “Empecé a cantar desde la necesidad de decir, de explotar, desde el cansancio por los brazos pesados, casi en un grito. Fusioné el canto, la creatividad y la maternidad”.
Junto a Luna Monti y Rondadoras, ensamble de mujeres cantoras, grabaron el video. Un grupo de quince mujeres cantando y bailando mientras hacen palmas, danzan y reflejan el trabajo que a Popen le llevó los últimos tres años: “Fue un trabajo que implicó renunciar un poco a lo social, estar inmersa en este trabajo, malabareando entre producir, crear y maternar. Pasó mucho tiempo con Uri y mi trabajo me devuelve el eje, es mi lugar de salvación, de seguridad. Me alimenta”.
El arte siempre estuvo allí
La intensidad brota en cada palabra que usa Popen. Su sensibilidad para nombrar con exactitud sentimientos y sensaciones se reflejan en cada letra de sus canciones. Cuenta que su vínculo con la música empezó desde cero. “Mi mamá es muy sensible a la música y al arte. Y mi papá me trajo esta iniciativa de tomar el escenario, de mandarme. Mi abuela también cantaba ópera aunque no se dedicó a eso. Siento que mi lugar seguro siempre fue cantar”, dice y en sus fotos puede verse no sólo el talento, sino también cómo transita una vida donde todo es sensibilidad, todo es artesanal, piel, manos y amor.
“Para mí cantar es una certeza, es mi práctica diaria en lo cotidiano. Desde la composición hasta decidir compartir mis canciones. El canto es mi compañía y mi ayuda, mi condimento. Mi lugar bueno, liberador y seguro además de intenso”, expresa la compositora.
Una de las canciones que forma parte de su disco "Parto" es V.O y trabaja con suma sensibilidad la violencia obstétrica y sus huellas. Junto con Violeta Osorio, cantan y relatan desde una forma intuitiva y natural el proceso de parto y también habilitan el tono de denuncia. “En Obra Madre hay una identidad que trajo repercusiones en el público. No sólo desde lo musical sino también desde lo político. Muchas mujeres se acercan a contarme su experiencia, detalla.
El verano pasado Popen se presentó en Merlo, San Luis, donde hizo una pequeña gira. Después de varios años de crianza y pandemia participó del festival Tramar: Diálogos para el Trabajo, la Autonomía y la Igualdad, un evento en la capital de San Luis donde, además de conferencias y ferias de artesanías y de productores locales, hay grandes presentaciones artísticas.
Luego se presentó en Traslasierra, Córdoba, y planea una gira este próximo verano por el norte argentino. “El contacto con el público en las presentaciones, más allá del vínculo en redes, para mí era necesario. Necesito tocar y poder concebir mi proyecto, mi música y mi ser compositora en un ámbito que vaya más allá de las redes. Confío en que este trabajo les llega a las personas en todo el sentido de la palabra”, concluye Popen.