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La lucha de la APDH por una reforma judicial democrática

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La Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) se fundó el 18 de diciembre de 1975 a nivel nacional con la premisa de que la defensa del sistema democrático es responsabilidad de la sociedad en su conjunto. De este modo, entre sus principales demandas del pasado y la actualidad encontramos la lucha por la vida y la libertad, derechos esenciales para una sociedad.

En el marco del Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia, una entrevista con Guillermo Torremare, abogado, escritor y actual copresidente de la APDH, para reflexionar sobre la convocatoria a 40 años de democracia: "Memoria, Verdad y Justicia para defender la democracia. Corporación judicial nunca más", expresión más que significativa dado el contexto social y la mirada que prevalece sobre el accionar del Poder Judicial en Argentina. 


“El movimiento de derechos humanos tiene una mirada muy crítica sobre el rol del Poder Judicial, especialmente de su cabeza, la Corte Suprema. Entendemos que ese órgano, y muchos tribunales inferiores no están garantizando la vigencia de la Constitución Nacional y por ende no está garantizando derechos humanos. Desde hace mucho venimos reclamando una reforma judicial democrática. Ese es el sentido de la consigna”, explica Torremare.

Sin lugar a dudas, el término "corporación judicial" hace alusión a un poder judicial afín a los círculos poderosos, a los de ayer y hoy. Realidad que plantea una dificultad para plantear la construcción de una justicia independiente y democrática.

Al respecto el abogado plantea: “En principio sería muy bueno que el juicio político a la Corte concluya con la destitución. Y de la mano de ello es necesario abordar una reforma legislativa que organice un Poder Judicial distinto, democrático y verdaderamente independiente. Las organizaciones sociales deben reclamar esto de manera clara, fundada y sostenida. Sin ese reclamo es difícil que los cambios sucedan".

Fue justamente la desidia y afinidad a los poderosos con la que opera la justicia que días atrás recibimos la noticia del fallecimiento del empresario Carlos  Blaquier, impune de los crímenes que cometió durante la última dictadura mientras presidia Ledesma. 



“La impunidad la permitió la injustificable demora del Poder Judicial. La causa durmió más de 6 años en la Corte. No me importan las condolencias de las familias tradicionales, pero sí la de personas que han sido gobernantes elegidos democráticamente, como Macri, o la de quienes quieren serlo, como Rodríguez Larreta. Esas expresiones públicas de condolencias por la muerte de alguien juzgado por graves crímenes de lesa humanidad (en su caso más de 300 secuestros y torturas y 33 asesinatos) son una forma de negacionismo del Terrorismo de Estado”, advierte Torremare.  

Por último, considerando la proliferación de los discursos de odio y negacionistas, es urgente preservar la memoria, interpelando para ello a las generaciones más jóvenes que no tuvieron contacto directo con estos hechos. El copresidente de la APDH concluye: “Es necesario interpelar a las generaciones jóvenes por todos los medios posibles e imaginables. La educación en memoria y derechos humanos, desde la escuela primaria, es insoslayable".

Foto de portada: Catalina Filgueira Risso


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